EL ROBO DE COMBUSTIBLES A PEMEX: NEGOCIO MILLONARIO
Participación de Maestro Anibal García Fernández,
 Miembro del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG),
Estudiante del Doctorado de Economía de la UNAM,
programa Frecuencia Laboral del 09 de junio de 2018, 
En los últimos años hemos visto cómo 
se ha incrementado el robo de hidrocarburos, ya sea gasolina, diésel u 
otro tipo de combustible, incluso petróleo crudo. Este tipo de práctica,
 comúnmente conocida como “huachicoleo” tiene una cara visible, que son 
las personas que extraen y llenan tambos en camionetas y los que venden 
el combustible a bajo costo, 9 a 13 pesos según el lugar donde se 
compre. La otra cara invisible tiene que ver con actos de corrupción 
dentro de PEMEX, con políticos de alto nivel y el narcotráfico que ya 
está inmerso en el robo de combustible.
Alarmante robo de combustible en los últimos dos sexenios 
Cuando inició el sexenio de Felipe Calderón 
las tomas clandestinas registradas por PEMEX eran poco más de 300, para 
2010 las pasaron a ser 600 y en 2011 llegaron a registrarse 1, 261 tomas
 clandestinas. El crecimiento de tomas fue de más de 400% en estos años.
 Es difícil hacer el cálculo de la cantidad de combustible robado, pues 
PEMEX no aporta estos datos, únicamente la cantidad de tomas que llega a
 registrar. 
Cuando comenzó el sexenio de Enrique Peña 
Nieto en 2012 las tomas clandestinas llegaron a dos mil. Un año después 
del inicio del sexenio de Peña Nieto se llevaron a cabo las reformas 
estructurales, entre las cuales se encontraba la reforma Energética, la 
madre de todas las reformas, con la cual se abrió el sector energético 
del país y se permitió la entrada del capital internacional y grupos de 
empresarios nacionales. Sin embargo resulta necesario hablar sobre los 
datos del robo de combustible pues son alarmantes por su crecimiento 
desde la aprobación de la reforma. En 2013 las tomas ilegales 
registradas por PEMEX eran 2, 612, para 2016 ya eran 6,873 y en 2017 
fueron 10, 363 tomas clandestinas. De este modo, en el sexenio de Peña 
Nieto el robo de combustible registra un aumento de 790% frente al 
gobierno de Calderón. 
Ante este incremento alarmante de robo de 
combustible a PEMEX el actual director Carlos Treviño Medina informó que
 la pérdida económica que genera el robo de combustible en el país ya es
 de 30 mil millones de pesos anuales para 2017, lo cual es más del 100% 
del presupuesto que el senado de la república aprobó para CONACYT en el 
ejercicio fiscal de 2018, el cual fue de 27 mil millones de pesos. 
Además, el costo por reparar las perforaciones ilegales en el periodo de
 2006 a 2017 alcanzó los 3 mil 24 millones de pesos, los cuales son 
pagados por PEMEX, alrededor de unos 755 mil pesos diarios para tapar 
las ordeñas que tienen los ductos de PEMEX. 
Las principales entidades del país en donde 
se tienen registrados los robos de combustibles son Guanajuato, el cual 
incrementó en los últimos diez años un 1015%, Michoacán (1060%), Hidalgo
 (850%) y Puebla (584%) en el mismo periodo, según datos de PEMEX. En lo
 que va del año los estados que más tomas clandestinas tienen son Puebla
 801, Hidalgo con 606, Guanajuato con 563, Veracruz 551 y Jalisco 
con481. Estos estados juntos, tienen el 49% del total de tomas 
clandestinas que tiene registradas PEMEX en lo que va del año, las 
cuales ya llegaron a 5, 176. 
¿Qué ha hecho el gobierno y PEMEX para 
contrarrestar el robo de hidrocarburos? PEMEX se apoya de la Secretaria 
de Hacienda y del Servicio de Administración Tributaria (SAT), la 
Procuraduría General de República (PGR), las Fuerzas Armadas, ejército y
 marina, así como de las policías federal, estatal y municipal. Y sin 
embargo, no han podido parar el robo de combustible, al contrario ha 
aumentado, lo que nos deja a primera vista un fracaso de las medidas de 
seguridad empleadas por el gobierno federal y PEMEX. 
