Derechos laborales y soberanía energética
Miércoles, 17 Octubre, 2018
REVISTA SIEMPRE!
Una especial importancia
para el futuro de los trabajadores mexicanos y la defensa de la
soberanía energética del país reviste el contenido de los capítulos
laboral y energético del nuevo Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá
(USMCA) que suple al Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN), de 1994.
En materia laboral, se establece la
obligación de aplicar ordenamientos globales de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), como la Declaración de Principios de
1998 y el Convenio 98, recién ratificado por el Senado de la República,
que garantizan al respeto a la contratación colectiva y la libre
sindicación.
En el capítulo energético se plasma el
derecho soberano de los mexicanos y del próximo gobierno a reformar la
Constitución para que el Estado mantenga la propiedad directa,
inalienable e imprescriptible de todos los hidrocarburos del subsuelo
nacional, incluida la plataforma continental y las zonas adyacentes y
allende el mar territorial, así como también de la energía eléctrica.
En una palabra, se abre la posibilidad
de salvaguardar los recursos naturales en beneficio de la nación y
frenar, por la vía legislativa, permisos antiecológicos contenidos en
las leyes secundarias de la reforma energética como el sistema del fracking
o fractura hidráulica para la extracción de gas y petróleo y que
utiliza grandes cantidades de agua con devastadores efectos
contaminantes. La cercana administración federal anunció la prohibición
de tal método, cancelado ya en varios países de la Comunidad Europea y
Estados Unidos.
A 24 años de la puesta en marcha del
TLCAN, la economía experimentó un franco estancamiento en materia
salarial; de acuerdo al INEGI, los obreros mexicanos están a la par en
el rezago de ingresos con países como El Salvador y Haití y los mismos
negociadores del nuevo acuerdo aceptan que un trabajador de la industria
automotriz, con iguales capacidades que sus pares de Estados Unidos y
Canadá, gana diez veces menos.
En el actual entorno global, la futura
administración tiene la oportunidad de aprovechar lo ya estipulado en el
nuevo tratado para apuntalar viejas aspiraciones de los trabajadores
mexicanos y que de acuerdo con lo pactado con sus socios comerciales,
establece una puntual aplicación de los derechos laborales en la
legislación nacional, tales como: garantizar su derecho a participar en
actividades de negociación colectiva y a formar o afiliarse al sindicato
de su elección; establecer órganos independientes e imparciales para
registrar elecciones sindicales y resolver disputas relacionadas con
contratos colectivos; establecer requisitos para el registro de
contratos colectivos; y garantizar la transparencia de los contratos
negociados.
En este contexto de cambios y retos por
venir para el futuro de México los electricistas del SME estaremos al
alba para sumarnos a la convocatoria que haga la próxima administración
federal para apuntalar estos capítulos del USMCA que, manejados con
sentido nacionalista, pueden ser el nuevo paradigma desarrollo económico
y social para el país, donde la clase trabajadora recobre con mejores
salarios y el respeto a sus derechos laborales, un nivel de vida digno
al lado de sus familias, y las riquezas del país puedan ser defendidas
con la Constitución en la mano.
Comentarios