Pemex y Sacyr comunican a la comisión española de valores finalización de alianza
Armando Tejeda y Víctor Cardoso
Corresponsal y reportero
Periódico La Jornada
Miércoles 1º de febrero de 2012, p. 35
Petróleos Mexicanos (Pemex) y la constructora Sacyr Vallehermoso comunicaron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el final definitivo del acuerdo de sindicación de acciones en la multinacional petrolera Repsol. La ruptura de la alianza se dio de "forma amistosa" y con el compromiso de "renunciar al ejercicio de acciones legales".
Fue el anuncio oficial de una ruptura que se anunció de facto el pasado 20 de diciembre, cuando Repsol dio a conocer la compra de 10.01 por ciento del paquete accionario de Sacyr en la petrolera española. Esta operación bursátil suponía, en la práctica, el final del acuerdo con Pemex, una vez que en el propio pacto de sindicación se estipuló que ninguna de las partes podía disminuir su porcentaje de acciones en Repsol. En este caso fue Sacyr, por sus graves problemas de endeudamiento, la que vulneró el espíritu del pacto y dejó a Pemex aislada en el consejo de administración de Repsol, después de haber hecho un desembolso de más mil 100 millones de euros por la compra de 4.6 por ciento de acciones realizada el pasado 29 de agosto, para alcanzar el porcentaje de 9.6 por ciento de acciones de Repsol, y que hasta la fecha mantienen.
Pemex y Sacyr sellaron el pacto que pone fin a una compleja, polémica y fracasada operación empresarial, en la que se vieron involucrados los gobiernos de España y México y que tuvo su momento más candente cuando en pleno consejo de administración de Repsol se llegó a proponer la apertura de un expediente de expulsión a Pemex y Sacyr por haber incurrido en un "conflicto de intereses permanente".
En varias ocasiones el consejero profesional de Pemex Rogelio Gasca Neri insistió, incluso en la última junta del consejo de administración de la empresa, que el pacto con Sacyr había sido "un error con resultados negativos" para la mexicana.
Desde el punto de vista de este consejero el pacto con la otra accionista de Repsol no cumplió ninguno de los siete objetivos argumentados para la asociación y sí, en cambio, deterioró una relación de 30 años con Repsol.
Según Gasca Neri la presencia de Pemex en el consejo de Repsol sólo tiene sentido si se busca conocer bien el funcionamiento de la petrolera española, participar en sus comisiones e incluso tener alguna representación en filiales. Pero para ese objetivo es suficiente tener un consejero. Pretender un segundo consejero, señaló, implica una nueva inversión de miles de millones de dólares que sólo se justificaría si el nuevo objetivo perseguido con Repsol es consensuado con esa empresa.
Cuando se anunció el acuerdo, el 29 de agosto, tanto el entonces presidente de Sacyr, el destituido Luis del Rivero, como el director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, anunciaron que la alianza pretendía aumentar su nivel de influencia en la petrolera y asumir parte del control ejecutivo de la empresa. El resultado fue todo lo contrario: Del Rivero fue destituido de todos sus cargos en Sacyr y en Repsol, y Pemex se quedó sin aliados en el consejo de administración y se vio obligada a firmar un acuerdo de intenciones con Repsol a 10 años, que fue anunciado el pasado 25 de enero y que fijó la participación de la petrolera mexicana en Repsol en un mínimo de 5 por ciento y un máximo de 10.
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Periódico La Jornada
Miércoles 1º de febrero de 2012, p. 35
Petróleos Mexicanos (Pemex) y la constructora Sacyr Vallehermoso comunicaron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el final definitivo del acuerdo de sindicación de acciones en la multinacional petrolera Repsol. La ruptura de la alianza se dio de "forma amistosa" y con el compromiso de "renunciar al ejercicio de acciones legales".
Fue el anuncio oficial de una ruptura que se anunció de facto el pasado 20 de diciembre, cuando Repsol dio a conocer la compra de 10.01 por ciento del paquete accionario de Sacyr en la petrolera española. Esta operación bursátil suponía, en la práctica, el final del acuerdo con Pemex, una vez que en el propio pacto de sindicación se estipuló que ninguna de las partes podía disminuir su porcentaje de acciones en Repsol. En este caso fue Sacyr, por sus graves problemas de endeudamiento, la que vulneró el espíritu del pacto y dejó a Pemex aislada en el consejo de administración de Repsol, después de haber hecho un desembolso de más mil 100 millones de euros por la compra de 4.6 por ciento de acciones realizada el pasado 29 de agosto, para alcanzar el porcentaje de 9.6 por ciento de acciones de Repsol, y que hasta la fecha mantienen.
Pemex y Sacyr sellaron el pacto que pone fin a una compleja, polémica y fracasada operación empresarial, en la que se vieron involucrados los gobiernos de España y México y que tuvo su momento más candente cuando en pleno consejo de administración de Repsol se llegó a proponer la apertura de un expediente de expulsión a Pemex y Sacyr por haber incurrido en un "conflicto de intereses permanente".
En varias ocasiones el consejero profesional de Pemex Rogelio Gasca Neri insistió, incluso en la última junta del consejo de administración de la empresa, que el pacto con Sacyr había sido "un error con resultados negativos" para la mexicana.
Desde el punto de vista de este consejero el pacto con la otra accionista de Repsol no cumplió ninguno de los siete objetivos argumentados para la asociación y sí, en cambio, deterioró una relación de 30 años con Repsol.
Según Gasca Neri la presencia de Pemex en el consejo de Repsol sólo tiene sentido si se busca conocer bien el funcionamiento de la petrolera española, participar en sus comisiones e incluso tener alguna representación en filiales. Pero para ese objetivo es suficiente tener un consejero. Pretender un segundo consejero, señaló, implica una nueva inversión de miles de millones de dólares que sólo se justificaría si el nuevo objetivo perseguido con Repsol es consensuado con esa empresa.
Cuando se anunció el acuerdo, el 29 de agosto, tanto el entonces presidente de Sacyr, el destituido Luis del Rivero, como el director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, anunciaron que la alianza pretendía aumentar su nivel de influencia en la petrolera y asumir parte del control ejecutivo de la empresa. El resultado fue todo lo contrario: Del Rivero fue destituido de todos sus cargos en Sacyr y en Repsol, y Pemex se quedó sin aliados en el consejo de administración y se vio obligada a firmar un acuerdo de intenciones con Repsol a 10 años, que fue anunciado el pasado 25 de enero y que fijó la participación de la petrolera mexicana en Repsol en un mínimo de 5 por ciento y un máximo de 10.
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