Crisis por coronavirus podría destruir hasta 25 millones de empleos: OIT

Guy Ryder, director de la OIT, advirtió que la del Covid-19 no es sólo una crisis sanitaria, sino económica y laboral, que podría dejar pérdidas de hasta 3.4 billones de dólares.

Escrito por: Blanca Juárez
Crisis por coronavirus podría destruir hasta 25 millones de empleos: OIT La crisis económica y laboral por la pandemia del Covid-19 podría dejar sin empleo a casi 25 millones de personas y una factura de pérdidas por 3.4 billones de dólares en ingresos de los trabajadores, advirtió la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Sin una política coordinada a nivel internacional para contener los estragos del nuevo tipo de coronavirus, millones quedarán sin trabajo, en el subempleo o en la pobreza laboral, advirtió el organismo en un comunicado emitido desde Ginebra.

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“Nuestra nueva evaluación muestra que el Covid-19 ha ido más allá de una crisis sanitaria mundial y también es una importante crisis económica y del mercado laboral que está teniendo un enorme impacto en las personas”, destacó Guy Ryder, director general de la OIT.
Este miércoles 18 de marzo la OIT dio a conocer los resultados preliminares del estudio Covid-19 y el mundo del trabajo: Consecuencias y respuestas, en la que plantea dos hipótesis. Ambas se basan en una proyección sobre el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
  1. Hipótesis prudente. Esta estimación indica un aumento del desempleo en todo el mundo en un nivel aproximado de 5.3 millones de personas.
  2. Hipótesis extrema. Calcula una pérdida de 24.7 millones de empleos, a partir de un nivel de base de 188 millones de desempleados en el 2019.
En el ámbito laboral, el desempleo no es el único daño que dejará esta pandemia. “Se prevé además un aumento exponencial del subempleo, ya que las consecuencias económicas del brote del virus se traducen en reducciones de las horas de trabajo y los salarios”, expone la OIT.
El subempleo es una forma de trabajo en jornadas que no son de tiempo completo, pero no porque la persona trabajadora prefiera laborar pocas horas, sino porque quienes le contratan no pueden pagarle la jornada completa. Por lo tanto, su salario será bajo.
En ese escenario, el organismo prevé “un importante aumento de la pobreza laboral”. Es decir, gente que trabaja y aun así vive en condiciones precarias. Esto tendrá “un efecto devastador para los trabajadores que se encuentran cerca o por debajo del umbral de la pobreza”.
El estudio estima que las pérdidas para los trabajadores irán de los 860,000 millones de dólares a los 3.4 billones de dólares a finales de 2020. “Esto se traducirá en caídas en el consumo de bienes y servicios, lo que a su vez afectará a las perspectivas de las empresas y las economías”, destaca.
La organización estima que habrá entre 8.8 y 35 millones de personas más en situación de pobreza laboral en todo el mundo. Antes de esta crisis, preveía una disminución de 14 millones en todo el mundo para este 2020.
Además, las restricciones para que las personas se queden en sus casas anularán “el efecto amortiguador que allí suele tener el empleo por cuenta propia”.

Los grupos más afectados

El mundo tiene un antecedente cercano que puede servir de ejemplo para la crisis sanitario actual, según el director general de la OIT, Guy Ryder. Es la crisis financiera mundial del 2008 y 2009, cuando se hizo un frente común entre las naciones para disminuir los efectos negativos.
La crisis del 2008-2009 aumentó el desempleo mundial en 22 millones. Las previsiones para la crisis del coronavirus son de casi 25 millones. En ambos casos hay grupos que se verán afectados “de manera desproporcionada”, lo que agrava la desigualdad que ya viven.
Las personas con trabajos menos protegidos y mal pagados son:
  • Personas jóvenes
  • Personas de la tercera edad
  • Mujeres
  • Migrantes
Las personas que migran “son vulnerables debido a la falta de protección y derechos sociales”. Las mujeres “tienden a predominar en los empleos de baja remuneración y en los sectores afectados”.

¿Qué pueden hacer autoridades e IP?

En primer lugar, apuntó Guy Ryder, los gobiernos y las empresas deben mantener o abrir el diálogo social entre trabajadores, empleadores y sus representantes. “Es vital para fomentar la confianza del público y el apoyo a las medidas necesarias para superar esta crisis”, agregó.
En segundo lugar, reducir al mínimo los perjuicios para las personas. “Las normas internacionales del trabajo proporcionan una base de probada eficacia” para crear políticas centradas en una recuperación sostenible y equitativa, destacó el directivo.
Las medidas que se emprendan en conjunto, expuso la OIT, deben estar basadas en tres pilares:
  • Proteger a los empleados en el lugar de trabajo
  • Estimular la economía y el empleo
  • Sostener los puestos de trabajo y los ingresos
“Esas medidas incluyen la ampliación de la protección social, el apoyo para mantener el empleo (es decir, el trabajo a jornada reducida, las vacaciones pagadas y otros subsidios) y la concesión de ayudas financieras y desgravaciones fiscales, en particular a las microempresas y pequeñas y medianas empresas. Además, medidas de política fiscal y monetaria, así como préstamos y ayuda financiera a sectores económicos concretos”, concluye el organismo.

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