500,000 repartidores y conductores de Didi, Uber y Rappi, meta de afiliación del IMSS

 

Norma Gabriela López Castañeda, directora de Incorporación y Recaudación del Seguro Social, explica en entrevista los objetivos que tiene el programa para trabajadores independientes anunciado hace unos días.

Más de 5,200 conductores y repartidores se han afiliado ya al programa piloto del IMSS. Foto EE: Eric Lugo

En México, al menos 500,000 personas laboran en plataformas digitales y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) busca afiliarlas mediante el programa piloto para trabajadoras y trabajadores independientes. “El gran debate es quién debe pagar el aseguramiento”, acaso las empresas, “pero no podemos esperar a que se resuelva para avanzar”, dice Norma Gabriela López Castañeda, directora de Incorporación y Recaudación del organismo.

La semana pasada el instituto anunció la firma de un convenio con Beat, DiDI, Rappi y Uber para que estas compañías trasnacionales promuevan el programa piloto entre repartidores y conductores. El esquema, que está a prueba, implica que las personas trabajadoras asuman el costo de su aseguramiento.

Con un pago desde 1,150 pesos al mes, tendrán acceso a los cinco seguros que ofrece el IMSS: servicios médicos, hospitalarios, farmacéuticos y maternidad; incapacidades, pensión por invalidez y vida; ahorro para el retiro y guarderías. Podrán registrar también a sus cónyuges, hijas o hijos y padres y madres.

Al igual que en otros países, en México se han conformado movimientos laborales que buscan el reconocimiento de la relación de trabajo con esas grandes compañías y pronto se opusieron a este programa. Los procesos en cada nación llevan diferentes momentos y han logrado distintos avances.

En marzo pasado, tras una demanda laboral, Uber en el Reino Unido aceptó garantizar al menos el pago del salario mínimo, vacaciones con goce de sueldo, inscripción a un plan de pensiones y seguro de accidentes a sus conductores y repartidores. En mayo, el gobierno de España reformó su código laboral para reconocer como asalariadas a las personas que laboran en plataformas.

El país no podrá quedarse atrás de estos avances, reconoce la funcionaria. “El IMSS será respetuoso de lo que, eventualmente, la legislación diga al respecto, de lo que se llegue a legislar en materia laboral”, señala.

Sin embargo, será la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y el Congreso de la Unión quienes tendrán que comenzar los cambios legislativos, explica. En tanto eso ocurre, “que la gente esté protegida, que tenga acceso a un esquema que les da la cobertura total”.

Cuando ese proceso se desate, “seguramente vamos a participar con la STPS, como hemos participado en otros temas, aportando ideas e información. Pero algo que nos queda claro es que primero hay que conocer cómo es este sector, esa es la mejor forma de hacerlo sencillo”.

En una carta difundida este martes, la Unión Nacional de Trabajadores de Aplicaciones (UNTA), el primer sindicato reconocido en el país que agrupa a conductores y repartidores de plataformas digitales, manifestó su descontento por el anuncio del IMSS, ya que dijeron que no fueron consultados para su elaboración, además de que el programa piloto deja sólo en los trabajadores la posibilidad de acceder a la seguridad social, excluyendo la responsabilidad de participación de las empresas.

"Incorporarse al IMSS implica una reducción significativa al salario nominal. Se estima que esta reducción represente un promedio de 2,000 pesos al mes. A esto hay que sumar el pago de impuestos, así como la constante reducción de tarifas por entrega o por viaje que constantemente imponen este tipo de empresas. La baja constante del salario en estos trabajos ha quedado impune al no existir relación laboral", expresan en la misiva dirigida al director del IMSS, Zoé Robledo.

Los dos propósitos del programa piloto

El convenio con las plataformas tiene dos grandes objetivos, señala Norma Gabriela López Castañeda. La primera es la difusión del programa para que, “en tanto la política pública se desarrolla, la gente esté protegida”. El otro propósito es “tener información de primera mano para conocer al sector, para saber qué funcionaría y cómo hacer que funcione ante una legislación específica” en un futuro.

La funcionaria federal insiste: “No podíamos quedarnos atrás, esperando a ver qué ocurre. Para nosotros, en el instituto, lo más importante es que ya estén protegidos y vemos un gran beneficio en este esquema”.

El 23% de la población ocupada en México, más de 12.5 millones de personas, labora de manera independiente o por medio de nuevos mecanismos de trabajo que no encajan en la figura de subordinación laboral, con un patrón, sujetas a un horario y otras características que la Ley del Seguro Social establece para incorporarse al régimen obligatorio, dice la abogada especialista en temas fiscales.

“El mercado laboral ha cambiado, la tecnología permite una mayor flexibilidad de las condiciones laborales, pero no por ello debes quedar excluido de uno de los principales beneficios de la generación de ingresos dentro del ámbito formal”, que es la seguridad social.

