Sindicato de jornaleros denuncia violaciones a LFT en Baja California

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Marcha de trabajadores agrícolas del Valle de San QuintínFoto Alex González
Carolina Gómez Mena
 
Periódico La Jornada
Lunes 5 de septiembre de 2016, p. 4
El Sindicato Independiente Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas denunció la existencia de una serie de violaciones a los derechos laborales de 70 trabajadores del empaque Ricardo Durán Murillo, ubicado en el Valle de la Trinidad, localidad perteneciente al municipio de Ensenada, Baja California, y de 60 trabajadores de la empresa BerryMex, situada en el Valle de San Quintín, en la misma entidad.
Lorenzo Rodríguez Jiménez, secretario general de dicho gremio, señaló en entrevista con La Jornada que en el caso de los primeros trabajadores el sindicato está peleando por establecer un contrato colectivo de trabajo, pues no existen medidas de seguridad y carecen de un sueldo adecuado y de prestaciones, entre ellas, de afiliación al Seguro Social.
Dijo que tras la instalación de un mesa de negociación con la empresa, ‘‘la representante de la Secretaría del Trabajo, Guadalupe Barrasa, abandonó las pláticas y fue a intimidar a los trabajadores diciéndoles que era mejor que firmaran el contrato individual que proponía la empresa.
‘‘Salió de la mesa y fue a hacer el trabajo sucio de la empresa tratando de convencer a los trabajadores que el contrato colectivo de trabajo no sirve. Ya tenemos a 95 por ciento de afiliados al sindicato y vamos a buscar en la junta emplazar legalmente a la empresa. Vamos a estallar una huelga’’.
Detalló que estos peladores de zanahoria (reducen zanahorias grandes a minis) trabajan a destajo y les pagaban –antes de la intervención del gremio– 4.20 pesos la libra (454 gramos). Ahora les pagan 5 pesos. No existen condiciones de seguridad en el empaque, la única puerta existente parmanecía ‘‘cerrada con llave’’ las 12 horas que duraba la jornada laboral, desde las 4 de la mañana hasta las 16 horas, de lunes a sábado.
‘‘Secuestrados’’ y sin dinero
‘‘Prácticamente los tenían secuestrados y corrían el riesgo de que hubiera un temblor o un incendio. El único que tenía la llave era el encargado, que salía por horas. La empresa tampoco les proporcionaba material para trabajar: guantes, cubrebocas y peladores. Se los vende. Si no tienen dinero se los da y cuando llega el sábado van a cobrar y se los descuentan de su cheque.’’
Una de sus principales demandas es la afiliación al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la empresa los instó a firmar un contrato individual y a renunciar a su antigüedad a cambio de darles seguridad social. El sindicato hizo un pliego petitorio de 17 puntos y les han respondido en aproximadamente ‘‘30 por ciento’’.
En el caso de los operadores de la empresa BerryMex, del Valle de San Quintín, el gremio pugnará por la titularidad del contrato colectivo, pues los trabajadores fueron afiliados a un gremio de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), que no ve por sus derechos. Estaban sometidos a malos tratos y no les pagan horas extras.
‘‘Son trabajadores del área de máquinas, hacen los zurcos, riegan las calles con las pipas y son fumigadores. Requieren guantes, overol, lentes y cubrebocas, entre otras herramientas para su protección y ellos tenían que poner de su bolsa’’.
De ocho puntos que pidieron les han cumplido alrededor de 4. Otro aspecto que logró superarse es que les pusieran un camión sólo para recogerlos. Antes pasaba a las cuatro de la mañana, entraban a las siete y debían quedarse afuera, en el frío, esperando la hora de entrada, cuando el trabajo estaba a media hora de sus casas. Perciben 226 pesos por 10 horas de trabajo.
 
 
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