Régimen político llevó al fracaso a Pemex: exprocurador Valadés
Refinería de Pemex en Veracruz. |
MÉXICO, D.F. (apro).- Lo que ha hecho fracasar a la industria petrolera es el régimen político, y el cambio constitucional que se está planteando deja intacto al primero, sentenció Diego Valadés, jurista y exprocurador general de la República.
Mientras, el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Adrián Lajous, propuso que, en lugar de la figura de los “contratos de utilidad compartida” se otorguen “licencias transparentes y eficaces”, capaces de capturar la renta económica del petróleo, como ocurre en países como Noruega, Holanda, Dinamarca, Estados Unidos o Brasil.
Al participar en la ronda de foros del Debate público de la reforma energética, organizados por el PRD –partido que se salió de los foros realizados por la Comisión de Energía del Senado–, Diego Valadés criticó la propuesta del Ejecutivo federal para reformar los artículos 27 y 28 constitucionales, pues con ello, sostuvo, se fortalece la discrecionalidad del gobierno.
En lugar de un cambio constitucional, Valadés propuso una reforma al artículo 10 de la Ley de Asociaciones Público Privadas, para que Pemex pueda participar en este tipo de asociaciones.
La diferencia, agregó, es que con esto no se les otorgan derechos reales a los particulares. En cambio, en la iniciativa de Peña Nieto sí ocurre ello.
Por su parte, Adrián Lajous consideró que “los contratos no ofrecen los incentivos adecuados para minimizar los costos. El cálculo de los costos de inversión y operación registrados es el talón de Aquiles de los contratos de producción y de utilidad compartida.
“Han sido fuente de innumerables conflictos que afectan la relación entre el Estado y las empresas contratistas”, recordó.
En la segunda parte de los debates políticos de la reforma energética participaron el académico John Saxe Fernández, el investigador Miguel García Reyes y el director general de Pemex Exploración y Producción, Carlos Morales Gil.
Saxe Fernández hizo un balance histórico sobre los intentos de desmantelar y desnacionalizar la industria petrolera mexicana, desde que en la década de los ochenta el Banco Mundial (BM) propuso la partición de Pemex en varias subsidiarias.
El especialista subrayó que de cambiarse los artículos 27 y 28 constitucionales, sería muy difícil revertir la reforma, “dadas las características de las empresas que se involucrarían en Pemex, lo cual tendría muy graves consecuencias sociopolíticas y económicas”.
Morales Gil, el primer funcionario de alto nivel de Pemex que participa en los foros organizados por el PRD, advirtió que se requieren unos 60 mil millones de dólares anuales para invertir en la empresa y que ahora sólo se destinan 24 mil millones a la paraestatal.
El funcionario advirtió que Pemex requiere autonomía presupuestal, capacidad de asociación, una fiscalización de acuerdo con la práctica mundial y un gobierno corporativo adecuado.
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