La economía solidaria es ya alternativa al capitalismo"

PORTAL DE ECONOMÍA SOLIDARIA 
 
Lunes, 15/11/10
La economía solidaria y alternativa tiene un mayor auge en momentos donde se aprecia con rotundidad que el capitalismo es una manera de crear desigualdad y pobreza. Carlos Askunze destaca esa visión y para explicar ejemplos válidos, su agrupación ha iniciado una campaña apoyada en videoclips.
[Juanjo BASTERRA] La economía alternativa y solidaria se abre paso en nuestros días, porque un parte muy imprtante de la población mundial se ha dado cuenta de que el modelo capitalista y neoliberal sólo está provocando el aumento de las desigualdades y, por otro lado, hace recaer las consecuencias de la crisis, que genera cada ciertos períodos cada vez más cortos, en la clase trabajadora y en las clases populares. Los poderosos cuentan con la ventaja de tener a casi todos los gobiernos «comiendo de su mano». Carlos Askunze reclama una economía con cara y ojos. Ese es el reto de la humanidad.
¿Qué es la red de economía alternativa y solidaria (REAS) y a cuántas organizaciones agrupa en este momento?
Agrupa a 47 empresas y entidades. Nacimos en 1997, con el objetivo fundamental de extender el concepto y la práctica alternativa de llevar adelante la actividad económica con una visión más solidaria de la economía. Lo definimos diciendo que entendemos la economía solidaria como una visión y una práctica que reivindica las diferentes facetas de la economía: sea la financiación, la producción, la comercialización y el consumo como medio y no como fin, pero siempre al servicio de las personas y de los pueblos.
¿Rompe con el concepto de la economía capitalista que generó el neoliberalismo?
Sí. Nuestra red rompe la lógica del sistema capitalista que lo que propone es que su actividad económica se vincule de forma directa y, sobre todo, a la maximización de beneficios, como fin último. Para ese modelo injusto, las personas, las comunidades y los pueblos son meros medios en ese engranaje.
Ante la crisis actual, ¿es más necesaria que nunca una economía solidaria y alternativa ante el fracaso del capitalismo?
Entendemos que sí. Ahora se habla mucho de la crisis económica, pero en realidad, sobre todo, ha sido una crisis financiera. Puede ser coyuntural, que se puede pasar como en otros momentos ha pasado también, pero lo que pensamos es que detrás de ello hay crisis más profundas que están en los mismos genes del sistema capitalista. Creemos que existe una crisis de modelo, hablando de una crisis de civilización, porque detrás de esta crisis financiera reciente hay otra crisis alimentaria, otra medioambiental, otra de valores, que son de largo recorrido y que está en el inicio del funcionamiento del sistema capitalista. Lo arrastramos históricamente. El sistema está en crisis en cuanto gran parte de las poblaciones del mundo sufren sus causas.
A una crisis le sigue otra, siempre ha sido así. En este momento, nos hablan de otra que ya se está generando.
Decimos que puede haber momentos de crisis coyunturales, de crisis financieras, pero detrás de ellos hay un funcionamiento perverso del sistema económico que necesita de la crisis y que fomenta esas desigualdades. El sistema capitalista es un sistema injusto en cuanto a que crea desigualdades, que se basa en la especulación. La mayoría de los modelos económicos que existen en el mundo y que derivan del capitalismo son de tipo especulativo. Es un modelo, muy especulativo, tiene una afán y fin productivista meramente. No sólo está fuera del control de los ciudadanos, sino de los poderes políticos o de quienes toman las decisiones políticas. En ese sentido, la crisis puede ser permanente, o diferentes crisis pueden surgir por la misma constitución que tiene el capitalismo.
¿Las crisis las crea el capitalismo para recortar derechos de las personas y de los pueblos?
Como he dicho al comienzo, defendemos un tipo de economía centrada en las personas y en los pueblos, precisamente decimos que el funcionamiento del sistema capitalista y neoliberal necesita precisamente de esas desigualdades, de recortes de derechos, de ese destrozo del medio natural y del entorno, para poder seguir cumpliendo sus fines que son puramente de maximización de beneficios y de especulación, que siempre están en manos de unas pequeñas minorías en el mundo.
¿Qué resultados han obtenido las 47 empresas que se encuentran comprometidas con su red REAS Euskadi?
Con datos de 2008 a 2009 en el ámbito de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, estas 47 entidades intervienen en el ámbito de la actividad económica. El mayor número participa bajo fórmulas empresariales: hay un buen número de empresas de inserción, que supone un modelo especial; de economía solidaria como cooperativas, de iniciativa social y de utilidad pública u otras fórmulas siempre y cuando tengan el principio de la no lucratividad y la no explotación de la persona por encima del capital. Somos cinco más que a finales de 2008. Obtuvieron unos ingresos totales de 68,28 millones de euros. En 2009 supuso un 24,58% más que en 2008. Han crecido los ingresos en facturación en general, como en subvenciones algunas mayores.
¿Cuántos empleos se generaron el año pasado?
En 2009 se han generado 1.282 puestos de trabajo, contabilizados en jornadas completas. Son más personas porque hay medidas de contratación parcial y de conciliación. Eso supone un incremento del 13,55%.
Crece en tiempo de crisis
Sí. Nosotros planteamos que la economía solidaria está en auge, no sólo porque crecen las economías, sino porque están en crecimiento por el valor de la propia actividad. En este conjunto de la contratación, el 63% son mujeres. Es un dato importante para una visión importante de la economía. Para reducir las desigualdades. Es un crecimiento de empleo femenino en mano de obra y en la dirección.
¿La economía alternativa y solidaria es ejemplo de mejora frente a la capitalista que está destruyendo mucho empleo?
