El "99%" marchó por Wall Street contra la avaricia empresarial y la desigualdad

David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 6 de octubre de 2011, p. 31

Nueva York, 5 de octubre. "Somos el 99 por ciento", corearon miles de estudiantes, sindicalistas, veteranos, inmigrantes, profesores y activistas de todo tipo en la primera acción masiva contra la "avaricia empresarial" del uno por ciento más rico, la corrupción del sistema político y la desigualdad económica desde que el sector financiero provocó la peor crisis económica desde la gran depresión.

La presencia de una amplia gama de sindicatos transformó lo que comenzaron unos cientos de jóvenes, en su mayoría blancos, de universidades privadas el 17 de septiembre, no sólo en números sino en diversidad, y ha generado lo que muchos líderes sindicales y comunitarios afirman es un nuevo movimiento social por la justicia económica.

Algunas fuentes policiales estimaron en más de 10 mil los asistentes a la marcha y los organizadores calcularon el doble. Esta noche, al concluir el mitin, se reportaron algunas detenciones cuando un grupo de manifestantes trató de ingresar a Wall Street.

Bob Masters, director político del distrito noreste del sindicato de telefonistas CWA, en un mitin en apoyo al plantón, declaró: "Ocupa Wall Street ha lanzado un nuevo movimiento y juntos ganaremos". Mientras miles continuaban llegando a la Plaza Foley en medio de los tribunales de Nueva York donde se celebró el mitin, Masters llamó a la "solidaridad, hermanos y hermanas. Todos juntos estamos diciendo: ¡ya basta!"

"Todo el día, toda la semana, Ocupa Wall Street", coreaban mientras caminaban por Broadway. Entre ellos estaban las agremiadas al Sindicato Nacional de Enfermeras (con pancartas que decían "curamos a Estados Unidos"), trabajadores del metro, choferes de autobuses del TWU y trabajadores de tiendas departamentales del sindicato UFCW.

Con la brisa ondeaban banderas del sindicato de maestros UFT, del automotriz UAW, laboristas, del sector público AFSCME, de servicios SEIU, y el de profesores e investigadores de universidades de la ciudad de Nueva York, como Columbia.

También participó una amplia gama de organizaciones comunitarias, con latinos, hindúes, chinos, puertorriqueños, dominicanos, mexicanos y árabes, entre otros, sumados en solidaridad. "Filipino-estadunidenses apoyan Ocupa Wall Street", se leía en una manta, y otra proclamaba lo mismo de parte de indígenas americanos.

Estudiantes abandonaron las aulas en varios planteles de la Universidad Estatal de Nueva York para sumarse a las protestas.

Multitud de expresiones mostraba el mosaico de pancartas hechas a mano. "Come a los ricos"; "Si el gobierno no puede detener a Wall Street, nosotros lo haremos"; "Cuando los ricos roban a los pobres se llama negocio. Cuando los pobres se defienden se llama violencia"; "Protejan las escuelas, no a los millonarios".

Circulan un par de camisetas de estadunidenses con la imagen de Zapata, y un joven que ha estado en la Plaza Libertad desde el 17 de septiembre mostró orgulloso un emblema del EZLN al enterarse de que La Jornada cubría la marcha.

"Lo mismo que sucedió en Egipto sucede aquí; ya no podemos aguantar más", afirmó Hank, integrante del sindicato de trabajadores del transporte público TWU, cuando marchaba. Un turista español tomaba fotos de la marcha y comentaba a sus compañeros: "mira, qué bonito, igual que nosotros".

Al pasar autobuses de turismo, los manifestantes gritaban: "dejen de tomar fotos y mejor únanse a nosotros". Otros alertaban al ejército de policías: "Ustedes también son parte del 99 por ciento, vengan con nosotros". Trabajadores de la construcción que laboran en un edificio cercano se pusieron a leer copias del periódico el Wall Street Journal Ocupado.

Todo empezó cuando una marcha desde la plaza ocupada a un par de cuadras de Wall Street se dirigió hacia la Plaza Foley, a unas 10 cuadras de distancia. Al llegar ahí se escuchó un ensordecedor grito de júbilo al momento de encontrarse con un mitin organizado por los principales sindicatos de Nueva York junto con organizaciones comunitarias.

Después de los inevitables discursos, se realizó la marcha de regreso a la rebautizada Plaza Libertad, movimiento que tardó un par de horas por su tamaño. Así se celebró la solidaridad entre Ocupa Wall Street, sindicatos y agrupaciones comunitarias.

El movimiento capturó la pasión de millones en EU: AFL-CIO

Desde Washington, el presidente de la central obrera nacional AFL-CIO, Richard Trumka, hizo una declaración pública: "el movimiento conocido como Ocupa Wall Street ha capturado la pasión de millones de estadunidenses, quienes ya han perdido la esperanza en los políticos de esta nación, y ahora con estos actos hablan directamente a ellos. Apoyamos a los manifestantes en su determinación de responsabilizar a Wall Street por sus acciones y demandar que se creen empleos. Estamos orgullosos de que hoy en Wall Street, choferes, pintores, enfermeras y trabajadores de servicios básicos se unen a estudiantes y propietarios de casas, a desempleados y a los que no tienen empleos fijos, para hacer un llamado por los cambios fundamentales que se necesitan".

Poco antes, los integrantes del comité ejecutivo –presidentes de sindicatos nacionales– habían aprobado de manera unánime dar apoyo a Ocupa Wall Street.

También se realizaron acciones semejantes en otras partes del país. En Boston, cientos de estudiantes y enfermeras sindicalizadas hicieron un mitin en protesta por los altos costos de la educación y las reducciones en presupuestos de salud, y por lo que definen como el "control corporativo del gobierno". En Seattle se reportaron arrestos cuando unos ocupas rehusaron acatar órdenes de abandonar un espacio público.

En Los Ángeles, reporta la agencia Ap, hubo un trato diferente del gobierno después de que los concejales aprobaron una resolución en apoyo de los Ocupa Los Ángeles, y la oficina del alcalde Antonio Villaraigosa distribuyó 100 ponchos de plástico para proteger de la lluvia a los integrantes del plantón. También se organizaron acciones en Boise, Idaho y varias ciudades más.

Hoy este movimiento dio un giro que no sólo amplió sus bases, sino que si esta naciente alianza de estudiantes y trabajadores se logra consolidar, podría transformar el panorama político de este país.

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