Consejo Supremo Indígena propone un proyecto alternativo a la autopista Toluca-Naucalpan

La autopista Toluca-Naucalpan, que atraviesa tierras comunales, ya causó la destrucción de miles de árboles del bosque otomí. Foto: Mathieu Tourliere
La autopista Toluca-Naucalpan, que atraviesa tierras comunales, ya causó la destrucción de miles de árboles del bosque otomí. Foto: Mathieu Tourliere


PROCESO 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Consejo Supremo Indígena de San Francisco Xochicuautla propuso “un proyecto alternativo de ingeniería ambiental, basado en túneles y puentes”, en lugar de la autopista Toluca-Naucalpan, que pretende cruzar y dividir a la comunidad ubicada en Lerma, Estado de México.
Se trata de un proyecto diferente “porque no queremos que nuestro territorio quede confinado, sino que podamos permanecer junto a nuestro bosque y a nuestros lugares sagrados”, puntualizó José Luis Fernández, vocero de la comunidad.
La propuesta sigue el trazo original de la autopista, añadió, pero constituye el respeto de escurrimientos naturales subterráneos, que alimentan los ríos y fuentes de agua de la comunidad.
“Nuestra propuesta respeta el movimiento humano y de fauna, en lugar de cortar el paso”, puntualizó el Consejo Supremo Indígena en un comunicado difundido este jueves.
Destacó que desde hace más de diez años, el gobierno del Estado de México y la empresa Autopistas de Vanguardia, filial de la Constructora Teya del Grupo Higa, han intentado construir la autopista Toluca-Naucalpan, pero eso implica la separación de San Francisco Xochicuautla, de sus bienes naturales y culturales en el tramo que va del kilómetro 14.000 al 18.000.
Es un proyecto que afecta bosques, fauna, lugares sagrados y cultura del pueblo otomí, subrayó.
De acuerdo con el texto, pobladores de la comunidad mexiquense han vivido en esta década intimidaciones, hostigamientos, persecuciones y encarcelamientos para obligarlos a aceptar la construcción de la autopista.
Hasta el día de hoy –detalló– se han realizado 22 encarcelamientos por defender los bosques y lugares sagrados.
Las violaciones a derechos humanos e indígenas, así como ilegalidades del proceso, han sido ampliamente documentados el Consejo Supremo Indígena.
Ante el intento de despojo, precisó Armando García, “este pueblo de niños, niñas, mujeres y hombres dignos, propone ahora una forma de mantener y preservar su Bosque Sagrado de Agua, del cual ha sido guardián por cientos de años. Busca defender el patrimonio de muchas y muchos “más allá de sólo las comunidades indígenas”.
De acuerdo con los inconformes, están conscientes de las implicaciones de cualquier construcción de autopista, así como del modelo de desarrollo sobre el cual se realiza, por lo que aceptarían la construcción sólo si se da con las modificaciones técnicas que ellos proponen.
“La resistencia de San Francisco Xochicuautla mantiene el no a la autopista depredadora impuesta, pero la resistencia va más allá y se compromete con una propuesta que le permita continuar su relación con el bosque y su cultura. Acción aunada a los procesos jurídicos que impulsa, dado que hasta ahora no hay resultado ni respuesta concreta por parte del gobierno del Estado de México”, destaca el comunicado.
Los miembros de la comunidad recalcaron que su resistencia es por el patrimonio biocultural de sus descendientes, “porque queremos que ellas y ellos puedan seguir caminando en nuestros bosques, estar en contacto con la naturaleza, que puedan seguir viendo volar al águila real, ver correr a los conejos, saltar al lince, escuchar aullar al coyote y el canto de los jilgueros”.
El medio ambiente, expresó el Consejo Supremo Indígena de San Francisco Xochicuautla, no es una mercancía, sino un bien común de todas y todos. Y el desarrollo, apuntó, no debería atentar contra la vida, sino alentarla.
En ese sentido, hombres y mujeres de la resistencia de San Francisco Xochicuautla exhortaron “a los gobiernos, a tomadores de decisiones, y a candidatos y candidatas del Estado de México, a aceptar y desarrollar la propuesta –en su conjunto– emanada por esta digna comunidad otomí hñätho”.

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