Mujeres son blanco de la violencia laboral en México
La Jornada
06 marzo 2012
México, DF. Las trabajadoras mexicanas ganan en promedio 30 por ciento menos que los hombres, aun cuando tengan iguales puestos y responsabilidades; integran el mayor número de personal sin prestaciones del país y la gran mayoría percibe entre 1 y 3 salarios mínimos, es decir entre 65 y 190 pesos diarios.
Tal diagnóstico fue presentado ayer, durante el anuncio de la formación de la Alianza de Mujeres Trabajadoras, organización que buscará aplicar diversas estrategias para acabar con el sexismo y la discriminación laboral.
Dicha alianza estará integrada por representantes de diversas organizaciones obreras, como la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), sindicatos como el de la UNAM, tranviarios, telefonistas, el SME, el de técnicos petroleros, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (Cilas), el sindicato de trabajadores del Inca Rural, el Consejo Nacional de los Trabajadores y de la Unión de trabajadores del Instituto de Educación Media Superior.
De este último, Verónica Cano expuso que la mujer trabajadora mexicana se ha convertido en el blanco perfecto de la violencia laboral, el punto más vulnerable para los despidos y la mano de obra más barata.
Silvia Ramos, de la Unión de Técnicos y Profesionistas Petroleros, indicó que el país sufre una política laboral de castigo para los trabajadores, en la que las organizaciones independientes son golpeadas y perseguidas y con ello se borran derechos obreros. Por ello es necesaria, destacó, la unión de fuerzas, en este caso de las mujeres trabajadoras en defensa de sus derechos.
Marta Heredia comentó que las mujeres son más explotadas que los hombres, pues la mayoría laboran en condiciones de precariedad, sin seguridad social, con bajos salarios, con una baja tasa de sindicación y en empresas donde la mayoría de las trabajadoras padecen a sindicatos corporativos. Es decir, no tienen acceso a la justicia laboral.
Entre los objetivos de esta alianza, destacan: promover las políticas de equidad, crear formas de solidaridad y apoyo con las mujeres trabajadoras; construir liderazgos femeninos y democráticos; acabar con la discriminación por sexos, y luchar por una sociedad sin discriminación.
Fuente
06 marzo 2012
México, DF. Las trabajadoras mexicanas ganan en promedio 30 por ciento menos que los hombres, aun cuando tengan iguales puestos y responsabilidades; integran el mayor número de personal sin prestaciones del país y la gran mayoría percibe entre 1 y 3 salarios mínimos, es decir entre 65 y 190 pesos diarios.
Tal diagnóstico fue presentado ayer, durante el anuncio de la formación de la Alianza de Mujeres Trabajadoras, organización que buscará aplicar diversas estrategias para acabar con el sexismo y la discriminación laboral.
Dicha alianza estará integrada por representantes de diversas organizaciones obreras, como la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), sindicatos como el de la UNAM, tranviarios, telefonistas, el SME, el de técnicos petroleros, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (Cilas), el sindicato de trabajadores del Inca Rural, el Consejo Nacional de los Trabajadores y de la Unión de trabajadores del Instituto de Educación Media Superior.
De este último, Verónica Cano expuso que la mujer trabajadora mexicana se ha convertido en el blanco perfecto de la violencia laboral, el punto más vulnerable para los despidos y la mano de obra más barata.
Silvia Ramos, de la Unión de Técnicos y Profesionistas Petroleros, indicó que el país sufre una política laboral de castigo para los trabajadores, en la que las organizaciones independientes son golpeadas y perseguidas y con ello se borran derechos obreros. Por ello es necesaria, destacó, la unión de fuerzas, en este caso de las mujeres trabajadoras en defensa de sus derechos.
Marta Heredia comentó que las mujeres son más explotadas que los hombres, pues la mayoría laboran en condiciones de precariedad, sin seguridad social, con bajos salarios, con una baja tasa de sindicación y en empresas donde la mayoría de las trabajadoras padecen a sindicatos corporativos. Es decir, no tienen acceso a la justicia laboral.
Entre los objetivos de esta alianza, destacan: promover las políticas de equidad, crear formas de solidaridad y apoyo con las mujeres trabajadoras; construir liderazgos femeninos y democráticos; acabar con la discriminación por sexos, y luchar por una sociedad sin discriminación.
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