Fue una explosión sin fuego pero con humo

Israel Rodríguez y Juan Antonio Zúñiga
 
Periódico La Jornada
Viernes 1º de febrero de 2013, p. 6 

“Me tocó sentir la onda expansiva. Me quedé estúpido alrededor de medio minuto... fue muy poderosa la forma en que fui lanzado hacia la pared. Yo escuché nada más una sola explosión que de tan fuerte no atino a decir si fueron dos o tres o más.
“Al voltear lo único que vi fue una gran cantidad de humo gris. No vi fuego, no vi flama, no vi llamas. Lo que sí vi es que un cobertizo de estructura metálica que acababan de hacer, pero estaba todo torcido y, bueno, toda la planta baja del edificio B-2 o casi toda, porque es largo, largo el edificio, estoy hablando de un tramo de unos 50 metros al menos, estaba como si hubiera explotado hacia afuera.
“Logré ver a mucha gente saliendo, mucha gente herida entre llantos desesperados. Un poco movido por la intención de ver qué pasó con los compañeros, en un momento dado, si tú quieres de valentía, me metí y afortunadamente pudimos rescatar a alrededor de 8 personas atoradas y semienterradas; mientras otras 10 o 12 lograron salir por su propio pie, muy lastimadas.
Me metí por donde están dos bancos, un Banorte y un Bancomer. Por la planta baja de ese edificio logré llegar hasta el sótano. Tenía un aspecto muy desolador. No logro entender cómo se cayó toda la losa de la planta baja al sótano que creo atoró a toda la gente. Estoy hablando que se colapsó de la planta baja al sótano. Todo se desgarró de una forma brutal por la explosión. Es tan difícil creer que no hubo ninguna flama ni llamas.
–¿Había olor a gas?
–¡No! Si hubiera olido a gas hubiera habido fuego. Varios compañeros que me encontré también estaban sorprendidos porque no hubo fuego. Algunos llegaron a decir que se escucharon varias explosiones. Para mí fue una explosión enorme que destruyó el sótano, la planta baja y el primer nivel del edificio B-2. No creo que haya sido un corto circuito, porque cuando hay corto, hay fuego y hay mucho humo, ¿no? No fue el caso. Acumulación de gases, ¿de dónde?
–¿Entonces no se percibió olor a gas?
–No, definitivamente no. Era puro olor a tierra. Un humo entre gris y negro y casi blanco, era la mezcla de los cementos. Era un humo entre gris, un poco negro y un poco blanco que es más tierra. La verdad como están las cosas sólo le deseo la mejor de las suertes a la gente. Ojalá, Dios quiera que sean los menos muertos posibles. Esto estuvo muy, muy feo...
 
 
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