del 1 de febrero al 02 de abril de 2019 VAN 8 HUELGAS DE TRABAJADORES DEL CONOCIMIENTO
Integrante del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear
y colaborador voluntario de Frecuencia Laboral,
Publicación Original del Portal www.frecuencialaboral.com
y colaborador voluntario de Frecuencia Laboral,
Publicación Original del Portal www.frecuencialaboral.com
Apenas lleva unos meses el gobierno del
presidente Andrés Manuel López Obrador, y la paz laboral que tanto
presumió el gobierno anterior, quedó atrás. Los obreros de las
maquiladoras de Matamoros y un importante número de sindicatos de
instituciones educativas y de investigación se han ido a la huelga. Sus
demandas: incremento salarial, cumplimiento de pactos previos y
condiciones adecuadas en plazas y recursos para realizar su trabajo. A
continuación, un breve resumen.
El pasado 1° de febrero DE 2019, el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana SITUAM, inició
un movimiento de huelga en demanda de un incremento salarial de 20%. El
movimiento de los trabajadores ha superado ya dos meses y la
administración universitaria no ha variado su propuesta inicial de
aumento directo al salario de 6.45% (3.35% y 3% de retabulación). La
oferta de retabulación es para trabajadores administrativos y para
académicos de medio tiempo y tiempo parcial.
El SITUAM ha denunciado los elevados salarios
de la alta burocracia de la Universidad Autónoma Metropolitana, que
constituyen una carga para el presupuesto de esa casa de estudios y
contradice la política de remuneraciones para funcionarios que ha
planteado el presidente de la república. Según ha planteado el SITUAM,
con la reducción de salarios a la alta burocracia de la UAM, podría
haber mejores salarios para el personal sindicalizado.
Lo cierto es que en la UAM y muchas otras
instituciones de educación e investigación, hay prácticas de las
administraciones que poco favorecen las actividades sustantivas
institucionales y más parecen los funcionarios aprovecharse para
intereses personales o de grupo. La situación de las instituciones
requiere erradicar tales prácticas con la participación de los
trabajadores sin pretender pasar por encima de sus derechos.
Al día siguiente, el Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (STEUABJO) inició un
movimiento que tuvo una duración de 25 días y se levantó con un
incremento de 3.35% al salario después de 25 días de suspensión de
labores.
En la Universidad Autónoma Chapingo, el Sindicato de Trabajadores Académicos ( STAUACH )
colocó las banderas rojinegras del 21 de febrero al 16 de marzo, cuando
en plebiscito aceptó levantar su movimiento logrando un 3.35% de
incremento al salario, 1.8 en prestaciones y un monedero electrónico de
12 mil pesos, así como el 100% de salarios caídos.
Cuatro días después de los académicos, los
3500 trabajadores administrativos de la misma universidad, iniciaron una
huelga que se acerca ya a dos meses sin solución, a pesar de la
disposición del STUACH para llegar a un acuerdo. En
este caso, hay que destacar el trato diferenciado a los trabajadores
académicos y administrativos, seguramente con la intención de
dividirlos.
Tambien con casi dos meses de suspensión de
actividades, en Coahuila los integrantes del Sindicato de Trabajadores
Administrativos de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro ( SUTUAAN )
están en h uelga desde el 15 de febrero. Hasta el momento, no hay
acuerdo ya que la Rectoría propone el pago de los salarios caídos en
forma diferida, al igual que un bono por 4 mil 500 pesos que los
trabajadores consideran insuficiente en comparación a lo que reciben los
integrantes del sindicato académico.
En este caso, el rector se ha negado a
participar en el dialogo con el sindicato, y en cambio, las autoridades
universitarias intentaron, sin éxito, que la huelga fuera declarada
inexistente.
Ya en marzo, el Sindicato Independiente de Trabajadores de El Colegio de Postgraduados ( SINTCOP ),
estalló su huelga el día 2, al no obtener una respuesta al no obtener
respuesta favorable al pliego de peticiones por incremento salarial,
revisión de Contrato Colectivo de Trabajo (C.C.T.) y violaciones al
mismo, nivelación del tabulador de salarios de los trabajadores
administrativos con respecto a los salarios base que tienen aplicación
en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), homologación de
prestaciones con respecto a las de los trabajadores administrativos de
la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), entre otras peticiones.
El Sindicato Independiente de Investigadores
del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y
Pecuarias SIIINIFAP está en huelga desde el 20 de marzo por revisión de
contrato colectivo de trabajo. Entre sus demandas, además de incremento
salarial, está la entrega de recursos para los proyectos de
investigación, para publicar en revistas, para asistir a reuniones
científicas. Este movimiento liga la defensa de los derechos de los
trabajadores con la búsqueda de medidas para fortalecer la materia de
trabajo: la investigación.
Esta semana se sumaron al movimiento
huelguístico los trabajadores administrativos y académicos de la
Universidad de Sonora agrupados en el STAUS y el STEUS.
Todos estos movimientos tienen en común,
además de ser protagonizados por sindicatos de trabajadores del
conocimiento, que se realizan en instituciones educativas y de
investigación, que dependen para su funcionamiento de recursos del
Presupuesto de Egresos de la Federación, mismo que ´no solo no aumentó
con el cambio de gobierno, sino que incluso disminuyó en algunos casos.
También ha sido una constante la actitud de las principales autoridades
de cada institución de negarse a participar en las pláticas y, con
frecuencia, de acusar a los trabajadores de la situación de las
instituciones.
En estas instituciones el desinterés que
durante años demostraron los gobiernos por las tareas de educación e
investigación y sus políticas de contención salarial, la limitación de
los derechos de los trabajadores y las diferencias entre personal
académico y administrativo –alimentadas por la práctica oficial de
sustituir el salario por becas y estímulos que dividen a los
trabajadores y afectan la calidad del trabajo- se expresan ahora en un
auge huelguístico que hace años no se veía. No es que se busque
enfrentar al nuevo gobierno, es que los agravios acumulados han llegado
ya al límite.
Un elemento más, que también es lo que
siempre ha ocurrido, es el ataque –o vacío informativo- desde los
grandes medios informativos a los movimientos de huelga. Aquí se ha
aprovechado con frecuencia la percepción que se tiene acerca del
sindicalismo charro, con menciones que equiparan a los dirigentes del
sindicato petrolero o el magisterial con todos los sindicatos, ignorando
deliberadamente la lucha del sindicalismo democrático por hacer de los
sindicatos, organismos democráticos para la defensa de los derechos de
los trabajadores y, en el caso de los sindicatos en huelga, para
fortalecer sus instituciones y defender la educación e investigación
pública.
A estas alturas debe ser claro para todos que
cualquier transformación real del país requiere de fortalecer la
participación de toda la sociedad. No es manteniendo el abandono
presupuestal y limitando los derechos de los trabajadores, como se va a
lograr que la educación, la ciencia y la tecnología sean componentes
fundamentales para el desarrollo nacional con soberanía y justicia. No
es haciendo a un lado a las organizaciones sindicales, como se va a
avanzar. El mundo del trabajo tiene propuestas y organización, debe ser
tomado en cuenta.
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