Alista Banxico otro ajuste a la baja en pronóstico del PIB

El gobernador del Banxico, Agustín Carstens. Foto: Octavio Gómez
El gobernador del Banxico, Agustín Carstens.
Foto: Octavio Gómez
MÉXICO, D.F. (apro).- La desaceleración de la economía nacional en el primer trimestre del año fue tan profunda –apenas creció 0.28% respecto del trimestre previo y 1.8% en relación con el mismo periodo del año anterior–, que el Banco de México (Banxico) está considerando recortar nuevamente su pronóstico de crecimiento para 2014, que apenas el 21 de mayo pasado fijó en un rango de entre 2.3 y 3.3%, desde uno de entre 3 y 4% previo.
El gobernador del Banxico, Agustín Carstens, lo aseguró así este jueves 19 luego de comparecer ante comisiones de diputados para explicar el funcionamiento del Fondo Mexicano del Petróleo, incluido en la nueva legislación en materia energética.
Carstens aseguró, empero, que la institución modificará su previsión de crecimiento económico hasta que “tengamos más información y, sobre todo, cuando publiquemos nuestro próximo informe (trimestral) de inflación”, que será en los primeros días de agosto.
También dejó entrever que el Banco de México decidió recortar la tasa de interés de referencia, de 3.5 a 3% para contribuir a darle impulso a la economía, además de que así lo permitía la constante reducción de la inflación.
Dijo Carstens: “De hecho, nosotros estamos bastante entusiasmados desde el punto de vista de que vemos bastante factible la convergencia del 3% al inicio del próximo año, debido fundamentalmente a que al inicio del próximo año se terminará de disolver el impacto sobre los precios de las medidas tributarias y, además, va a ser de gran ayuda el hecho de que, de acuerdo con lo que se establece en la Ley de Ingresos de 2014, el precio de las gasolinas se determine a partir del año 2015 conforme a la inflación esperada.
“Esos dos factores nos hacen pensar en una alta probabilidad de la convergencia a 3%, y tomando el entorno general de la economía, eso nos permitió reducir las tasas de interés”.
A una pregunta expresa respecto de si la reforma energética causaría un mayor inflación, Carstens dijo que “al contrario: la reforma va a ayudar a que presiones inflacionarias que hoy existen, ya no estén presentes hacia delante”.
Y justificó: “Un factor que hace difícil llegar a la convergencia del 3%, es que los precios de las gasolinas se han venido ajustando a un ritmo anual mayor a 10%”, pero “gracias a las proyecciones y a la visión intertemporal que se tiene, lo que se buscará es que (el precio de) la gasolina, por lo menos en los próximos años, se establezca conforme a la inflación esperada. Eso por sí mismo va a hacer que se reduzca la tasa de inflación”.
En otro tema, el gobernador del Banco de México abogó por que en la legislación secundaria en materia energética –que se discute en ambas cámaras legislativas– se establezca con precisión que los recursos que vayan llegando al Fondo Mexicano del Petróleo no se destinen a gasto corriente.
Dijo, respecto de la conexión entre el Fondo y el gasto público: “la realidad es que uno ahorra no por ahorrar, sino al fin del día hay que ahorrar para un propósito. Lo que se logra con esta reforma es separar el gasto del momento del ingreso. No que sea automático como ahorita se hace y que al fin del día es lo que ha generado un poco la petrolización de los ingresos petroleros”.
Entonces, “al poner un alto y al poner una división en el tiempo, una separación en el tiempo entre el momento en el que se generan los ingresos y cuando se gasta, primero eso nos va a permitir estar en mejores condiciones de enfrentar contingencias hacia el futuro y enfrentar presiones hacia adelante.
“Y por otro lado –concluyó– va a forzar a que haya mayor disciplina fiscal y que también vaya evolucionando el sistema tributario mexicano para ir enfrentando las presiones corrientes de gasto. Entonces, por eso yo pienso que es adecuado este proceso”.

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