“Pueblo sirio no entregará el país a mercenarios”

Siria se juega todo en las próximas elecciones presidenciales, previstas para el martes 3 de junio, explicó el embajador de la nación árabe en Venezuela, Ghassan Abbas.

En entrevista con la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), Abbas señaló que en estos comicios se impondrá la voluntad del pueblo sirio de vivir en paz .
“Si no hemos entregado al país por la guerra, cómo vamos a entregarlo por la política. Por eso, estas elecciones son muy importantes para confirmar ante el mundo entero lo que el pueblo sirio quiere. No vamos a intimidarnos ante los cohetes, carros bombas”, expresó.
Resaltó la determinación del pueblo sirio ante los ataques terroristas que lo asedian desde marzo de 2011. “Si voy a quedarme bajo un Gobierno sumiso, lacayo y que no respeta mi voluntad, para mí morir mártir es mucho mejor que morir en humillación o sin dignidad. Eso es lo que está en juego en Siria”.
El embajador rechazó y calificó de falsos los argumentos que las potencias occidentales han esbozado sobre que no están dadas las condiciones en Siria para desarrollarse los comicios.
“¿Por qué en Siria no podemos hacer elecciones?”, se preguntó Abbas, al tiempo que prosiguió: “¿Por qué en Ucrania pueden hacer elecciones mientras que los golpistas están gobernando el país?”.
Señaló que para estos comicios se están tomando en cuenta las amenazas, indicios y pruebas que existen sobre la instalación de cuarteles para sabotear las elecciones.
Para estos comicios aspiran a la presidencia el actual mandatario, Bashar Al Assad; Maher Abed al-Hafiz Hayyar, originario de la norteña ciudad de Alepo y con orígenes políticos vinculados con el Partido Comunista; y Hassan Abd-Allah al-Nuri, un hombre de negocios nacido en Damasco, quien cursó estudios superiores en universidades de Estados Unidos.

La oposición

Desde el inicio de los conflictos en Siria, en 2011, se han constituido diversas llamadas oposiciones al Gobierno del presidente Bashar Al Assad, explicó Abbas: Una que dice respetar el marco jurídico, no a la violencia y a la intervención extranjera; otra importada (constituida mayormente por extranjeros y mercenarios); y la tercera que apoya a estos últimos.
“La oposición no se puede dejar en el mismo saco. Hay una oposición lacaya que trabaja para destruir al país a cualquier precio, y hay una oposición que está defendiendo, que quiere a Siria, que es más moderada, más moderna, que no tiene fuerza, porque se ha demostrado que la fuerza la tiene el partido del Gobierno, con la coalición de partidos”, detalló.
Señaló que es imposible calificar de oposición a los llamados Guardianes de la Revolución en Siria (o Coalición Nacional para las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria), “cuando son mercenarios pagados, que vienen de países vecinos y de Occidente, y apoyan la tesis de un Estado supranacional”.
“¿Cómo voy a llamar un clan de intelectuales o vende patrias que trajeron de todo el mundo para hacer una oposición pagada, que vive en hoteles cinco estrellas, que habla de democracia pero en el terreno no tienen a nadie para representar?”, cuestionó el embajador.
Esta oposición terrorista -refiere- es muy similar a una parte de la ultraderecha en Venezuela que “acepta la violencia, acepta que sean mercenarios, acepta lo que sea para ejecutar un plan terrorista”.

Falsas democracias

Abbas explicó cual ha sido el papel de las potencias occidentales desde el inicio de la crisis: “Desde el principio del conflicto se pusieron al lado de los mercenarios y de una agrupación (opositora) que ni representa 5% del pueblo sirio, y querían cambiar la situación en Siria para que hubiese un Gobierno lacayo, un Gobierno servil a los intereses de Occidente”.
No obstante, señaló que esas pretensiones de Occidente “es muy difícil que ocurra en Siria”, porque en su país “hay un Gobierno defendiendo los intereses del pueblo, un pueblo que está apoyando al Gobierno del presidente Bashar Al Assad”.
El embajador enfatizó que los llamados que han hecho las potencias occidentales a la democracia en Siria son falsos, puesto que protegen a “los lacayos y mercenarios en nombre de los pueblos”.

Conversaciones en Ginebra

“No vamos a aceptar que el imperio, después que hemos pagado miles de mártires, imponga su tesis. Lo que no hemos dado por la guerra, ¿Cómo vamos a darlo por las negociaciones?”, puntualizó el embajador en referencia a las exigencias que se hicieron al Gobierno sirio en las negociaciones en Ginebra, Suiza, donde la llamada oposición y sus aliados extranjeros pedían la salida de Al Assad: “Este era el plan, a pesar que ellos pusieron muchos párrafos bonitos”.
“Ginebra I y II no son procesos limpios, porque esos Estados (interventores) no quieren aplicar ningún proceso que pueda conducir a la decisión libre del pueblo de Siria. Aún quieren un Gobierno que pueda respetar la agenda injerencista de ellos, un gobierno lacayo”, explicó.
Abbas manifestó que las conversaciones estaban destinadas al fracaso, por la doble moral de algunos de los participantes, quienes decían “que pare la violencia”.
“Pero si quieren que pare la violencia no financien más (a los mercenarios y terroristas), no den más armas, no provoquen más”, expresó, en relación a los países que formaban parte del diálogo pero a su vez mantienen la ayuda a los mercenarios como Estados Unidos.
Adrián Durán / AVN

Fuente 

Comentarios