A la luz del pacto económico, EU y Canadá tendrán preferencias en los energéticos

Foto
En una de las numerosas marchas de grupos agrarios en contra del TLCAN, campesinos cortaron una bandera de Estados Unidos. La movilización ocurrió en enero de 2008 en la ciudad de MéxicoFoto Francisco Olvera
Susana González G.
 
Periódico La Jornada
Viernes 3 de enero de 2014, p. 4
México pudo mantener su sector petrolero en reserva permanente durante las dos décadas que cumple el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pero esto cambiará con la reforma energética recién aprobada, que ampliará y facilitará la participación de empresas extranjeras, sin que haya necesidad de renegociar o replantear el acuerdo, sostuvo Arnulfo R. Gómez, especialista en comercio exterior y catedrático de la Universidad Anáhuac.
Además, con tal apertura, en la negociación que lleva a cabo México en el Acuerdo de Asociación Transpacífico (ATP), impulsado por Estados Unidos y en el que participan otras diez naciones, no se requerirá pugnar por un nuevo capítulo de reserva en el sector petrolero porque, dijo, resulta inútil bordar sobre lo que ya está bordado.
Cuando se negoció el TLCAN y hasta el año pasado, la Constitución no permitía la participación privada en el sector petrolero; por eso las autoridades que lo negociaron hicieron la reserva al respecto, pero no sólo nosotros, también Estados Unidos y Canadá lo hicieron, y no hubo problema porque quedó muy bien delimitado y así ninguno de los países socios tendría injerencia sobre otro, comentó Arnulfo R. Gómez, quien participó en el llamado cuarto de junto o cuarto de guerra con la delegación canadiense durante las negociaciones del acuerdo en 1993.
La reserva permanente se hizo en función de las leyes mexicanas vigentes entonces, pero si éstas se modifican el TLCAN no tiene por qué cambiar. No se vulnera el tratado, más bien se amplía y se facilita a las empresas participar en el sector energético, comentó.
Refirió que México metió su industria petroquímica en una de las reservas temporales, ya que, de los 19 productos de la petroquímica básica que existían y se discutieron en la mesa de negociaciones, se previó que unos 10 podrían abrirse a la larga a la inversión privada nacional o extranjera.
Eso finalmente sucedió hace como diez años, abundó, cuando en México se modificó la ley al respecto, y por eso empresas como Mexichem participan en el sector petroquímico, pero no se modificó el TLCAN.
La exploración y explotación de petróleo no era el único sector que el gobierno de México logró mantener como reserva permanente en el TLCAN, pues según Arnulfo R. Gómez todos los servicios públicos que entonces sólo prestaba el Estado gozaron de tal categoría, como los correos, lo cual también ha cambiado al paso del tiempo y con la aprobación de nuevas leyes.
Si bien consideró que como socios de México en el TLCAN, los grandes corporativos energéticos de Estados Unidos y Canadá podrían tener ventajas de participar en el sector, acotó que lo mismo podrían reclamar las restantes 43 naciones que han firmado otros tratados comerciales con el país, así como aquellas con las que tiene acuerdos de inversión recíproca.
Sin embargo, todo dependerá de cómo queden las leyes secundarias al respecto: En principio se acepta la inversión privada, pero la posibilidad real de que se dé depende de las leyes secundarias, en las que nosotros debemos tener mucho cuidado.
Por otro lado, recordó que efectivamente con el TLCAN se instrumentaron desde 1993 cuatro mecanismos de solución de controversias en cuestión de inversiones que quedan por encima de los tribunales de cada país. En principio se estableció que las diferencias se diriman a través de un mecanismo del TLCAN, pero si la parte quejosa decide no hacerlo así hay cuatro organismos para hacerlo, pero no se puede recurrir a uno u otro conjuntamente, sólo se puede seleccionar uno.

Fuente

Comentarios