Salarios mínimos profesionales, próximo desafío de la Conasami

Falta apuntalar un pacto en la materia, según Andrés Peñaloza, titular del organismo, aunque ya hay avances en las remuneraciones para trabajadoras del hogar y jornaleros.

Escrito por: Blanca Juárez
Salarios mínimos profesionales, próximo desafío de la Conasami
Por estas fechas en 2018, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) llevaba casi 30 años dirigida por el mismo hombre y un poco más con la misma política de contención salarial. En diciembre próximo se cumplirá un año que cambió de titular y logró un aumento del salario por encima de la inflación. Pero aún tiene un pendiente: el incremento a las remuneraciones de 59 tipos de profesiones y oficios en la mayor parte del país.
“Hay una creciente aceptación, pero nos falta apuntalar el acuerdo”, reconoce en conversación con El Economista Andrés Peñaloza Méndez, nuevo presidente de la Conasami. Luego de 27 años de que Basilio González Núñez la presidió, quizá todavía cabe identificar a Peñaloza como “nuevo”.
El aumento al salario mínimo profesional es parte del plan de trabajo que se trazó esta administración, afirma el funcionario. “Se ha sugerido” desde inicios de año.
Para este 2019 se logró el incremento de esos salarios en la zona libre de la frontera norte, recuerda. “Ahora el debate es que sea en el resto del país, en el esquema del Monto Independiente de Recuperación (MIR)”. El Doctor en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) subraya que, desde inicios del año, la comisión ha trabajado para subirlos.
Es muy importante, insiste. “La cuarta transformación no se puede explicar sin un antecedente de luchas sindicales y sociales para mejor las condiciones de vida”. Y en esa mejora los salarios son un componente fundamental, afirma. “La recuperación será gradual, responsable y consensuada”.
Con el aumento de los salarios mínimos generales registrado en diciembre pasado, de 88.36 a 176.72 pesos en la frontera norte y a 102.68 pesos en el resto del país, explica, se logró apenas rebasar la línea de la pobreza, pero por persona. Es decir, a un trabajador que gana el mínimo ya le alcanza para comprar una canasta alimentaria recomendada, con un precio de 1,561 pesos.
La meta, dice el Peñaloza, es llegar a la línea de bienestar familiar. Es decir, que con el sueldo de una persona se pueda mantener a una familia de cuatro miembros, utilizando el mismo estándar: una canasta alimentaria para cada uno.
Hace más de 35 años, los salarios representaban poco más del 40% del ingreso de los hogares. Ahora, sólo el 25%, señala. El costo de la política de contención salarial, es decir, de subir los salarios apenas centavos o si caso un par de pesos para ofrecer mano de obra barata, “fue de 54.7 billones de pesos. Eso es seis veces el presupuesto para el 2020”.
El crecimiento a costa de bajos salarios ya pasó en México y en muchas partes del mundo. Se ha comprendido, comenta, que las políticas industriales de fomento económico regional, la transferencia de tecnología, una mayor capacitación, inversiones productivas no especulativas, así como el aumento al salario, “eso sí garantiza la mejora económica”.

Poner las barbas a remojar

El listado del salario mínimo profesional comprende 59 oficios y profesiones en la rama económica, trabajo especial, por profesión y oficios; “unos ya están obsoletos”, asevera Peñaloza. Aunque las trabajadoras del hogar y los jornaleros no están inscritos en dicho catálogo, es muy probable que se logre un acuerdo para incrementar sus tarifas, adelanta.
Indica que hay un sector empresarial “que quiere unificar los salarios mínimos generales con los profesionales. Como presidente de la Conasami, considero que hay que hacer esa división”. El funcionario recalca que “hay que desneoliberalizar el pensamiento”. Es decir, dejar atrás la idea de que un aumento salarial genera inflación o que bajos salarios traerán productividad.
Pide mirar el ejemplo de Ecuador y Chile, donde desde hace semanas se iniciaron conflictos sociales derivados de medidas económicas que recienten los que menos ganan.
“Parte de las protestas son los salarios mínimos, incluso (en Chile) donde se mostraban exitosos del modelo neoliberal. Era claro que iba acumulando deudas y es lo que no queremos en México”.
Andrés Peñaloza confía en que en diciembre empresas, gobierno y representantes de trabajadores acuerden un nuevo incremento al salario mínimo general y uno al profesional.
“Percibimos el ánimo y disposición del sector patronal, que ha cobrado conciencia de la necesidad de saldar esta deuda histórica Estamos en condiciones de ir más allá del incremento del año pasado, cuidando equilibrios. Y esperamos darles una noticia de felicidad pronto”, concluye el funcionario.


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