Proponen potenciar las cooperativas de energía en América Latina para impulsar la democratización energética

El pasado miércoles 5 de diciembre se llevó a cabo en Santiago de Chile el Seminario Internacional sobre Generación distribuida y el potencial de cooperativas de energía en América Latina en el Salón Andrés Bello del Hotel Panamericana. El evento organizado por DGRV Confederación Alemana de Cooperativas y el Instituto de Ecología Política, reunió a representantes de cooperativas de energía de diversas localidades nacionales, con el objetivo de evaluar qué medidas se pueden implementar a corto plazo para fomentar las cooperativas de energía en Brasil, México y Chile.
Durante el encuentro se presentó un estudio realizado por la DGRV junto al Instituto IDEAL de Brasil, Itaca Environmental de México y el Instituto de Ecología Política de Chile, donde se evaluó el potencial de las cooperativas de energía en los tres países mencionados. La importancia de la evolución y la flexibilidad que deben tener los marcos jurídicos, junto con el empoderamiento de la ciudadanía, destacaron como aspectos fundamentales que permitirían el desarrollo de esta manera asociativa de aportar energía limpia a los sistemas de distribución nacional.
El pasado 9 de noviembre se promulgó en nuestro país la Ley N°21.118 de Generación Distribuida la cual fomenta el desarrollo de agrupaciones de usuarios y de proyectos de generadoras residenciales, sin embargo, durante el próximo año se discutirá el reglamento de dicha ley que establecerá las disposiciones necesarias para su ejecución, abriendo la posibilidad de potenciar de manera más efectiva y concreta la creación de cooperativas de energía en Chile, tomando en cuenta que nuestro país tiene un alto potencial para ello por sus recursos naturales.
En el caso de Alemania hoy existen cerca de 700 cooperativas de energías renovables, las cuales superan los 8,2 millones de usuarios que utilizan sus servicios. En el modelo alemán estas asociaciones fueron en aumento desde el año 2006, gracias a los subsidios gubernamentales y al marco regulatorio que potencia la asociatividad, bajando el número de personas que requieren para crear una cooperativa de energía de seis a sólo tres; sin embargo en 2012, la cifra comienza a descender debido a que el apoyo y fomento gubernamental disminuyó considerablemente.
El Director del Proyecto CoopSur de la DGRV Confederación Alemana de Cooperativas, José Manuel Bautista, destacó durante el encuentro una de las medidas que podrían implementarse en nuestro país: “Creo que es muy importante que las cooperativas en Chile puedan vender, puedan comercializar la energía excedente y que no sea sólo un tema de autoconsumo, que en sí ya es un aspecto muy interesante económico, pero también ver la posibilidad que ese excedente de energía se pueda inyectar al suministro de energía nacional, por eso también puede haber una participación económica de tal forma que sea tan interesante como para reducir los costos de amortización de las inversiones iniciales, eso fue una clave de éxito en Alemania”.
Dentro de las principales características de las cooperativas de energía, encontramos la horizontalidad que se propone, al mantener una participación entre iguales, es decir, que cada miembro es un voto. Este modelo plantea una forma democrática, donde se reúnen los intereses comunes de los miembros, buscando promover o apoyarlos, por sobre cualquier intención de lucro o enriquecimiento. Así también es que nace la importancia de la asociatividad entre las cooperativa ya existentes, en el caso de Brasil, Marco Morato, representante de la Organización de Cooperativas Brasileñas (OCB), destaca que “la organización cooperativa debe unificar las voces de las cooperativas porque eso nos fortalece; pienso que en Chile tenemos que hacer algo semejante, la unión de todas las cooperativas en una asociación enfocada para hacer los cambios legales que sean necesarios, esta es la diferencia que tiene la OCB”.
Frente al actual marco regulatorio y el debate que se dará durante 2019 en torno al reglamento de la nueva Ley de Generación Distribuida, Manuel Baquedano, presidente del Instituto de Ecología Política, asegura que “si el reglamento es favorable esto puede ser el comienzo efectivo de una verdadera participación ciudadana en los frutos de la energía solar, la energía solar llegó a Chile, pero hoy día ha llegado solamente al mundo corporativo, a los grandes proyectos y está pendiente que llegue a la ciudadanía, en ese aspecto si esta modificación facilita la asociatividad, entonces va a tener un impacto muy grande, porque estoy seguro que mucha gente quiere pasar a las energías renovables”.
Por su parte, Danilo Jara, representante de la División de Energías Renovables del Ministerio de Energía, quien también expuso durante el Seminario, señaló respecto a la próxima discusión de la Ley de Distribución que “la idea es que se abra un poco el sector de distribución, que hasta hoy día es un monopolio natural, una empresa que se hace cargo de abastecer la demanda y lo hace de manera convencional, por así decirlo, la idea es abrir esto a nuevos sectores de manera que se cree un mercado dinámico y puedan hacer cosas nuevas, asociativas, agregación de demandas, que los sistemas se puedan agrupar y entregar servicios a la red con algún coordinador que esté detrás ello; todo eso hoy es medio difícil de hacer y la idea es que con el cambio de ley que viene el próximo año sea simple de hacer, y eso permita que la ciudadanía participe más en cómo se abastecen sus necesidades energéticas”.
Finalmente, Manuel Baquedano destaca frente al actual escenario de las cooperativas de energía en Amércia Latina que “esto está recién comenzando, es una revolución ciudadana, apropiarse del sol y sus beneficios, y creo que no nos va a quedar otra, por el cambio climático, por lo tanto que creo que la cooperación va a ser vital para enfrentar este reto en la región, puesto que somos una región que tiene recursos de tal manera que pueden desarrollarse las energías renovables”.


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