Demandan maíz transgénico, "para aumentar la producción"


Matilde Pérez U.
 
Periódico La Jornada
Lunes 2 de noviembre de 2015, p. 16
No queremos terminar con los maíces criollos; eso es ilógico. Lo que deseamos es utilizar la biotecnología en las regiones donde hay poca agua y se requiere maíz amarillo para alimentar al ganado, asentaron Mario Valdés Berlanga y Rubén Chávez Villagrán, representantes de la Alianza Pro Transgénicos.
Aseguraron que es posible la convivencia de los maíces criollos y el genéticamente modificado si se respetan las reglas fijadas en la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados. El uso de las semillas transgénicas es una herramienta útil para los agricultores. Necesitamos que se apliquen políticas públicas que permitan aprovechar la biotecnología agrícola para producir alimentos, forrajes e insumos inocuos de calidad para la población, señalan.
En la Comarca Lagunera, dijo Mario Valdés, producimos maíz forrajero, sembramos 50 mil hectáreas en dos ciclos; queremos utilizar la semilla transgénica para aumentar la producción. Sabemos que no es una panacea, pero queremos que nos otorguen la mayoría de edad para decidir qué tipo de semillas utilizar.
No parar permisos para el algodón
Con la transgénica, agregó, podremos sembrar 90 mil hectáreas y disminuir el uso del agua a 1.3 metros cúbicos por hectárea e incrementar en 12 por ciento la productividad. Los organismos genéticamente modificados han sido satanizados, pero en la Comarca Lagunera se siembra algodón transgénico y pedimos que no se suspendan los permisos, expuso.
Sostuvieron que el maíz es fundamental para los mexicanos; no podemos prescindir de él. Qué bueno que algunos busquen que se recompense a los campesinos que produzcan el criollo, necesitamos las 59 razas de ellos para seguir sacando los híbridos mejorados.
Agregaron que la alianza está integrada por 29 agrupaciones de Chihuahua y Tamaulipas, y hay interés de campesinos de Durango y de otras entidades por sumarse. No vamos a forzar a nadie, ni estamos comprando voluntades; estamos convenciendo a los agricultores para que se sumen a la organización.
En tanto, las agrupaciones que en julio de este año interpusieron una demanda colectiva contra la siembra de maíz transgénico asentaron que la defensa del grano criollo no sólo es productiva, sino cultural y social. Hacer milpa es un concepto amplio, incluyente, plural y generoso. Con ella se hacen mejores prácticas agroecológicas, a diferencia de la agricultura convencional.

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