Los 32 muertos eran de empresas ‘outsourcing’, ninguno de Pemex: Mexichem

Desesperación por no tener noticias. Foto: Yahir Ceballos
Desesperación por no tener noticias. Foto: Yahir Ceballos

PROCESO

XALAPA, Ver. (apro).- El director general de Mexichem, Antonio Carrillo Rule, aseguró que de los 32 obreros fallecidos en la doble explosión del área de Clorados III del complejo petroquímico Pajaritos, ni uno solo era empleado de Pemex o de Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV), pues quienes perdieron la vida eran trabajadores de empresas contratistas como Gamza, Ica Flour y Welding, entre otras.
En declaraciones a la agencia local AVC, al periódico Milenio y al grupo Imagen, entre otros, Carrillo Rule explicó que, aunque la planta Clorados III es operada por PMV, eran contratistas quienes hacían las tareas de mantenimiento y de control de válvulas, así como las remociones en los andamios.
“Había más de 700 contratistas trabajando en la modernización de la planta, desgraciadamente todos los fallecidos que tenemos son gente de los contratistas, no son trabajadores de Pemex”, aclaró.
Sin pretenderlo, Carrillo corroboró las quejas de familiares y amigos de las víctimas, quienes han recriminado en el puente Coatzacoalcos I y a las afueras del complejo Pajaritos que ni a fallecidos, ni a heridos, la empresa Mexichem, Pemez, PMV o el gobierno federal les ha apoyado con los gastos funerarios, ni tampoco han hablado de alguna indemnización.
El directivo de Mexichem –empresa que obtuvo la concesión de Pajaritos hace tres años, casi al arrancar el sexenio de Peña Nieto– atajó que PMV es una empresa que tiene su propio consejo de administración, sus empleados, su estructura independiente, y que en el área de Clorados III operaban puros contratistas.
Este martes por la tarde la empresa PMV y Mexichem abrieron las puertas del complejo Pajaritos a la prensa local, en aras de acallar un poco las críticas en torno al número de desaparecidos, la dificultad de identificar a los muertos, así como el deslinde que han hecho de los empleados fallecidos y cuyas empresas outsourcing del petróleo no han querido apoyar ni en los gastos funerarios.
En medio de fierros quemados, de las estructuras de Pajaritos destruidas y tras un cerco de cien metros del lugar donde ocurrió la explosión, fotoperiodistas y camarógrafos recorrieron el complejo petroquímico.
A los reporteros y fotógrafos se les permitió realizar su labor en un área acordonada, esto a unos 100 metros de distancia del lugar exacto de la explosión.
Desde el ingreso al lugar se pueden ver cristales rotos, ventanas que hoy son cubiertas con bolsas negras y pedazos de metal esparcidos por todo el suelo.

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