LA OFENSIVA IMPERIALISTA BAJO TRUMP
Miembro de la Sociedad Latinoamericana de Economía Política y Pensamiento Crítico (SEPLA)
Durante los primeros cinco meses del gobierno
de Donald Trump, empresario del rentista y corrupto sector inmobiliario
trasnacional que se niega a presentar sus informes fiscales, la
ofensiva el imperialismo estadounidense adquiere nueva expresiones.
En primer lugar, el desprecio y condena de
los trabajadores migrantes, principalmente mexicanos, expresa el
carácter racista del neofacismo estadounidense: los mexicanos,
fundamentalmente los trabajadores migrantes en Estados Unidos, son
condenados y despreciados, y la nación, el país, es objeto de rechazo
visceral con la construcción de un muro fronterizo y la cacería de
trabajadores migrantes sin papelses para su expulsión, olvidando que
Estados Unidos, invadió México y se robó la mitad del territorio de
nuestro país hacia la mitad del siglo XIX. Frente a esta situación: el
muro, e l muro…
En segundo lugar, se propone renegociar el
TLC, si no es que rechazarlo de antemano porque ha provocado un déficit
en su balanza comercial con nuestro país y se han perdido miles de
trabajos manufactureros en Estados Unidos, y se propone alcanzar su
slogan publicitario: Primero América, América primero…
Ignora que fuera de la industria automotriz,
nuestro país tiene un déficit sectorial con su país y que las
exportaciones del sector automotriz las realizan, en su mayor parte,
trasnacionales estadounidenses.
Su política económica, sin estar del todo
definida, propone redefinir la política de salud y la política fiscal a
favor del gran capital monopolista financiero, favoreciendo al uno por
ciento de la población más rica de su país.
Asimismo fortalece la política belicista,
militarista, y bombardea sin previo aviso a Siria y Afganistán. Al
tiempo que se propone reforzar la guerra contra el narcotráfico en la
Conferencia de Seguridad y Prosperidad en Centroamérica, en donde el
gobierno mexicano mantiene, como en la OEA, una política servil hacia
Estados Unidos. Hay que tener presente que un acuerdo similar que firmó
Fox en 2003 fue el antecedente de la Iniciativa Mérida y de la guerra
contra el narcotráfico que ha sumido a nuestro país en el horror y el
espanto.
En tercer lugar retoma la vieja política
anticubana, sostenida en el bloqueo de más de medio siglo, y cancela los
acuerdos de Obama con el gobierno cubano.
Si bien, la ofensiva tiene un punto nodal en
nuestra América, el neofacista Donald Trump está contra el mundo al
cancelar los acuerdos de París que intentan enfrentar, así sea
parcialmente, el cambio climático provocado por los países
imperialistas, encabezados por Estados Unidos que han provocado la mayor
contaminación del planeta durante más de un siglo.
Y, asimismo, está contra los trabajadores y
el pueblo estadounidense al favorecer al gran capital que verá
disminuido su pago de impuestos y cancelar el obamacare, que sin ser la
solución, avanzaba en dar seguridad social, servicios de salud al pueblo
estadounidense.
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