Debe castigarse a beneficiarios del endeudamiento de maestros: CNTE

De los corresponsales

 

Periódico La Jornada
Domingo 24 de noviembre de 2013, p. 7 

Dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) advirtieron que no es suficiente que el gobierno federal destine 5 mil millones de pesos para restructurar la cartera de créditos por nómina del magisterio: debe investigar y sancionar a quienes se beneficiaron de préstamos usureros.

Señalaron que en el endeudamiento de miles de profesores “colaboraron no sólo empresarios agiotistas, sino la cúpula charra del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), hoy encabezada por Juan Díaz de la Torre, a quien se le entrega en bandeja de plata el uso político de un programa con recursos millonarios”.
Francisco Bravo, líder de los maestros disidentes en el Distrito Federal, denunció que en este fraude cometido contra los docentes también participaron las autoridades educativas, que fueron permisivas al ofrecer toda clase de facilidades para que se realizaran descuentos por nómina, incluso aunque el trabajador no lo hubiera autorizado así.
En el caso de la participación de líderes institucionales del gremio, destacó que en las oficinas centrales del SNTE se permitió la instalación de módulos para promover préstamos mediante la nómina.

Dijo que los representantes sindicales recibieron dinero de estas empresas por ayudarlas a promover sus préstamos en las escuelas, lo que se tradujo en que muchos compañeros llegaron a cobrar 200 pesos por quincena, debido a los descuentos.
Agregó que en planteles de la capital del país llegaban promotores de diversas empresas con oficios del SNTE, donde se especificaba que tenían un convenio, es decir, buena parte de la estructura del Comité Ejecutivo Nacional y de sus comités seccionales eran los que promovían estos préstamos con deudas estratosféricas.
Al respecto, Pedro Ramírez Vázquez, dirigente del magisterio en la sección 36 del estado de México, afirmó que se enganchó a muchos maestros con el engaño de que todo era más fácil si se descontaba directamente en nómina, pero no se les advirtió que los intereses eran altísimos.

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