Transnacionales, con apetito voraz en la Cruzada contra el Hambre
Adhesión de la empresa Nestlé a la Cruzada contra el Hambre.
Foto: Germán Canseco.
Foto: Germán Canseco.
Reacia
a integrar en la Cruzada Nacional Contra el Hambre a organizaciones de
productores agrícolas y lecheros, la secretaria de Desarrollo Social,
Rosario Robles, anunció en cambio la incorporación de transnacionales
como Nestlé, Pepsico y Coca Cola, así como tiendas departamentales, al
programa inaugural del sexenio. En entrevista, líderes campesinos acusan
al gobierno federal de fortalecer un esquema alimentario que en la
última década ha favorecido a los supermillonarios del país y ha
postrado en la pobreza alimentaria a 28 millones de personas.
MÉXICO,
D.F. (Proceso).- La titular de la Secretaría de Desarrollo Social
(Sedesol), Rosario Robles, integró al Consejo de la Cruzada Nacional
Contra el Hambre –el programa federal que inició el martes 2– a
transnacionales que considera “socialmente responsables”, como Nestlé,
Pepsico y Walmart, señaladas desde hace tiempo por propiciar la pobreza
en el campo mexicano.
En los últimos 10 años esas compañías se
beneficiaron con más de 3 mil millones de dólares en aranceles no
cobrados por concepto de importación y han recibido beneficios de
programas federales originalmente destinados al campo.
Convocados
para terminar con el hambre en 400 municipios del país donde viven 7.4
de los 28 millones de mexicanos “en pobreza multidimensional y carencia
alimentaria” –según los indicadores de la Sedesol –, dichos emporios son
los mayores distribuidores de productos chatarra que contribuyeron a
incrementar los problemas de nutrición y enfermedades como hipertensión y
diabetes, que según la Secretaría de Salud son las principales causas
de muerte en el país.
Yazmín Copete Zapot, exdiputada federal por
el Partido de la Revolución Democrática (PRD), señala que empresas como
Nestlé, Pepsico (Sabritas y Gamesa), Bimbo, Maseca, Minsa, ADN, Herdez,
Jumex, Bachoco, Sukarne y Lala, junto con Cargill y Monsanto, además de
beneficiarse con más de 3 mil millones de dólares en aranceles de
importación no cobrados en los últimos 10 años, en 2011 recibieron 10
mil 376 millones de pesos del presupuesto federal.
Pero además “en
los últimos 25 años destruyeron las bases de la seguridad alimentaria y
devastaron la producción de maíz blanco. El consumo de este grano como
parte de la dieta de los mexicanos depende de Cargill y Monsanto,
organismos que imponen y manipulan el mercado interno de los granos y
los productos básicos, teniendo como aliados a Maseca, Minsa, ADN,
Bachoco o Bimbo, mientras que el gobierno federal niega subsidios a
nuestros campesinos”, denunció Copete en tribuna el pasado 28 de
noviembre.
La inclusión de estos emporios en el programa que se
perfila como emblemático del sexenio de Enrique Peña Nieto también
generó reacciones de organismos internacionales. Patti Rundall, líder de
la Coalición Internacional contra el Conflicto de Intereses, recordó
que en Brasil, durante el gobierno de Luz Inácio Lula da Silva, se
introdujeron los programas Hambre Cero y Bolsa de Familia, pero como
Nestlé participó en los programas sucedió que las mujeres habilitadas
como guías nutricionales se convirtieron en promotoras de la empresa en
lugar de inculcar buenos hábitos alimenticios.
Finalmente Hambre
Cero se suspendió por las protestas de organizaciones sociales que
denunciaron los malos efectos de los productos Nestlé en la nutrición de
los niños por sus altos contenidos de azúcar, sal, grasas y aditivos
dañinos. Aun así, Lula da Silva aceptó que el gobierno mexicano
utilizara su imagen para impulsar su “cruzada”. El 19 y el 20 de abril
en la Ciudad de México participará en varios eventos, incluida la
creación de un “mural contra el hambre”.
Max Correa, dirigente de
la Central Campesina Cardenista (CCC), afirma en entrevista que las
transnacionales acudieron al llamado de la Sedesol para “expiar” sólo en
apariencia sus culpas con “dádivas” a los hambrientos: “Al final de la
Cruzada Contra el Hambre no van a erogar un solo cinco, ya que gracias a
sus fundaciones sus aportaciones serán deducibles de impuestos. Al
contrario, a cargo del erario, recibirán publicidad gratis como las
grandes benefactoras”.
–¿Si los subsidios que reciben estas
grandes empresas se canalizaran a los campesinos habría necesidad de la
Cruzada Contra el Hambre? –se le plantea.
–Este año el campo
tendrá subsidios superiores a 300 mil millones de pesos. Sólo que el
problema no es de presupuesto sino de redistribución de los recursos. En
México el presupuesto no se aplica de manera inteligente como para
garantizar autosuficiencia en alimentos. Este año, sólo del Programa de
Apoyo a la Comercialización que maneja la Sagarpa (Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Desarrollo rural, Pesca y Alimentación) estas
empresas recibirán como 6 mil millones de pesos; equivale al 50% de los
12 mil millones que tiene asignados el Procampo.
“El presupuesto
tiene que reorientarse a la producción de granos y alimentos
estratégicos en la población del sur y el suroeste del país, regiones
que concentran a la mayor parte de productores y al mayor número de
personas en pobreza alimentaria. El presupuesto, los programas y sus
reglas de operación están orientados para beneficiar a los consorcios y a
sus productores contratistas del norte y noroeste. Sinaloa, Tamaulipas,
Sonora, Baja California, Jalisco y Guanajuato tienen el 70% de los
subsidios del campo”.
Por ejemplo, menciona en Sinaloa al dueño de SuKarne, Jesús Vizcarra, quien según la revista Forbes México
del pasado 15 de marzo factura más de 2 mil millones de dólares al año.
Además, afirma, participan en la concentración de estos beneficios el
exgobernador Jesús Aguilar Padilla y los extitulares de la Sagarpa
Francisco Mayorga y Javier Usabiaga, El Rey del Ajo; todos ellos con poder político y económico.
Para Correa es significativa la lista de Forbes
con los 35 más ricos del país, ya que 16 de ellos fincan sus fortunas
en la explotación de los recursos del campo y, en contraparte, generan
pobreza y hambre entre los campesinos.
En una infografía que esa
revista tituló “Rostros de la riqueza”, sólo por debajo de Carlos Slim
coloca a Alberto Bailleres González y su familia, con 18 mil 200
millones de dólares. Entre otras empresas, Bailleres es accionista
relevante de Femsa-Coca Cola. En el quinto lugar de la lista figuran Eva
Gonda Rivera y familia, también accionista de la misma empresa, con 6
mil 600 millones.
En el octavo sitio está la familia Servitje, dueña de Bimbo, con una fortuna de 4 mil 624 millones.
(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1902, ya en circulación)
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