Repudio a Erdogan en marcha por la paz tras atentados en Turquía

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Miles de manifestantes se reunieron ayer para pedir por la paz en la plaza Sihhiye, en el centro de Ankara, y también con la finalidad de despedir a las víctimas del doble atentado perpetrado el pasado sábadoFoto Ap
Afp, Ap y Reuters
 
Periódico La Jornada
Lunes 12 de octubre de 2015, p. 27
Ankara.
Erdogan asesino y gobierno, dimisión, fueron algunas de las consignas de miles de manifestantes que se reunieron en la plaza Sihhiye, en el centro de Ankara, para despedir al centenar de activistas pro kurdos y simpatizantes de izquierda muertos en el doble atentado ocurrido el sábado. La muchedumbre arremetió contra el presidente Recep Tayyip Erdogan, a cuyo gobierno atribuyeron la responsabilidad.
Durante un mitin a favor de la paz y para honrar la memoria de las víctimas, en momentos en que familiares alistaban los preparativos para los entierros, la policía reprimió con gas lacrimógeno a los políticos pro kurdos y manifestantes que lloraban a los fallecidos, e impidió que depositaran claveles en el lugar donde se perpetraron las explosiones.
Policías antimotines, apoyados por carros lanza agua, bloquearon la calle principal que conduce a los edificios donde están ubicados el Parlamento y los edificios del gobierno.
El Partido Demócrata Popular (HDP), pro kurdo, con gran presencia en la manifestación del sábado, dijo que la policía atacó este domingo a sus líderes y militantes mientras trataban de dejar claveles en el lugar del atentado.
Los manifestantes acusaron al presidente y a su gobierno de mantener vínculos con los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), y de haber tomado la decisión de no garantizar debidamente la seguridad de la manifestación del sábado.
El HDP confirmó que la cifra de muertos aumentó y que sólo había ocho víctimas a las que aún no han podido identificar. Selahattin Demirtas, líder del HDP y uno de los convocantes de la marcha, afirmó desde la tribuna que hubo 128 muertos en la doble explosión.
Sin embargo, el balance del gobierno sólo aumentó de 95 a 97 el número de fallecidos y aseguró que 507 resultaron heridos (ayer se mencionaron 246), de los cuales 65 se encuentran en terapia intensiva. Se estima que la cifra de las víctimas mortales podría aumentar, ya que varios de los heridos permanecen en estado crítico.
Nuestros corazones sangran pero no actuaremos con espíritu de venganza ni de odio, declaró Demirtas. Esperamos al 1º de noviembre, fecha de las elecciones legislativas anticipadas, y entonces empezaremos a trabajar para derrocar al dictador, añadió.
El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, ordenó tres días de luto nacional, mientras continúan las interrogantes sobre quién y cómo realizó el atentado. El sábado dijo que podría tratarse de dos atacantes suicidas, que serían hombres.
Posteriormente apuntó como sospechosos a los yihadistas del EI, con fuerte presencia en Siria e Irak; al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), actualmente en conflicto abierto con Ankara, y al Frente Revolucionario de Liberación del Pueblo (DHKP-C), de extrema izquierda.
El presidente conservador Erdogan condenó el ataque y canceló una visita a Turkmenistán, aunque desde el atentado no ha hablado en público.
Combatientes del EI acampan cerca de la frontera con Turquía, país integrante de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, y la semana pasada Rusia lanzó una campaña de ataques aéreos en Siria y sus aviones violaron el espacio aéreo turco.
Dos altas fuentes de seguridad dijeron que existen indicios que sugieren que el EI fue responsable del atentado en Ankara y que el hecho fue muy similar a un ataque suicida con bomba ocurrido en julio en Suruc, cerca de la frontera con Siria, que también fue atribuido al grupo islamita.
Este domingo, la policía turca detuvo a 43 presuntos miembros del EI en varias ciudades del país, reportó la agencia de prensa Dogan. Además, la policía informó del arresto de 14 activistas del PKK en la ciudad de Konya, entre ellos una mujer.
Las explosiones en Ankara incrementaron la tensión en el país a sólo tres semanas de las elecciones legislativas anticipadas. En éstas, el presidente Erdogan espera recuperar la mayoría de escaños para el partido AK, fundado por él, tras haber perdido en los comicios de junio la mayoría absoluta que tuvo por 13 años en el Parlamento.
Los comicios se celebrarán tres meses después de reanudarse el enfrentamiento armado entre las fuerzas turcas y los rebeldes kurdos, conflicto contra el que se dirigía la protesta del sábado.
La escalada de violencia arruinó las conversaciones de paz entabladas por Ankara con el PKK para tratar de poner fin a un conflicto que desde 1984 ha cobrado unos 40 mil muertos.
Tras el atentado el PKK anunció la suspensión de su actividad armada antes de las elecciones, salvo si sus militantes y combatientes son atacados.
Pese a la tregua unilateral, el ejército turco anunció este domingo que desde la víspera bombardeó varios objetivos del PKK dentro del país y en el norte de Irak, sin reportar el saldo.
Mientras, el papa Francisco, la reina Isabel II, la Organización de Estados Americanos, Estados Unidos, la Unión Europea, Argentina y Houssine Abbassi, uno de los integrantes del Cuarteto para el Diálogo Nacional Tunecino ganador del Premio Nobel de la Paz 2015, repudiaron los atentados y brindaron sus condolencias a Turquía.

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