Somos un ejemplo en el sentido de demostrar que es posible generar otro tipo de economía, que sea rentable, que genere empleo, fuera o al margen del sistema económico convencional como es el sistema capitalista. Responde a que cada vez hay más personas que se dan cuenta de los límites del capitalismo, y ven la necesidad de impulsar nuevas iniciativas de producción, de financiación y de comercialización con características diferentes y respetuosas con las personas, los pueblos, los entornos.
¿El capitalismo debería de cambiar de rumbo para evitar esas desigualdades tan pronunciadas que genera?, porque si alguien gana mucho es porque otro en otro lugar del planeta gana menos o profundiza en la pobreza.
Nuestra propuesta última es que toda la actividad económica debiera de girar bajo principios radicalmente diferentes a los que rigen ahora el sistema. En ese sentido, en el mundo de la empresa deberá haber una transformación total, empezando por el principio del valor que se le debe dar a la persona y no al capital, como ocurre en la actualidad, siguiendo con asuntos en participación de los trabajadores y trabajadoras en la gestión empresarial, o con el medio ambiente y el entorno. Es un modelo radical diferente. Las convencionales deben ser más solidarias, lo que debieran de ser empresas de economía social y solidaria. Muchas veces la empresa privada utiliza las herramientas de responsabilidad social corporativa más como lavado de imagen y como aspectos que son ajenos a la propia vida de la empresa, no como la verdadera responsabilidad social que debiera ser con la sociedad y el modo de hacer economía.
¿Por qué los gobiernos no avanzan hacia un modelo económico social y solidario?
La característica más evidente del sistema capitalista es la ausencia del control de los gobiernos de lo que está pasando ahí. Las medidas que se toman por parte de los gobiernos son prácticamente iguales en países socialdemócratas como de derechas. Son viejas recetas, que fueron utilizas en el mundo en épocas de crisis en América Latina por parte del FMI como la aplicación de recortes sociales, desregulación del mercado laboral, etc. Los gobiernos no tienen las palancas de control de la economía y están obligados a repercutir en la población, en la clase trabajadora y en la sociedad esos recortes sociales, que lejos de atacar las causas que dieron origen a la crisis, lo que hacen es que sean soportadas por las personas y pueblos que han sufrido más la crisis.
Es decir, no nos van a sacar de este sistema que potencia a los poderosos
El poder político a nivel de gobierno tiene una visión limitada. Sí creemos que los gobiernos más cercanos, autonómicos y locales, tienen posibilidad de impulsar la economía solidaria para que vayan cambiando siquiera un poquito el modelo productivo y el modelo de hacer economía en la sociedad. Para que sea una economía más inclusiva entre los sectores con más dificultades de integrarse en el mundo laboral, de acceso al empleo, a los mecanismos de de créditos y préstamos, de igualdad entre hombres y mujeres, al medioambiente y políticas socialmente sostenibles, etc.
¿Ve usted que América Latina está avanzando más hacia la economía alternativa y solidaria que Europa, por ejemplo?
Sí. Estamos viendo como a nivel internacional en Amércia Latina, que siempre ha ido por delante en esta apuesta, el movimiento de la economía solidaria se convierte en políticas claras que aparecen inclusso en la nuevas constituciones como las de Bolivia, Ecuador, Brasil... donde los propios gobiernos a escala local y nacional han potenciado y priorizado sobre otros modelos. Es un avance muy importante, que los demás tendrán que emprender.
¿A qué obedece esa campaña «Mira, aprende y construye otro modelo económico»?
Uno de los problemas que tenemos es que nuestras iniciativas de economía solidaria y alternativa es la poca visibilidad social, la escasa repercusión, el desconocimiento de la ciudadanía de estas prácticas de que es posible generar otra economía. Desde REAS trabajamos esa campaña y se nos ocurrió esa campaña en la que presentamos experiencias concretas de iniciativas que trabajan bajo esas referencia. Estos ejemplos están en vídeoclips de cinco minutos, que recogen experiencias de la financiación, del consumo responsable, de mercados, de actividad sociales y de inserción laboral y recuperación medioambiental. Se pueden enviar y son fáciles de ver.
¿Sólo se ha hecho en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa?
Es una campaña de la red de redes a nivel del Estado español. Hemos colaborado todos con 50 videoclips, hechos por los protagonistas para dar a conocer estas experiencias que están ahí y no son tan difíciles de poner en marcha.
¿Es una manera de decir que se puede avanzar por este camino?

Más allá de los grandes discursos más ideológicos que proponemos y extendemos, nos interesaba llegar a la ciudadanía media con experiencias concretas. Empresas que funcionan con otras características a las que estamos acostumbrados. En sí, es decir y demostrar a la población que se pueden desarrollar otras formas de hacer economía. Muchas veces los grandes discursos contra la crisis, los más anticapitalistas que desarrollamos, quedan alejados de la ciudadanía y la vida cotidiana de cada cual. Los vídeoclips muestran que es posible. Es importante que las personas tengan herramientas y que activen esa posibilidad de construir otras formas económicas.
¿Cómo terminará 2010 ahora que estamos a punto de pasar página en el calendario?
La tendencia de los últimos años, antes de la crisis y a pesar de la crisis, es que se está creando mayor actividad de economía solidaria, crecen las redes de Hego Euskal Herria, de la estatal, de la europea, de la internacional. En 2010 tendremos un crecimiento sostenido. Vamos a seguir creciendo.

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