La verdad sobre los 43 está cerca… “este año la vamos a encontrar”: Vidulfo Rosales

Vidulfo Rosales y padres de los 43 normalistas frente al Palacio Nacional al término de la marcha a cuatro años de la desaparición de los estudiantes en Iguala, Guerrero. Foto Benjamín Flores
Vidulfo Rosales y padres de los 43 normalistas frente al Palacio Nacional al término de la marcha a cuatro años de la desaparición de los estudiantes en Iguala, Guerrero. Foto Benjamín Flores

PROCESO

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Después de cuatro años de buscar a los 43 normalistas de Ayotzinapa, “la verdad está cerca y este año la vamos a encontrar”, aseguró Vidulfo Rosales, abogado de los padres de los estudiantes víctimas de desaparición forzada.
Al concluir la marcha para conmemorar cuatro años de aquella fatídica “Noche de Iguala”, Rosales refrendó la “firme convicción” de que pronto se conformará la Comisión de la Verdad y la Justicia para el caso Ayotzinapa, cuya creación –ordenada por un juez de Reynosa, Tamaulipas– fue bloqueada por una serie de amparos que interpuso el gobierno federal.
“Se están abriendo nuevas esperanzas, hay compromisos para establecer el paradero de nuestros hijos”, añadió Emiliano Navarrete, padre de José Ángel.

Tras señalar que por la mañana representantes de los padres de los desaparecidos de Ayotzinapa sostuvieron una reunión con el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, subrayó: “El único objetivo para nosotros es que esclarezca el caso Ayotzinapa, porque hereda esta responsabilidad”.
Frente a miles de personas que participaron en la marcha y luego se aglutinaron en el Zócalo capitalino, madres y padres de los desaparecidos hablaron de su esperanza, pero también de su coraje hacia el gobierno de Enrique Peña Nieto, quien a lo largo de los últimos cuatro años mantuvo la llamada “verdad histórica”.

“Todavía nos engaña pensando que, como los padres somos de los pueblos originarios, no reclamaríamos a nuestros hijos, pero se equivocó, aquí nos tiene. Cuatro años de lucha repitiendo la consigna: ‘¡vivos los queremos!'”, lanzó Cristina Bautista Salvador al tomar el micrófono.
Y Navarrete denunció: “La ONU, en la cara le puso a este gobierno que lo que dice lo tuvo a base de torturar a estas personas detenidas (…) La misma CNDH le ha demostrado al gobierno mexicano que su investigación está mal”.
Añadió: “El gobierno está aferrado a querernos someter en una forma que ellos inventaron, una supuesta verdad. ¿Cómo puedes aceptar algo que no existe? No, señores, no vamos a aceptar la versión del gobierno”.
El mitin inició este miércoles pasadas las seis de la tarde. Y hace cuatro años, recordó Rosales, los normalistas de Ayotzinapa “más o menos a esa hora salían de la escuela rural rumbo a Iguala para recoger participaciones voluntarias y tomar autobuses para venir aquí (a la Ciudad de México) a conmemorar la masacre del 2 de octubre”.
Bautista agregó: “Sabemos que no somos los únicos que estamos sufriendo de no tener a nuestros seres queridos. Debemos de caminar juntos para llegar a la verdad (…) Nosotros los padres de familia queremos decirles que no nos vamos a rendir”.
En el templete instalado en la explanada del Zócalo capitalino, los familiares de los normalistas se colocaron en fila, sosteniendo entre sus manos imágenes con los rostros de sus hijos.
Detrás de ellos, cuatro estudiantes levantaron mantas en color rojo, donde se planteaban cuatro líneas de investigación “imprescindibles para la verdad y la justicia”.
Esas son: que se investigue a la policía municipal de Huitzuco, que se revise la actividad de los celulares de los normalistas desaparecidos la noche del 26 de septiembre de 2014, que se determine el papel que tuvo el Ejército, y que se considere que el móvil del ataque fue el trasiego de heroína de Guerrero a Chicago, Estados Unidos.
La marcha salió poco antes de las cinco de la tarde del Ángel de la Independencia, horas después de la reunión que sostuvieron representantes de los padres con el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, quien les refrendó sus promesas.
Incluso dijo que ya invitó al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) para que regrese a México a continuar con su labor de coadyuvancia en la investigación. Y Olga Sánchez Cordero, futura secretaria de Gobernación, prometió que la siguiente administración esclarecerá el caso.
En el antimonumento a los 43 instalado en el cruce del Caballito, el vocero Felipe de la Cruz aseveró que este sexenio “termina con las manos manchadas de sangre”.
Y antes de proceder al pase de lista de los 43 estudiantes desaparecidos, agradeció “a todos los que nos acompañaron este día, y que nos acompañaron cada 26 del mes a lo largo de estos cuatro años”.
A través de las bocinas instaladas en el antiguo camión que abrió la marcha, una normalista soltó: “Dicen que las normales rurales son un semillero de guerrilleros, pero se olvidan que este país es libre porque fue rebelde”.
Detrás de las columnas de estudiantes de la Escuela Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa caminaron integrantes de organizaciones sociales y estudiantiles –con mantas, banderas o puño en alto–, pero también cientos de ciudadanos de a pie.
Poco antes de las 5 de la tarde, mientras la marcha arrancaba, las nubes grises soltaron una intensa lluvia sobre avenida Reforma. De pronto, el carril derecho de la vía se llenó de paraguas y capas de lluvia.
Los jóvenes normalistas no cubrieron sus playeras negras –con los 43 rostros impresos– y en poco tiempo quedaron empapados. Pero no dejaron de gritar consignas.
“Los estudiantes de las normales rurales somos los hijos de la clase desprotegida”, lanzó un alumno de Ayotzinapa.

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