La economía mexicana, a la orilla del precipicio
PROCESO
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El presidente Enrique Peña Nieto celebra con bombo y platillo el inicio de su quinto año de gobierno y glorifica el caudal de “logros” y “cosas buenas” que dejaron sus primeros cuatro años al frente del país.
Por su parte, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, opta por mantenerse inmóvil ante la tormenta económica que viene con la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos: “Estaremos atentos”. “Tenemos fundamentales macroeconómicos sólidos”. No hay de qué preocuparse, insisten él y sus más cercanos colaboradores.
Pero sólo el gobierno está tranquilo. El país, en cambio, está en ascuas. Los mercados y los inversionistas, en la total incertidumbre. Los empresarios, pasmados, no arriesgan su dinero mientras no vean las nuevas reglas del juego.
Una calma tensa vive el país, que puede pasar de una emergencia temporal a una verdadera tragedia si el gobierno sigue sin actuar, según los expertos.
Los primeros datos de esa posibilidad los dieron apenas el viernes 2 los especialistas en materia económica que cada mes consulta el Banco de México (Banxico) para conocer sus expectativas. Es la primera encuesta después del triunfo electoral de Trump, pues la institución recibió las respuestas de aquellos entre el 22 y el 23 de noviembre pasados.
Los 35 grupos de análisis macroeconómico y consultoría, nacionales y extranjeros, que participan en la encuesta del Banxico, esperan un deterioro sustancial de la economía nacional para 2017.
Estiman que el PIB crecerá ese año cuando mucho 1.72%; la encuesta anterior, la de octubre, vaticinaban un 2.26% de crecimiento económico. Muy lejos quedó la primera proyección que hicieron para el PIB de 2017, en la encuesta de noviembre de 2014, cuando plantearon un crecimiento de 4.18%.
(Fragmento del reportaje que se publica en la edición 2092, ya en circulación)
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