El Gobierno francés dimite en bloque forzado por índices récord de desaprobación


El primer ministro francés, Manuel Valls, ha presentado este lunes la dimisión en bloque de su Ejecutivo al presidente de la República, François Hollande. Éste le ha encargado la formación de un nuevo Gobierno.
“Su composición será anunciada este martes”, informó Hollande en un escueto comunicado difundido después de que este fin de semana los ministros de Economía y de Educación, Arnaud Montebourg y Benoît Hamon, respectivamente, criticaran públicamente la política del Ejecutivo.
Valls, antiguo ministro del Interior, asumió la jefatura del Ejecutivo el 31 de marzo de este año, en el marco de unos cambios acelerados por los malos resultados del Partido Socialista en las elecciones locales y con la popularidad del presidente en mínimos históricos.
“El jefe del Estado le ha pedido constituir un equipo en coherencia con las orientaciones que él mismo ha definido para nuestro país”, señaló Hollande. Poco antes, Montebourg había señalado en la emisora Europe 1 que no se planteaba dimitir.
“No me parece que se deje de ser ministro por la simple razón de aportar proposiciones a un debate justificado”, dijo Montebourg, quien aseguró que no consideraba haber faltado a la “solidaridad gubernamental”.
En una entrevista publicada este fin de semana en Le Monde, el titular de Economía e Industria había pedido al Gobierno que deje en un segundo plano la reducción del déficit público.
Montebourg, que representa al ala izquierda del Partido Socialista (PS) francés criticó abiertamente las decisiones de la “derecha alemana” que “ha impuesto a toda Europa la política de austeridad” y pidió un cambio de dirección.
En sus críticas le siguió el ministro Educación, que también pidió al presidente francés que se separe de la línea política de la canciller alemana, Angela Merkel. “Alemania sirve a sus intereses personales, no a los de Europa”, declaró el titular de Educación.

Arrastrado por la impopularidad de Hollande

La popularidad del primer ministro francés, Manuel Valls, se ha hundido este verano de forma que se acerca a la del presidente, el también socialista François Hollande, que pese a que registra mínimos históricos desde 2013, aún baja más.
Estos fueron los resultados de la encuesta mensual del instituto demoscópico Ifop, que publica este domingo Le Journal du Dimanche, según el cual sólo un 36% de los franceses estaban satisfechos con Valls en agosto, nueve puntos porcentuales menos que en julio, cuando ya había bajado otros seis puntos tras los cinco de junio.
Los que están contentos con la gestión del primer ministro —que lleva en el puesto desde abril— han subido hasta el 59% en agosto, ocho puntos más que el mes precedente.
El deterioro de la imagen de Valls no tiene casi precedentes en el historial de encuestas durante la V República, destacó Le Journal du Dimanche, que lo atribuye en parte al hecho de que no era normal que su percepción fuera muy diferente de la que tienen del jefe del Estado, cuando los dos son los jefes del equipo que dirige la misma política del país.
La otra razón citada es que el primer ministro “paga” ahora el despeje de la “ambigüedad” de una posición que le había preservado, así como la falta de resultados en el terreno económico.
Por lo que respecta a Hollande, los encuestados que se declaraban satisfechos con él se ha quedado en agosto en el 17%, un punto menos que en julio, y un nuevo récord por abajo para un presidente francés. En cuanto al porcentaje de descontentos, ha permanecido estable en el 81%.
EFE 

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