Legisladores: con la entrada de capital privado habrá despidos masivos en Pemex y CFE

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Integrantes del Movimiento Regeneración Nacional observan el debate del dictamen de la reforma energética, en pantallas instaladas afuera del SenadoFoto Marco Peláez
Andrea Becerril y Víctor Ballinas
 
Periódico La Jornada
Lunes 9 de diciembre de 2013, p. 5
Con la apertura al capital privado que se propone en el proyecto de reforma energética, Petróleros Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) reducirán de manera significativa sus actividades y, a corto plazo, deberán entregar algunas de sus instalaciones, ya que otros organismos públicos que se van a crear asumirán parte de sus funciones actuales. Legisladores del PRD prevén además el despido masivo de personal en ambas paraestatales.
Aunque Pemex podrá continuar con la explotación de yacimientos petroleros que ahora lleva a cabo, una vez que se convierta en empresa productiva del Estado, como se establece en el proyecto de dictamen, deberá competir con las compañías extranjeras para obtener asignaciones y contratos.
Estará obligada a entregar la infraestructura para el transporte y almacenamiento de gas natural, así como los contratos para la explotación de ese energético, una vez que se promulgue la reforma que se discute en el Senado y la ley reglamentaria en la materia.
En la reforma al artículo 27 constitucional se establece que a Pemex se le asignarán obras y podrá incluso suscribir contratos conjuntos con empresas privadas, pero en el artículo sexto transitorio queda inscrito que deberá acreditar que cuenta con las capacidades técnicas y financieras y de ejecución necesarias para explotar y extraer los hidrocarburos de forma eficiente y competitiva.
Se le da un plazo de 60 días para demostrarlo así a la Secretaría de Energía, pero se mantiene su actual régimen fiscal, que no le deja recursos para invertir en exploración o explotación, y no podrá competir con las grandes petroleras trasnacionales.
Debilitamiento de Pemex
La senadora perredista Dolores Padierna recalcó que hay un total debilitamiento de Pemex, ya que será la Comisión Nacional de Hidrocarburos la que asigne, licite y administre las licencias y contratos de exploración y explotación.
Esta comisión, que tendrá autonomía de gestión, indicará a Pemex qué sectores y en qué territorio se puede o no explorar. Será también la encargada de otorgar los permisos para refinar y procesar el gas natural.
Pemex recibirá la asesoría técnica de esa Comisión Nacional de Hidrocarburos y no tendrá derecho a recopilar la información geológica, operativa y estratégica para su funcionamiento.
Padierna destacó que en el caso de la CFE se le da sólo un año de vida, una vez que se apruebe la reforma constitucional, ya que se va a crear un nuevo organismo descentralizado, el centro nacional de control de energía, encargado de vender la electricidad al mayoreo.
En el artículo 16 transitorio del proyecto de dictamen de la reforma energética se obliga a la CFE a transferir los recursos que ese centro nacional de control de energía requiera para el cumplimiento de sus facultades.
Ese centro, se detalla, dará a la CFE el apoyo necesario, hasta por 12 meses posteriores a su creación, para que continúe operando sus redes del servicio público de transmisión y distribución en condiciones de continuidad, eficacia y seguridad.
En ese mismo artículo 16 transitorio se indica que 12 meses después de que entre en vigor la modificación a la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional en el ramo del petróleo, se emitirá el decreto para crear el centro nacional de control de gas natural, que será el encargado de operar el sistema nacional de ductos de transporte y almacenamiento.
Se precisa que Pemex y sus organismos subsidiarios deberán transferir los recursos para que ese centro adquiera y administre la infraestructura para el transporte por ducto y almacenamiento de gas que tengan en propiedad. También deberán transferirle de forma inmediata los contratos que tengan suscritos.
Será el finiquito gradual de Pemex y CFE, sostuvo el perredista Rabindranath Salazar. Indicó que debido a la menor actividad, habrá despidos masivos en ambas empresas; en Pemex, unos 100 mil petroleros, algunos de las áreas que ya no serán estratégicas o del personal sindicalizado, que tendrá que competir en condiciones inequitativas respecto de los extranjeros, recalcó.
Fernando Mayans, también del PRD, increpó al dirigente del sindicato petrolero, el senador priísta Carlos Romero Deschamps: Ojalá ayude a los compañeros de Pemex, para que no sucedan estas cosas.
Romero Deschamps, aunque es secretario de la Comisión de Energía, una de las dictaminadoras, no participó en el debate que ayer se dio en torno al proyecto de dictamen por varias horas.

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