El instituto ha estado diseñando un esquema de aseguramiento ad hoc para quienes trabajan a través de las plataformas digitales, dice. “No es fácil porque la diversidad entre las personas que participan de ese tipo de ingresos es amplia”.

Algunas personas usan las plataformas para compensar su salario, para otras es su única fuente de ingresos. Las utilizan estudiantes en sus tiempos libres, hay gente que las ocupa como negocio: compran vehículos y los ponen a trabajar a través de terceros, detalla.

El gran reto ha sido flexibilizar la incorporación de este sector en la “estructura rígida que tiene la Ley del Seguro Social, de tal manera que no pierdan los derechos laborales” y, al mismo tiempo, integren las diferentes modalidades de esta economía.

“Si con un programa piloto podemos darle acceso a la seguridad social es maravilloso”. Lo cual no implica que más adelante sea diferente, subraya. Quizá como en España, donde las empresas deben pagar las cotizaciones.

“Lo que no queremos que nos pase, como IMSS, es que sea al revés, que de repente haya una legislación de un colectivo que no conocemos y tengamos que flexibilizar los mecanismos de incorporación, pero no sepamos cómo”.

La experiencia de afiliación que les ha dejado el programa piloto para trabajadoras del hogar se los confirma. “Si no haces los procesos sencillos, ad hoc para el sector, aunque esté en la letra será inaplicable”.

El paso a paso para inscribirse

Según estudios que ha hecho el instituto, “el gasto bolsillo de las familias prácticamente es de 7,000 pesos mensuales por atención médica”. Con el programa piloto para personas trabajadoras independientes estarían protegidas con siete veces menos dinero, apunta.

La cuota que pagarán mes a mes se define según el ingreso mensual que declaran. “Pero supongamos que es el salario mínimo”, al mes percibiría más de 4,300 pesos, entonces, su aportación al IMSS sería de menos 1,150 pesos, alrededor de 37 pesos diarios. “Con eso aseguras a tu familia, a tus hijos de hasta 16 años o hasta los 25 si siguen estudiando, pero si tienen una discapacidad es de manera permanente”.

Para inscribirse deben ingresar a la página www.imss.gob.mx/personas-trabajadoras-independientes. La información que proporcionarán es: nombre completo, Clave Única de Registro de Población (CURP), numero de seguridad social —en caso de contar con él—, correo electrónico y domicilio.

Luego, el sistema pedirá información sobre el ingreso mensual. “No es por día, es el bruto que tienen mensualmente, sobre ese ingreso se hace el cálculo de cuánto será la cuota”, aclara la funcionaria.

La cantidad declarada se puede cambiar cada mes. “Es lo bondadoso del esquema, si este mes tuviste un muy buen ingreso, lo ajustas; si, al contrario, no te fue tan bien, lo reduces. Si de plano no obtuviste ingresos y no puedes pagar los 1,150 pesos mínimos, lo retomas el siguiente mes”. Mientras más alta sea la cotización será mayor el aporte a la cuenta de ahorro de retiro.

El pago se realiza los primeros 20 días al mes y el aseguramiento inicia el día uno del mes siguiente durante esos 30 días. Al tener los mismos derechos que otra persona trabajadora, pero asalariada, en caso de un accidente o enfermedad pueden acceder a un periodo de incapacidad.

Si esos eventos les dejaran secuelas que les impidieran seguir laborando, podrían acceder a una pensión por invalidez, si es que cumplen el resto de los requisitos de semanas cotizadas. En caso de fallecimiento, también pueden dejar una pensión de viudez, orfandad o de ascendientes.

A una semana de haberse anunciado, más de 5,219 trabajadores y trabajadoras de las plataformas digitales ya se inscribieron. La Ciudad de México y Aguascalientes son las entidades con mayor incorporación, el salario promedio registrado es de 225.93 pesos diarios.

La gran mayoría, 4,822 personas, contaba ya con un historial en el IMSS; en promedio, han cotizado 525 semanas, informa Norma Gabriela López. Para el resto, 397 personas, lo que equivale al 7% de quienes se han afiliado hasta ahora, es la primera vez que están cotizando en el instituto.

El 63% es hombre y el 37%, mujer. La edad promedio de ellas es de 50 años y la de ellos, 52. “Eso es muy positivo porque quiere decir que, por lo menos, tienen 10 años para hacer sus aportaciones y reactivar sus semanas cotizadas, en caso de que las tengan”.

La funcionaria recordó que en el micrositio del programa hay un espacio donde se responden algunas de las preguntas más frecuentes. La página cuenta con una calculadora para estimar cuánto tendrían que pagar según sus ingresos. También pueden llamar al número telefóncio (800) 6232323, opción 0.

“El hecho de que aún no haya una reglamentación para este tipo de personas trabajadoras”, respecto a los lugares donde laboran, “no significa que les dejaremos privadas de esta oportunidad al aseguramiento”, apunta la abogada.

 

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