Madres de desaparecidos, en un grito desesperado; piden ayuda internacional
PROCESO
Las mujeres salieron del Monumento a la Madre y caminaron alrededor de una hora hacia la columna de la Independencia, como lo han hecho desde hace cinco años, para saber dónde están sus seres queridos.
Desde Baja California, Sinaloa, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Veracruz, Querétaro, Guerrero, Oaxaca, Tamaulipas y la Ciudad de México, así como de Honduras, Guatemala y El Salvador, este 10 de mayo las mujeres se movilizaron una vez más para denunciar el abandono gubernamental.
Entre ellas sobresalía la figura de María Herrera, quien busca a cuatro hijos desaparecidos y es la misma que increpó al expresidente Felipe Calderón por la falta de atención al problema. La mujer tiene los ojos secos de llorar y se nota cansada, pero sigue marchando.
“Pareciera que esto no va a tener fin, estos años lo único que he podido recoger es dolor, sufrimiento, impotencia y perversidad de parte del gobierno y de las autoridades que nos hacen creer que van a buscar a nuestros hijos. Sabemos que no lo están haciendo”, señaló María Herrera, fundadora de Familiares en Búsqueda, cuyos hijos desaparecidos son Jesús, Raúl, Gustavo y Armando Trujillo Herrera.
“Esto no para porque nuestros gobiernos no están haciendo su trabajo. Dicen: ‘se nos están acercando muchas víctimas y no tenemos capacidad para atenderlos’, como si nosotros los estuviéramos fabricando y no quieren aceptar que es por su falta de eficacia y por su colusión con el crimen que no quieren hacer nada. La marcha de hoy es un grito desesperado a la sociedad, no sólo para que nos ayuden a nosotros, sino para que se unan para que esto ya no suceda más. Lo que sufrimos le puede pasar a cualquiera”, subrayó.
El llamado a la unidad de familiares de desaparecidos y a la solidaridad ciudadana prevaleció en el acto de este martes, en el que –a través del Movimiento Nacional por Nuestros Desaparecidos en México– las madres pidieron a entes internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA), que reconozcan que “oficialmente México vive una crisis humanitaria, una debacle institucional y carente de legitimidad”.
De acuerdo con las cifras oficiales, cada día desaparecen al menos 11 personas, y a febrero de este año la cifra alcanzaba los 26 mil 121 desaparecidos. Si esa tendencia continúa, “la cifra seguirá creciendo y podrían ser hasta 50 mil personas cuando termine esta administración”.
En la lectura de un comunicado las madres solicitaron a esas instancias internacionales “valorar la manera de intervenir en nuestro país ante el Estado fallido y el sufrimiento de su población, que vive una suerte de conflicto interno en el cual estamos atrapados los habitantes nacionales y migrantes en su paso a Estados Unidos”
El llamado de auxilio se hizo extensivo a la Unión Europea para que colabore “en transformar de raíz el sistema político mexicano, caldo de cultivo de la impunidad generalizada y germen de la corrupción más refinada, que lo mismo vende nuestras riquezas nacionales que se rinde o se coordina con la delincuencia organizada”.
Las familias de desaparecidos también pidieron a los gobiernos de Centro y Sudamérica que exijan medidas urgentes a la ONU y la OEA para ayudar a los migrantes que en su camino a Estados Unidos “son víctimas del triángulo de las Bermudas, que es en lo que se ha convertido nuestro territorio”.
A nivel nacional, los familiares exigieron a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que actúe en consecuencia con la tragedia humanitaria, y al Congreso de la Unión le pidieron realizar reformas legislativas para garantizar la autonomía de la procuración de justicia y la creación de un instituto forense, además de mejorar el funcionamiento de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) y llamar a cuentas al presidente Enrique Peña Nieto por no proponer un presupuesto “acorde con la dimensión del problema de tanto desaparecido”.
En representación de los familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, los padres de César Manuel González recibieron el mensaje de las madres presentes que los llamaron a “no caminar solos” y a unirse en una lucha nacional.
Mario González, quien informó que el resto de los padres de los normalistas desaparecidos participaba en otras movilizaciones en Guerrero, aseguró que también se movilizan por “los otros desaparecidos, por los despojados y las injusticias”
Tras recordar que los han invitado a aceptar dinero como parte de la reparación del daño por la desaparición de sus hijos, recomendó a las madres presentes exigir como única reparación de daño “la presentación de nuestros hijos. No queremos dinero, no nos vamos a comer a nuestros hijos en pedazos”, dijo.
En su intervención, el obispo de Saltillo Raúl Vera destacó que el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos se convirtió en una “luz que iluminó para el mundo las tinieblas de la desaparición, de los miles que están en esa condición” y que no eran tomados en cuenta.
El religioso, que junto con las madres de los desaparecidos marchó bajo el sol, las animó para que no decaigan en su lucha. “Ustedes marcan el camino, aquí vengo a aprender la garra y la fuerza para enfrenta la violencia que vivimos. Su fuerza nos impide ser cobardes, ser miedosos o claudicar”.
Luis Alberto López, de la Red por la Verdad y Justicia, que integra a familiares de personas de El Salvador, Guatemala y Honduras, sostuvo que es la primera ocasión en que colectivos de madres centroamericanas se movilizan para exponer públicamente su dolor en la tradicional marcha del 10 de mayo.
Denunció el maltrato de las autoridades mexicanas hacia los familiares de los migrantes desaparecidos, y señaló que para las instancias de investigación los casos de centroamericanos “son de oficios y los engavetan”.
Por su parte, Blanca Martínez, de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en México (FUNDEM), lamentó que una vez más se haya postergado la discusión y aprobación de una ley general sobre desaparición, y que “la prioridad de la clase política mexicana no esté en consonancia con el drama nacional”.
“México está lleno de fosas, de sangre de nuestro pueblo, miles de desaparecidas y desaparecidos, desplazamiento y demás, y ellos (los legisladores) están haciendo su ley anticorrupción para protegerse a ellos, cuando nosotros lo que estamos pidiendo es un marco legislativo que sea un asidero necesario para avanzar en la búsqueda de nuestros seres queridos, que posibilite dar con la verdad y la justicia, pero prefirieron protegerse y ver cómo venden el país, y se va al siguiente periodo”, añadió.
Al finalizar la movilización, las madres que llegaron de distintas partes del país descasaron unas horas en la glorieta del Ángel de la Independencia, donde compartieron algunos alimentos antes de retornar a sus ciudades de origen, a la lucha continua en la búsqueda de sus hijas e hijos desaparecidos.
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