Custodiado por militares y policías, Peña promete indemnizaciones por explosión
PROCESO
Unos 150 policías de la SSP estatal y una treintena de militares fueron movilizados para formar diversos cinturones de seguridad y evitar que grupos de familiares de obreros muertos, heridos o desaparecidos increparan a la primera autoridad del país por esta explosión en Coatzacoalcos, que en los reportes preliminares se ha dejado entrever que se debió al sobrecalentamiento de un horno y a la falta de mantenimiento de la estación de Clorados III.
Tras recorrer la zona de la explosión y ya en el avión presidencial, Peña Nieto aseguró a reporteros de la fuente que Pemex, la empresa Mexichem y el gobierno federal asumirán su responsabilidad en las indemnizaciones correspondientes.
“Pemex y la empresa con la que está asociada tienen que asumir su responsabilidad, sobre todo en términos de hacer la investigación correspondiente, pero lo más importante, que las personas que resultaron lesionadas tengan la atención médica debida, especializada y correspondiente. Por eso estoy aquí”, insistió.
Posterior al recorrido, Peña Nieto se dirigió en aeronave al hospital de Pemex con sede en el municipio vecino de Minatitlán. Fue ahí cuando los aparatos de seguridad de la SSP y Sedena decidieron levantar el cerco de seguridad y dejar entrar a mujeres a la planta de Pajaritos para poder buscar vivos o muertos a sus seres queridos.
En el hospital de Minatitlán Peña Nieto recibió algunas quejas de deudos de obreros que fallecieron en la explosión del miércoles por la tarde. Ahí, una mujer le espetó que han pasado más de 24 horas y no le han podido entregar el cuerpo de su familiar.
“A ver, yo a lo que me estoy comprometiendo con ustedes y aquí están las autoridades tanto del gobierno del estado, está el gobernador y las autoridades de la Procuraduría General de la República. A ver, no hay razón para no entregar los cuerpos, señora, tenga la certeza de que cuando haya plena identificación y, de ser así, pueden ser entregados. La acompaño en la pena, señora, lo siento mucho, lo sentimos todos”, comentó.
Por separado, el director general de Pemex, José Antonio González Anaya, admitió que la planta Pajaritos quedará cerrada por “mucho tiempo”, en lo que se realizan las investigaciones correspondientes.
“Hemos estado en contacto con el presidente y sus instrucciones fueron muy claras: atención a las familias, acelerar el proceso sobre todo. Ha sido un proceso largo y complicado, de todas maneras son horas, el dolor es difícil, el presidente me dio instrucciones para que me quedara a acelerar el proceso”, atajó.
En los alrededores de la zona siniestrada en la planta Clorados III del Complejo Petroquímico Mexicana de Vinilo, varias camionetas Suburban y vehículos de lujo fueron confundidos con el convoy, tanto del presidente Peña Nieto como del gobernador priista Javier Duarte, por lo que las mentadas de madre y los gritos de repudio no se hicieron esperar.
“Que baje caminando, que dé la cara, queremos a nuestros familiares”, fueron algunos de los gritos, sin embargo, Peña Nieto descendió en una aeronave de la Armada de México en un predio despejado de arbustos dentro del complejo petroquímico, y en esa misma aeronave se retiró al hospital de Pemex en Minatitlán, y de ahí mismo partió hacia el aeropuerto de Cánticas.
De acuerdo con quienes participaron en el recorrido, Peña Nieto supervisó el avance en las acciones de control del fuego, sin embargo, aún no hubo visos de saber las causas que originaron el fatal percance.
En Coatzacoalcos, el MP y peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) siguen aguardando la autorización para poder acceder al total del área siniestrada y saber si debajo de fierros retorcidos y en la zona donde se produjo la explosión quedan restos humanos calcinados.
De las 13 personas que hasta el momento ha admitido Pemex que fallecieron, apenas se ha logrado la identificación de ocho, cuyos cuerpos ya fueron reclamados por sus familiares.
Fuente
Comentarios