Sondeo Grecia: Syriza perdería el poder y la mitad de los votos

3 de noviembre de 2016

Syriza pasaría de 145 escaños a 54, dejando a Nueva Democracia con 101 diputados más que en septiembre de 2015. Amanecer Dorado ganaría seis parlamentarios más.
Si las elecciones griegas se celebrasen a día de hoy, el resultado respecto a las de septiembre de 2015 daría todo un vuelco. Si el año pasado Syriza venció con un 35,5% de los votos, el sondeo de Electograph le da a 27 de octubre de este 2016 una estimación de votos del 18%. De esta manera, el partido de Alexis Tsipras pasaría de tener 145 diputados a 54, siendo Nueva Democracia, el partido conservador griego por excelencia, quien recogería el liderazgo.
Según la encuesta del portal web, Nueva Democracia sumaría 101 diputados más que en 2015: de 75 a 176, lo que se traduciría en pasar del 28,1% de los votos al 42%, más de lo que alcanzó Syriza en septiembre del año pasado. Un desgaste gubernamental donde las recetas de la Troika no pasan desapercibidas para el futuro electoral de la coalición de izquierdas que gobierna en el país heleno ahora que Bruselas descarta una nueva crisis de deuda en Grecia en al menos una década.
Un reparto parlamentario que también sufriría grandes variaciones respecto a 2015. Si de las elecciones de septiembre alcanzaron representación en el Parlamento griego ocho formaciones políticas, a día de hoy la cifra se quedaría en cinco, quedándose fuera To Potami, la Unión de Centro y los nacionalistas Griegos Independientes (ANEL), los socios de gobierno de Tsipras. Aparte de la gran ventaja que tomaría Nueva Democracia sobre Syriza, Amanecer Dorado, el partido nazi griego, vería aumentar sus diputados de 18 a 24 (del 7% de los votos al 8%).
A su vez, el PASOK, el partido socialdemócrata heleno, recuperaría aliento igualando los diputados y el porcentaje de votos que Amanecer Dorado (del 6,3% que se tradujo en 17 parlamentarios al 8%). Por su parte, el Partido Comunista de Grecia (KKE) sería la quinta formación en el Parlamento griego con el 7,5% de los votos y sus 22 diputados, ganando siete respecto a los comicios de septiembre.
El sistema electoral griego vivió a finales de julio todo un lavado de cara. Si se caracterizaba por ‘regalar’ 50 escaños (en un parlamento de 300) a aquel partido que ganaba los comicios, esa particularidad, que en el pasado garantizaba mayorías absolutas donde en rigor no las había, no se verá en las nuevas elecciones gracias. Una reforma aprobada por Syriza y ANEL, junto al apoyo de los centristas, comunistas y de un diputado independiente, fue duramente criticado por Nueva Democracia, tal y como reflejó su líder, Kyriakos Mitsotakis: “Están convencidos de que en las próximas elecciones sufrirán una derrota grave y por eso quieren impedir que Nueva Democracia forme Gobierno. No es capaz de gobernar y quiere imponer la ingobernabilidad en el país”.
EB

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