Estudiantes toman la Torre de Pisa, el Coliseo romano y otros monumentos

Jóvenes de la Universidad de Pisa cuelgan una banderola de protesta en la famosa torre inclinadaFoto Ap

Afp, Dpa, Reuters y Pl

Periódico La Jornada
Viernes 26 de noviembre de 2010, p. 26
Roma, 25 de noviembre. Estudiantes italianos irrumpieron este jueves en los principales monumentos del país como la Torre de Pisa y el Coliseo romano, además de bloquear caminos y vías férreas, en protesta contra una polémica reforma universitaria que incluye un recorte presupuestal en el sector de educación planeada por el gobierno del primer ministro, el magnate conservador Silvio Berlusconi.

Las medidas, que están actualmente en el Parlamento, incluyen reducir los gastos y los límites de tiempo en investigación .

Desde Milán hasta Palermo, miles de estudiantes marcharon de forma pacífica en ciudades de todo el país y ocuparon edificios universitarios y monumentos.

La Torre de Pisa fue ocupada por un grupo de alumnos que se separaron de una marcha de protesta y treparon al famoso edificio inclinado para colgar desde el penúltimo piso una pancarta que proclamaba “no a la reforma” de la universidad.

En la capital de Italia, otros estudiantes ingresaron masivamente al Coliseo tras participar en una manifestación. Al llegar al segundo piso del edificio, los estudiantes desplegaron una banderola que proclamaba “Nosotros somos los verdaderos leones”, en referencia a los espectáculos de gladiadores de la antigua Roma.

En la capital también fueron ocupados varios de los techos de las facultades.

Más de mil estudiantes de la universidad capitalina La Sapienza se concentraron frente a la sede del Senado, en la Plaza Navona, donde se efectuaba la votación acerca de la reforma universitaria impulsada por la ministra de Educación del gobierno derechista, Mariastella Gelmini.

En Turín, fue ocupado el monumento símbolo de la ciudad, la Mole Antonelliana, y hubo enfrentamientos con la policía frente a la sede de la administración de Piamonte, la región de la que Turín es su capital.

En Milán hubo momentos de tensión cuando un grupo de al menos 10 estudiantes que participaban en una protesta en el centro de la ciudad lograron entrar a una sede local de la Agencia de los Ingresos, para colgar desde su balcón un cartel con el eslogan “Más dinero para la escuela y menos para la guerra”, según un despacho de la agencia italiana Ansa.

En Palermo, más de mil manifestantes cortaron temporalmente el tráfico en el centro de la ciudad, mientras que en el campus de la Universidad de Florencia se produjeron varios enfrentamientos entre la policía y los estudiantes, donde resultó herido un alumno.

Los estudiantes encontraron el inesperado respaldo del opositor Partido Conservador, además de la agrupación izquierdista Refundación Comunista, cuyos representantes se sumaron a las protestas en señal de solidaridad con los alumnos y profesores y en rechazo a las medidas del gobierno de Berlusconi, debilitado por la reciente ruptura con la neofacista Liga del Norte, de Gianfranco Fini.

Las protestas apuntan contra una reforma del sistema educativo impulsada por el gobierno que prevé para el año que viene recortes por unos 700 millones de euros (más de 900 millones de dólares) sólo en educación secundaria.

El gobierno italiano adoptó varias leyes en dos años de mandato, cuyo efecto fue suprimir 9 mil millones de euros y 130 mil puestos de trabajo en la educación nacional entre 2009 y 2013.

El polémico decreto de ley estipula duros recortes al presupuesto de las universidades públicas y las becas al estudio y a la investigación, pero al mismo tiempo favorece a las universidades privadas.

La reforma de la universidad, rechazada por esa comunidad, prevé la fusión de los centros más pequeños, el acceso a los consejos de administración de expertos externos al mundo académico y la reducción del mandato de los rectores de esas casas de estudio.

Sus detractores estiman que aspira sobre todo a ahorrar, dejando de renovar los contratos fijos de miles de investigadores.

La ministra Gelmini señaló a los medios de comunicación que la reforma enfocada al ahorro de varios miles de millones de euros para finales de 2012, creará un sistema más basado en los méritos, pero los opositores afirman que las universidades ya poseen un déficit de financiamiento de mil 350 millones de euros para el próximo año, y que las planeadas reducciones gubernamentales debilitarán más el elevado sistema educativo de Italia.

El malestar es un golpe mayor para el emproblemado gobierno de Berlusconi, socavado por una débil economía y una serie de escándalos que involucran a mujeres menores de edad supuestamente relacionadas con el primer ministro, además de que deberá enfrentar dos votos de censura en el Parlamento el 14 de diciembre, que podrían llevar a la realización de elecciones anticipadas.

La reforma de la universidad debe ser votada el 30 de noviembre por la Cámara de Diputados. El documento podría volver de nuevo al Senado para una tercera y última lectura, si el texto adoptado por la Cámara baja es diferente del votado el verano pasado por la Cámara alta.

Los estudiantes tienen planeado unirse el próximo sábado a la protesta anunciada por los sindicatos, que se manifestarán contra el gobierno de Berlusconi.

Las protestas de los estudiantes contra los “recortes” a los presupuestos de la educación agobian a varios gobiernos europeos, especialmente al británico del primer ministro David Cameron, país donde el rechazo es absoluto.

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