El pueblo turco desafía la represión policial resistiendo en las calles

• Miércoles, junio 12, 2013, 1:08
• Libre Red 

Miles de personas desafiaron este martes la represión policial en la plaza Taksim de Estambul horas después de que fuera desalojada por la Policía, y siguiendo un llamamiento para mantener la lucha contra las políticas neoliberales del Gobierno turco.

Las fuerzas antidisturbios irrumpieron este martes por la mañana en la plaza, lo que originó seis horas de enfrentamientos con grupos de manifestantes.
Numerosos ciudadanos y ciudadanas, tras concluir su horario laboral, se concentraron en la plaza para mostrar su respaldo a quienes la ocupan desde el sábado 1 de junio.
Mientras miles de personas llenaban la plaza, agitando banderas y cantando eslóganes contra el Gobierno, la Policía continuó enfrentándose en la periferia del recinto con lanzamiento masivo de gases lacrimógenos y cañones de agua contra los activistas, que para defenderse lanzaron adoquines y otros objetos.
Al caer el sol la plaza ya se encontraba acordonada por un amplio dispositivo policial que escoltaba a camiones de limpieza y grúas que trataban de eliminar las barricadas montadas por los manifestantes para impedir el acceso de agentes antidisturbio a Taksim. Aún así, muchos manifestantes permanecen resistiendo en los alrededores, enfrentándose a la policía y montando nuevas barricadas y pequeños incendios.

La policía irrumpe en el Palacio de Justicia y detiene a más de 50 abogados

Una de las imágenes más impactantes de la jornada de lucha de este martes fue la detención de más de 50 abogados en el Palacio de Justicia de Estambul que se unieron a la oleada de protestas. Los abogados fueron detenidos en el Palacio, donde realizaban protestas en apoyo a las manifestaciones iniciadas hace dos semanas.
“La detención por la fuerza de los abogados en el palacio de justicia plantea dudas sobre el tipo de democracia en la que vivimos”, dijo en una declaración el Colegio de Abogados de Ankara, el cual agregó que nadie puede sentirse seguro en un país en el que incluso los abogados son arrestados y sacados del palacio de justicia por la policía.

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