Además, en 2016 el senado de la república aprobó con 66 votos a favor, 12 en contra y una abstención la Ley Federal para prevenir y sancionar delitos en materia de hidrocarburos 
 que establece penas que van de 20 a 30 años de prisión. Pero no sólo 
son las penas, la ley fue más allá y es vinculante con La Ley de 
Seguridad Nacional, la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad 
Pública, pues estas leyes consideran a esta actividad de la economía, o 
sea, la extracción de hidrocarburos y sus activos como “estratégicas”, 
según el artículo 22 de la Ley Federal para prevenir y sancionar los 
delitos en materia de hidrocarburos. Esta ley a lo que podría derivar es
 a una mayor vigilancia de los ductos y oleoductos en el país por parte 
de las fuerzas armadas, que cuentan además con un cuerpo especial para 
la protección de instalaciones estratégicas entre las que se encuentran 
todas las instalaciones de PEMEX, ductos, oleoductos, centrales 
eléctricas, etc. 
Los principales estados donde se ha 
registrado el mayor robo de combustible coinciden con estados que en los
 últimos años han tenido conflictos violentos entre autoridades y 
narcotraficantes y se suman estados como Tamaulipas, Nuevo León, 
Coahuila. Lo anterior nos deja temas para la reflexión respecto a los 
nexos de la economía criminal, el robo de hidrocarburos y los nexos 
políticos en un momento en el que el país ya está viviendo la apertura 
energética. 
Según Ana Lilia Pérez, autora del libro El Cartel Negro , afirma que, con la reforma energética aprobada por PRI, PAN y PRD mediante el Pacto por México ,
 hizo más laxos los controles para combatir el robo de hidrocarburos, lo
 cual propicia el mercado negro de éstos y las cifras confirman este 
argumento. Y aquí es donde entra la cara invisible del negocio, pues 
Pérez menciona que en este robo de hidrocarburos están implicados 
diversos empresarios, políticos y altos funcionarios de PEMEX. 
Una de las respuestas que ha dado el gobierno
 federal, además de la militarización de partes del territorio para 
proteger las instalaciones y ductos de PEMEX ha sido la venta de los 
mismos. Desde el año pasado comenzaron las licitaciones para concesionar
 los ductos, como en el caso de dos tramos del ducto 
Satélite-Monclova-Sabinas, caracterizados por un alto índice de robo. 
Otra de las licitaciones en marcha incluye el ducto de 
Topolobampo-Guamúchil-Culiacán y el Tuxpan-Tula, los cuales se 
encuentran en los estados con los registros de robo más altos. 
La responsable de las pérdidas por el robo de
 combustible es PEMEX logística y a pesar de la apertura a empresas 
privadas y la venta de tramos de ductos, la seguridad de éstos recae en 
PEMEX y por lo tanto en el Estado. PEMEX Logística, tiene la obligación 
de invertir en medidas de seguridad para evitar el robo de 
hidrocarburos. Esas medidas incluyen la coordinación con el aparato de 
seguridad mexicano, pero también controles internos sobre trabajadores, 
directivos, así como controles en torno a la entrada y salida de 
hidrocarburos de las principales plantas de PEMEX, pues otro rubro del 
cual casi no se habla, es del robo dentro de la empresa. 
Este tipo de robo implica, por ejemplo, que 
una misma pipa cargue dos veces con una sola factura, que salga una pipa
 con más litros de hidrocarburos de los que registra PEMEX o incluso que
 salga sin emitir un registro. Esto desde luego es “huachicoleo” de 
cuello blanco y tiene implicaciones aún más graves pues se sabe por 
reportajes en la prensa que muchas de estas pipas que no se registran 
van a parar a gasolineras en el país o, en el caso del crudo sin ser 
procesado sale del país a las refinerías estadounidenses ubicadas en el 
sur de Estados Unidos, vendidas a bajos precios y retornan al país a 
precio de dólar, el cual ya rebasó, de nuevo, los 20 pesos. Sin duda 
este tema está ligado a la enorme estructura de corrupción e impunidad, 
características del Estado mexicano de las últimas décadas el cual vive 
un proceso de descomposición social grave. 
 
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