México, el único país de Latinoamérica sin apoyos al empleo por pandemia: OIT

 

Por: Blanca Juárez 30 Sep 2020
Un nuevo reporte de la organización indica que América Latina ha perdido más de 34 millones de empleos por la crisis de la covid-19. Con esa cifra, se convierte en la región más afectada del mundo en el 2020.
México, el único país de Latinoamérica sin apoyos al empleo por pandemia: OIT

México es el único país de América Latina donde no se han implementado políticas públicas para sostener el empleo perdido por la pandemia de covid-19. Esto a pesar de que es el que “con más intensidad” refleja la crisis laboral que se padece en la región más golpeada económicamente a causa de la emergencia sanitaria.

La OIT presentó este miércoles el informe Impactos en el mercado de trabajo y los ingresos en América Latina y el Caribe. En él detalla que en la región, 34 millones de personas dejaron su fuente de ingresos por la pandemia. En México, destaca, entre marzo y abril hubo una pérdida de 10.4 millones de puestos informales y de 2 millones de plazas formales.


En el documento reporta las principales políticas públicas aplicadas para tres problemáticas: mantener el empleo, la seguridad económica de personas desocupadas y la de quienes están en el sector informal.

Para la primera, en países como Argentina, Uruguay o Chile los gobiernos han otorgado seguros de desempleo, también subsidios a la nómina salarial y otros apoyos a las empresas. La condición es que no haya despidos. México no aparece entre las naciones que han aplicado estas políticas.

Es reporte es el segundo de la serie Panorama laboral en tiempos de la Covid-19, de la OIT. Hace uno días fue publicada la sexta entrega del Observatorio de la OIT: La covid-19 y el mundo del trabajo. En este último, donde analiza la situación global, indica que en México hay un gran problema de inactividad, incluso más que de desempleo o de disminución de las horas trabajadas en el confinamiento.

“México refleja con más intensidad” la situación que está ocurriendo en Latinoamérica, señaló la especialista Roxana Maurizio, quien elaboró el documento regional. En conferencia de prensa, agregó que en los países analizados hay una fuerte salida a la “inactividad” obligada por el confinamiento.

Sin embargo, buena parte de esa población clasificada en las estadísticas como no económicamente activa (PNEA), y que declara no estar disponible, “en los hechos está expectante; está esperando poder retomar su ocupación”, explicó.

Según el informe, entre marzo y abril, la PNEA en México aumentó 30 por ciento. Y el alza en el subconjunto de las personas disponibles fue del 240 por ciento. En ese periodo de tiempo la población que declaraba no estar disponible para trabajar subió de del 15 al 40% de la PNEA.

https://twitter.com/OITnoticias/status/1311362970849554432?s=20

Ayudas para desocupación e informalidad

Para contrarrestar la segunda gran problemática —la inseguridad económica de personas desocupadas— en Latinoamérica se ha recurrido a los seguros contributivos, estos pueden ser de desempleo o de cesantía. Aunque la desventaja es que son prestaciones relativamente bajas, dice la OIT. Los países que están ocupando esta política son Uruguay, Chile, Brasil, Argentina y Colombia. De nuevo, México no la aplica.

Para garantizar la tercera necesidad que advierte la OIT —la seguridad económica para quienes están en la economía informal— hay varios instrumentos que son temporales. El organismo destaca:

  • Prestaciones condicionadas
  • Prestaciones no condicionadas de emergencia
  • Otras prestaciones monetarias y no monetarias

Estas estrategias van enfocadas a personas desocupadas, inactivas y del sector informal. También a quienes no tienen ingresos o son bajos, “indistintamente de su estatus laboral”. De nuevo, México no figura entre los países que entregan este tipo de ayudas. En cambio, sí lo están Chile, Brasil, Colombia, Costa Rica y Argentina.

En julio del 2019, del total de puestos de trabajo creados en este país, 3.8% correspondía a aquéllos donde las personas están ausentes temporalmente, pero con vínculo laboral. Es decir, seguían contratadas, pero no estaban ejerciendo ninguna función por algún motivo.

Para abril del 2020 ese porcentaje se elevó a 22%, indica el informe de la OIT. El riesgo es que, difícilmente, si no se está trabajando, a pesar de no ser personal despedido, las personas pueden no estar recibiendo su salario íntegro.

Además “de la figura del trabajador ausente”, la reducción de la jornada laboral ha sido otra vía de ajuste en algunos países de la región, dice el informe.

La tasa de subocupación en México, o sea, el número de personas trabajadoras que tienen tiempo para laborar más y obtener más ingresos, era del 7.9% en julio de 2019, en mayo de este 2020 llegó a 30 por ciento.

Estas medidas de apoyo para mantener el vínculo laboral “resultan de crucial importancia”, enfatiza la OIT. Por un lado, evitan que la gente pierda habilidades laborales específicas y generales, también evita los costos de nuevas contrataciones futuras para ambas partes. “Por otro lado, porque el mantenimiento de este vínculo podría facilitar una más rápida recuperación económica”.

 

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