“La reprivatización ha comenzado”
jueves 26 de abril de 2012
Los
diarios oficialistas caracterizan la seguidilla de reuniones de los
interventores de YPF con petroleras internacionales, como una verdadera
“maratón” -o un “casting de inversores” (Página/12). Estas tratativas
demuestran cuán lejos están los K de una estatización petrolera o de una
‘recuperación de soberanía’. La saga comenzó con el viaje de Julio de
Vido a Brasil, para interesar a Petrobras, a la que prometió la
devolución de la concesión que le había retirado el gobernador Sapag en
‘asociaciones’ de exploración de Argentina. La ronda continuó con la
francesa Total; las norteamericanas Exxon, Chevron, Phillips Conoco; la
china Sinopec y otras firmas de carácter local. Uno de los enemigos de
la “expropiación”, el diario La Nación, sacó sus conclusiones: “No bien
pasó a manos del sector público, YPF comenzó a ser reprivatizada” (23/4).
Marcelo Ramal (especial para ARGENPRESS.info)
Es
cada vez más claro que la expropiación parcial a Repsol sólo ha sido la
puerta de entrada para una reasignación de negocios entre monopolios
petroleros. Mientras tanto, el gobierno se sirve de la caja de YPF para
continuar financiando las importaciones de combustibles y los subsidios a
la energía. Una de las principales facturas es la que paga por el gas
importado de Bolivia, a Petrobras y Repsol. En la entrevista con Total,
los funcionarios y la empresa acordaron incrementos de producción en
función del programa Gas Plus, que el gobierno había derogado hace un
par de meses, que reconoce a los pulpos un precio superior al corriente.
En otra reunión, el gobierno prometió “un programa de incremento en el
valor del gas que lo vaya acercando a los precios regionales” (Clarín,
25/4). Los precios de Bolivia triplican los valores locales. O sea que
la “soberanía petrolera” conjuga una nueva perspectiva de negocios para
grupos privados, con un tarifazo. British Petroleum, interesada en
“quedar libre para poder postularse a prospecciones y exploraciones
futuras” (AF, 25/4), ha decidido acelerar la resolución de sus pleitos
con el grupo Bulgheroni en Pan American Energy. Así ‘leen’ los
monopolios petroleros la “expropiación” de YPF.
Esta
redistribución de negocios pone de manifiesto la imposibilidad de
Repsol para seguir operando YPF, debido a la bancarrota de sus
principales accionistas -la Caixa de Cataluña, Sacyr Vallermoso e
incluso Pemex. Las dos primeras, atrapadas en la bancarrota hipotecaria y
financiera de España, necesitan las utilidades de YPF para sobrevivir
-no están capacitadas para desarrollar inversiones petroleras. Ha
quedado probado que ha endeudado a la filial argentina para retirar
dividendos que duplican las utilidades registradas. Los K se han quedado
con una empresa cargada de deudas que seguramente se verán obligados a
renegociar, pero que deberán finalmente pagar. La expropiación integral
de YPF sin compensación significaría, por el contrario, el
desconocimiento de este pasivo que no representa otra cosa que un
vaciamiento.
Para algunos observadores, la
expropiación de Repsol se precipitó cuando los K tomaron conocimiento de
que la petrolera “española” estaba a punto de ser comprada por la china
Sinopec, precisamente por su incapacidad para seguir con el petróleo.
La ‘expropiación’ sería funcional a un bloqueo a una mayor presencia de
China (que ya opera en PAE) y a una apertura a sus rivales. La cuestión
del petróleo es el punto principal de enfrentamiento entre Obama y China
en relación con Irán -de donde viene el 55% del petróleo que importa
China. “Hombres del Departamento de Estado norteamericano confirmaron
que no todos los sectores del gobierno de Obama eran tan críticos con el
proyecto estatizador” (La Nación, 22/4). Mientras tanto, las ‘sanciones
comerciales’ que Repsol y Rajoy han exigido contra Argentina no
encontraron eco: el FMI declaró que la disputa era un “asunto
bilateral”. Puertas adentro, la cruzada condenatoria no logró quorum en
la Unión Industrial: “El avance sobre YPF provoca en las corporaciones
más adhesiones que las que se sospechan” (ídem), piensan asociarse a los
negocios en danza. Macri ya declaró que mantendría la “empresa mixta”.
El ‘establishment’ político y económico de Argentina se ‘fastidia’ por
las ‘formas’, pero es plenamente conciente de que la continuidad de
Repsol en YPF era inviable.El “modelo boliviano”, fantasía y realidad
Los
interventores propondrían a los grupos privados una nueva modalidad de
contratos: a cambio de sus inversiones, las petroleras podrían disponer
libremente de una parte del petróleo extraído; la otra porción quedaría
en manos de YPF -”sociedad anónima”. Sería el ‘modelo’ de la
nacionalización boliviana. Las petroleras podrán certificar su parte de
reservas, o sea integrarlas a su capital en Bolsa. Bolivia sólo destina
el 20% de su producción de gas al mercado interno; Argentina necesita el
“autoabastecimiento”. De todos modos, Evo Morales viene intentando
imponer gasolinazos desde hace dos años, con el argumento de que la
diferenciación de precios, entre internos y externos, propicia el
contrabando. La precondición de las “asociaciones” con la nueva YPF será
proseguir con el naftazo -que los Kirchner ya habían puesto en marcha
en beneficio de Repsol- y avanzar en un aumento sustancial del precio
del gas en boca de pozo.
Los
interventores han jurado que “no le pagarán a Repsol lo que pide”. Pero
ocultan que ya se lo están pagando, al hacerse cargo de las deudas que
el pulpo dejó abrochadas, y que alcanzarían los 9.000 millones de
dólares. Acaba de revelarse una cláusula por la cual “en caso de que
Repsol pierda el control mayoritario, sus acreedores podrán reclamar la
totalidad de sus deudas sin esperar los plazos previstos” (Ambito,
24/3). Ni el director estatal en Repsol ni los nuevos interventores
denunciaron estos acuerdos leoninos, que ahora deberá cargarse a la
conducción estatal. Por este motivo, una calificadora de riesgo
considera que YPF podría caer en cesación de pagos, a menos que el
Estado argentino comience a ‘honrar’ esa deuda de inmediato. Los
gobernadores, algunos de los cuales hacían lobby por Repsol hasta hace
días, ahora reclaman al Estado el pago de las deudas en favor de
proveedores. No nos equivocamos al decir que el “vaciamiento
continúa”.Menem y Macri
Está
claro por qué Carlos Menem va a votar a favor de la ‘estatización
parcial’. Por los mismos motivos, Macri aseguró que “no dará marcha
atrás”, si llegara a gobernar en 2015. En oposición a esta
reprivatización petrolera, planteamos la nacionalización sin
compensación de toda la industria petrolera y de las privatizadas.
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