EL SINDICALISMO EN MÉXICO EN LOS ALBORES DEL NEOLIBERALISMO
Carlos Guillén S.
Integrante del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear,
y colaborador voluntario de Frecuencia Laboral,
La llegada de Miguel de la Madrid al gobierno
en 1982 no fue sólo un cambio de presidente de la república, fue un
cambio de grupo en el poder. Aunque siguió gobernando el Partido
Revolucionario Institucional, quedaron atrás los políticos como Luis
Echeverría o José López Portillo, que llegaron al gobierno luego de
largas carreras políticas en un sistema que, a falta de una base social
propia, se apoyaba en el charrismo sindical y en los caciques que
controlaban al movimiento campesino oficial, para dar paso a los
egresados de universidades de Estados Unidos, quienes con abultadas
credenciales
académicas, pero lejos de cualquier contacto con los grupos mayoritarios de la sociedad, llegaron con la consigna de imponer las medidas económicas dictadas por los centros financieros internacionales.
académicas, pero lejos de cualquier contacto con los grupos mayoritarios de la sociedad, llegaron con la consigna de imponer las medidas económicas dictadas por los centros financieros internacionales.
Pronto, se vio la diferencia. Mientras las
décadas anteriores se había impulsado el crecimiento, con políticas como
la llamada sustitución de importaciones y se crearon polos de
desarrollo industrial como Lázaro Cárdenas en Michoacán, o Ciudad
Sahagún en Hidalgo, con fuertes inversiones estatales, el nuevo grupo
apostó el futuro del país a la llegada de inversiones extranjeras.
En lo político, si el charrismo había sido
uno de los pilares del sistema político nacional, para los recién
llegados se trataba de un lastre del que había que deshacerse. El
sistema de empresas paraestatales, se empezó a desmantelar mediante la
privatización y la fragmentación o simplemente cerrando las empresas.
Los charros, desplazados de las preferencias
políticas del nuevo grupo en el poder, pensaron que con amenazas
recuperarían sus posiciones. Con el pretexto de pedir un incremento
salarial de emergencia, la Confederación de Trabajadores de México, la
aun poderosa CTM, amagó reiteradamente con la huelga general, sólo para
terminar desistiéndose.
A seis meses del inicio del gobierno, la CTM
emplazó a huelga general por aumento salarial de emergencia para el 30
de mayo de 1983. Era claro que se trataba de un chantaje de Fidel
Velázquez, máximo dirigente de la CTM durante décadas y que nuevamente
se desistiría. Para esa fecha, sin embargo, hubo un elemento adicional:
una parte del sindicalismo democrático, los sindicatos universitarios y
nucleares, también emplazaron a huelga para la misma fecha.
Los objetivos, sin embargo, eran muy
diferentes. Mientras los charros amenazaban con la huelga para recuperar
sus posiciones y privilegios, las direcciones sindicales democráticas
buscaban la recuperación del poder adquisitivo del salario y "romper el
espinazo a la política económica del gobierno" según las orientaciones
de su partido, el
Partido Socialista Unificado de México.
Partido Socialista Unificado de México.
Como era de esperarse, la CTM se desistió del
movimiento. No obstante, el 30 de mayo iniciaron muchas huelgas en
fábricas a las que no llegó a tiempo tal indicación. Fueron huelgas
desorganizadas e inconexas, muy lejos de la huelga general anunciada.
Muy pronto se levantaron sin mayores resultados. Por su parte, las
direcciones del SUTIN y del
sindicalismo universitario, decidieron estallar sus huelgas.
sindicalismo universitario, decidieron estallar sus huelgas.
En el SUTIN no todos los trabajadores
estuvieron de acuerdo. En especial, la asamblea de la Sección Centro
Nuclear, después de un serio análisis de la situación política, de la
posición de los charros y a la luz de la situación internacional de la
industria nuclear, consciente de que se trataba de huelgas aisladas pues
era claro que los charros no harían realidad sus amenazas, optó por la
prórroga.
Además, desde la revisión contractual en
febrero se firmó con ININ y Uramex que, en caso de que hubiera un
incremento salarial de emergencia, éste se aplicaría en ambas empresas.
No se trataba de ir a una huelga sin
organización propia, atrás de los charros. Las asambleas de las
secciones ININ DF, ININ Hermosillo y Uramex DF, también se pronunciaron
por la prórroga, pero la manipulación que el Comité Nacional hizo de la
información, logró el estallamiento de la huelga en casi todas las
secciones y delegaciones.
La asamblea de la Sección Centro Nuclear, en
clara muestra de rebeldía ante la imposición, a pesar de que el comité
ejecutivo seccional y los activistas plantearon que había que colocar
las banderas de huelga para no romper la unidad del sindicato y
posteriormente "arreglar cuentas" con el CEN, decidió permanecer en el
Centro Nuclear hasta altas horas de la noche para impedir la imposición.
Esa noche la base rebelde de la Sección
Centro Nuclear pasó por encima de representantes y activistas. No se
trataba de renunciar a la lucha, sino de buscar las mejores condiciones
para la lucha. La base era quien tenía que decidir y lo hizo a partir de
los análisis de la situación política, de la industria nuclear y
reivindicando la independencia política de los trabajadores. El costo de
una huelga política sin organización propia suficiente, enfrentándose
de manera aislada al gobierno, fue muy alto. El sindicalismo
universitario tardó años en recuperarse del golpe. El SUTIN quedó
dividido y terminó por perder más de la mitad de sus afiliados y un
contrato colectivo. Uramex fue cerrado. El ININ permaneció por la
decisión de la base rebelde del Centro Nuclear ese 30 de mayo.
Hoy, nuevamente está el país en medio de un
cambio político. Hoy se requiere, como el 30 de mayo de 1983,
conocimiento y claridad en el análisis. Hoy no se trata de apoyar o
atacar a un gobierno, sino de plantear las posiciones de los
trabajadores y hacerlas valer con argumentos y organización. Hoy se
abren oportunidades de cambio, pero como en aquella ocasión, no se trata
de ir atrás de nadie, sino con la organización y las propuestas de los
trabajadores por delante.
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