A 58 años de la nacionalización de la industria eléctrica
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Autor:
Martin Esparza
Al conmemorarse
este 27 de septiembre el 58 aniversario de la nacionalización de la
industria eléctrica, es de gran valía recordar el proyecto de nación
vigente en 1960 y que buscaba afianzar para México sus recursos
energéticos, como era el caso de la electricidad, todavía en manos de
empresas extranjeras como la Mexican Light and Power y la American and
Foreing Power Company, surgidas durante el gobierno de Porfirio Díaz y
que en las primeras 6 décadas del siglo pasado se habían convertido en
un verdadero obstáculo para el desarrollo de nuestra economía nacional.
Fue así que en 1960 México vivió uno de
sus momentos históricos más importantes del siglo pasado cuando, durante
su Segundo Informe de Gobierno, el primero de septiembre, el entonces
presidente, Adolfo López Mateos, anunció la nacionalización de la
industria eléctrica. El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), apoyó
tal medida pues con ella se ponía fin a las decisiones arbitrarias y
convenencieras del monopolio eléctrico.
Al adquirir las acciones de las empresas
que entonces detentaban el manejo de la industria eléctrica en el
centro del país como la Mexican Light and Power y la American and
Foreing Power Company, el gobierno mexicano entró en posesión de las
plantas, instalaciones y redes de distribución, el 27 de septiembre.
Vale la pena recordar el contexto
histórico de esos años, pues las empresas se oponían a realizar cambios
sustanciales en el contrato a favor del sindicato y, en contrasentido,
pugnaban por aumentar el número de empleados de confianza y la creación
de puestos de obra determinada a juicio de la parte patronal. Por eso,
meses después, al concretarse la nacionalista medida asumida por el
presidente López Mateos, el comité del SME y su secretario general, Luis
Aguilar Palomino, expresaron su apoyo irrestricto.
En un documento emitido por el SME, el
30 de septiembre de 1960, se exponía: “Como mexicanos, los trabajadores
del Sindicato Mexicano de Electricistas, aplaudimos la nacionalización
de la industria eléctrica del país y particularmente de la Compañía
Mexicana de Luz porque estamos conscientes de la importancia que
representa para el progreso de nuestra patria. Como trabajadores de la
industria eléctrica sabemos la gran responsabilidad que hemos contraído y
la aceptamos patrióticamente, manifestando que pondremos nuestra mejor
voluntad , nuestro mayor esfuerzo y toda nuestra capacidad para que ésta
empresa sea modelo de administración y de relaciones obrero-patronales,
sin que esto signifique en ningún momento , renuncia a los derechos que
nos otorga la Constitución y las leyes laborales de nuestro país, ni
renuncia a la lucha por obtener mejores condiciones de vida y de
trabajo”.
Días después, el 27 de septiembre en que
de manera oficial los trabajadores electricistas y el gobierno pasaron a
tomar posesión de todas las instalaciones, el acto se convirtió en una
toda una celebración popular como ocurriera años atrás, el 18 de marzo
de 1938, con la expropiación petrolera del general Cárdenas.
Tras el izamiento del lábaro patrio en
las oficinas de Melchor Ocampo, trabajadores, funcionarios y líderes
como el entonces secretario general del SME, Luis Aguilar Palomino,
marcharon unidos junto con el pueblo de México, hasta el despacho del
jefe del Ejecutivo, en Palacio Nacional, para invitarlo a izar la
bandera nacional en el corazón del Zócalo. La multitud congregada esa
fecha aplaudió y vitoreó a su mandatario.
Narran las crónicas de entonces que
cientos de cilindreros, en una ordenada valla, hicieron sonar sus notas
musicales al paso del presidente López Mateos, quien regresó a Palacio
Nacional y desde el balcón central, dirigió un emotivo e histórico
mensaje a la nación.
“Compatriotas: al tomar posesión la
nación mexicana de la Compañía de Luz, se consuma un largo esfuerzo
desarrollado por el pueblo de México para tener en sus manos la energía
eléctrica que en el país se produce por manos de mexicanos.
“La nacionalización de la energía
eléctrica es una meta alcanzada por el pueblo en el camino de la
Revolución. Siempre hemos sostenido que alcanzar una meta debe ser punto
de partida para más importantes realizaciones, y ahora invitamos al
pueblo de México a que, en posesión de la energía eléctrica, acreciente
su industrialización para llevar a los hogares de todos, los beneficios
de la energía eléctrica y los de la industrialización.
“Hemos de velar todos porque la
industria eléctrica en México se maneje con limpieza, para que todos sus
beneficios sean para el pueblo y sólo para el pueblo. Y todos estaremos
atentos y vigilantes para señalar con índice de fuego y para castigar
en forma adecuada a quienes falten a la lealtad que deben a la patria y
al pueblo.
“No habrá en la industria eléctrica ni
merinos ni ladrones, porque contamos no sólo con la energía del
gobierno, que habremos de poner en juego, sino con la lealtad de los
trabajadores electricistas, que habrán de ser soldados permanentes en la
vigilancia de los intereses del pueblo.
“Confiamos en su esfuerzo y en su
patriotismo para responderle a México que su industria eléctrica se
manejará bien, en beneficio del país; honestamente, en beneficio del
pueblo; esforzadamente, en beneficio de México.
“Y en esta ocasión en que se cumple una
etapa más, podemos afirmar: México es cada más soberano, cada día más
libre, cada día más independiente, por el esfuerzo de ustedes, por el
esfuerzo de todos los mexicanos.
“¡Adelante, México es nuestro!”
A medio siglo de distancia y luego de
que las llamadas reformas estructurales, entre ellas la energética, que
iniciaron el desmantelamiento de ese proyecto de país y de nuestra
soberanía, es momento de retomar este pasaje de la historia que nos
permite asomarnos al valor que tuvo la visión nacionalista para sacar
adelante un país con una política energética soberana, como motor para
impulsar y fortalecer nuestra economía y soberanía nacionales.
El SME, consciente de la importancia que
implica el recapitular sobre nuestro valioso pasado para tratar de
rescatar ese proyecto de nación en el nuevo gobierno, realizará este 27
de septiembre, en el Auditorio Ernesto Velasco de su sede sindical de
Insurgentes, a partir del mediodía, un foro donde se discutirá la
situación actual y el futuro de petróleo, gas y electricidad en nuestro
país, para que el legado del presidente Adolfo López Mateos, renazca y
“la industria eléctrica en México se maneje con limpieza, para que todos
sus beneficios sean para el pueblo”.
Martín Esparza Flores*/Primera parte
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