Con Peña, irrupción de emporios y fortunas con la venta de gasolina
PROCESO
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Hay en México un club exclusivo de familias que acumularon fortunas con el negocio de la gasolina: estos “zares”, de la mano de gobiernos generalmente priistas, construyeron emporios con decenas de gasolinerías esparcidas en varios estados.
En la revisión de una muestra de 4 mil 793 permisos para operar gasolinerías que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) otorgó entre 2015 y 2018, Proceso encontró que varios de estos potentados, que obtuvieron decenas o cientos de permisos durante el sexenio de Peña Nieto, incluso participaron en maniobras fraudulentas que favorecieron a los gobernantes.
Grupo Hidrosina es –después del gigante regiomontano Fomento Económico Mexicano y la familia Chiapa, que opera las tiendas 7-Eleven– el principal despachador privado de gasolina en el país. La empresa, que pertenece a los hermanos William y Paul Karam Kassab, obtuvo de la CRE 193 permisos para operar gasolinerías, 55 de ellos en la Ciudad de México, 34 en el Estado de México y otros 26 repartidos entre Veracruz y Tamaulipas.
Según la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda, encabezada por Santiago Nieto Castillo, ese emporio es sospechoso, por lo que, en el marco de la estrategia federal de combate al robo de hidrocarburos, bloqueó las cuentas bancarias de William Karam y lo incluyó en la Lista de Personas Bloqueadas junto con otros presuntos lavadores de dinero, según reportó el diario Reforma el 31 de enero.
Karam solicitó un amparo el pasado 28 de enero y un juez le otorgó la suspensión provisional dos días después.
En las últimas tres décadas, los Karam Kassab se vincularon con personajes involucrados en maniobras fraudulentas a favor del PRI: uno fue el exbanquero yucateco Carlos Cabal Peniche, quien se enriqueció durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari –por lo que huyó del país– y confesó haber financiado ilegalmente las campañas presidenciales de Luis Donaldo Colosio y Ernesto Zedillo, así como la de Roberto Madrazo para el gobierno de Tabasco.
Este es un extracto del reportaje que publica la revista Proceso en su edición 2205 en circulación
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