Arrinconada por la era digital, Kodak se declara en quiebra

Reuters y Afp

Periódico La Jornada
Viernes 20 de enero de 2012, p. 31

Nueva York, 19 de enero. Kodak, pionera de la industria fotográfica en el mundo, que inventó la cámara fotográfica de mano y ayudó a traer las primeras imágenes de la Luna, solicitó protección por bancarrota, decisión que culmina una larga caída de la que sigue siendo una de las empresas más conocidas de Estados Unidos.

La firma, de 130 años, que trató de restructurarse para convertirse en vendedora de productos fotográficos de consumo, se acogió a la protección del capítulo 11 de la ley de quiebras estadunidense, que la habilita para negociar con sus acreedores mientras sigue funcionando.

"El directorio y todo el equipo de gerencia unánimamente creen que éste es un paso necesario y lo correcto para el futuro de Kodak", dijo el presidente de la firma, Antonio Pérez, en un comunicado.

La empresa informó que obtuvo del banco Citigroup una línea de crédito de 950 millones de dólares por 18 meses para seguir funcionando, por lo que considera que tiene liquidez suficiente para continuar en operaciones y proveer productos y servicios a sus clientes.

Las filiales de Kodak fuera de Estados Unidos no están incluidas en la solicitud de acogida al capítulo 11, que fue presentada en un tribunal de Nueva York.

El préstamo y la protección por bancarrota de los acreedores comerciales estadunidenses podrían proporcionar a Kodak el tiempo que necesita para encontrar compradores para sus mil 100 patentes digitales, la clave del valor que le queda, y rediseñar su negocio mientras continúa pagando a sus 17 mil trabajadores.

Caída de un símbolo

Kodak llegó a dominar la industria fotográfica, pero no logró adaptarse a las tecnologías más modernas, como la cámara digital, irónicamente un producto que ella misma inventó.

La empresa, con sede en Rochester, Nueva York, entró en declive por el advenimiento de la tecnología digital. Kodak lanzó en 1975 la que se considera la primera cámara digital, una caja en blanco y negro del tamaño de una tostadora.

George Eastman, quien abandonó sus estudios de preparatoria en Nueva York, fundó Kodak en 1880 y comenzó a fabricar placas fotográficas. Para poner en marcha su negocio gastó 125 dólares de un motor de segunda mano.

En ocho años, el nombre de Kodak se convirtió en marca. La compañía había introducido la máquina fotográfica manual, así como un rollo de película, y se convirtió en el fabricante dominante.

Eastman también introdujo el "dividendo salarial", por el que una compañía paga un bono a los empleados según los resultados.

Casi un siglo después de la fundación de Kodak, el astronauta Neil Armstrong usó una cámara de la empresa, del tamaño de una caja de zapatos, para captar imágenes mientras se convertía en 1969 en el primer hombre en caminar en la Luna.

Pero cuando sobrevino la era digital, el fabricante de la legendaria película Kodachrome fue dejado atrás por sus competidores, especialmente los asiáticos.

En su apogeo, en los años 80, Kodak llegó a tener 145 mil empleados, de los cuales ha despedido a 47 mil; además cerró 13 plantas y unos 130 laboratorios de procesamiento desde 2003.

Números rojos

Los balances de Kodak han estado en rojo durante años. La última vez que reportó ganancias, aunque pequeñas, fue en 2007. Su valor de mercado se ha hundido por debajo de 150 millones de dólares, cuando hace 15 años ascendía a 31 mil millones. A finales de septiembre el grupo tenía activos totales de 5 mil 100 millones de dólares y pasivos de 6 mil 750 millones.

En los últimos años el presidente ejecutivo Pérez había dirigido el enfoque de Kodak hacia el consumidor y las impresoras comerciales, pero no logró restaurar la generación de ganancias ni detener la fuga de efectivo que ha hecho difícil que la firma pague las pensiones y otros beneficios a trabajadores y jubilados.

En los últimos cinco años Kodak emprendió grandes litigios de patentes contra rivales como Apple, Research in Motion y la taiwanesa HTC, como medio para tratar de generar ingresos.

La caída final de Kodak ante los ojos de los inversores comenzó en septiembre, cuando inesperadamente retiró 160 millones de una línea de crédito, lo qué despertó temores de una falta de efectivo.

La decisión de apegarse a la ley de quiebra era esperada por los mercados, que hicieron caer la acción el miércoles a 55 centavos de dólar, precio 10 veces menor que el de hace un año. Tras el anuncio, la comercialización de los títulos de Kodak fue suspendida en Wall Street; en México, la Bolsa Mexicana de Valores también suspendió del Sistema Internacional de Cotizaciones la operación de los títulos representativos de la compañía.

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