Escocia llega hoy al referendo tras dos años de intensa campaña

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Alex Salmond, primer ministro de Escocia, estuvo ayer en la ciudad de Largs para impulsar el a la independencia. A la derecha, el ex gobernante británico Gordon Brown llamó a votar por el no en una visita a GlasgowFoto Reuters
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La panadería Cuckoo’s, en Edimburgo, llevó a cabo una encuesta muy singular en la que durante 200 días mostró los porcentajes de los pastelitos más vendidos en tres categorías respecto del referendo: a favor de la permanencia en el Reino Unido, independentistas e indecisosFoto Reuters
Chris Green
The Independent
Periódico La Jornada
Jueves 18 de septiembre de 2014, p. 27
Edimburgo , 17 de septiembre.
Los líderes presentan sus últimos argumentos antes de la votación por la independencia de Escocia.
Tras una campaña llena de dimes y diretes, que ha durado dos años y conllevado a acusaciones de acoso, intimidación, amenazas y mentiras, el electorado escocés finalmente decidirá este jueves, desde la privacidad de una casilla de votación, si su territorio debe optar por la independencia o permanecer como parte del Reino Unido.
Esta noche, los últimos sondeos difundidos antes del referendo sugerían que la campaña en contra de la independencia llevaba una muy leve ventaja. Sin embargo, con una considerable cantidad de indecisos, el resultado será imposible de predecir hasta las primeras horas de este viernes.
David Cameron advirtió este miércoles que está nervioso ante la posibilidad de que el Reino Unidos pueda estar a punto de escindirse. En caso de que gane el sí, el primer ministro enfrentará intensa presión de la bancada conservadora para que renuncie a su cargo, por haber presidido la separación de Inglaterra y Escocia después de una unión de 307 años.
Cameron ha insistido en que no renunciará al cargo de primer ministro si Escocia opta por la independencia.
Mi nombre no está en esas boletas. Lo que dicen esas boletas es si Escocia quiere permanecer en el Reino Unido o separarse. Esa es la única cuestión que se decidirá la noche del jueves. La cuestión sobre mi futuro se hará en las próximas elecciones generales británicas, sostuvo Cameron.
Los líderes de las campañas en favor y en contra de la independencia pasaron todo este miércoles argumentando sus causas en radio y televisión, mientras ejércitos de decenas de miles de voluntarios continuaban el asalto final en las calles y tocaban a las puertas de los hogares.
En Perth, el jefe del gobierno escocés, Alex Salmond, pronunció un encendido discurso ante los simpatizantes del sí, a los que llamó a prepararse para un día que Escocia jamás olvidará. Además volvió a atacar a los principales partidos políticos de Westminster por estar sin contacto con la realidad y viviendo en el pasado.
El primer ministro escocés agregó: a nuestros amigos en el resto del Reino Unido les decimos que no buscamos una división, pero sí equidad. Una nueva y mejor relación más armónica, fundada en los perdurables nexos de nuestra familia y nuestra cultura.
En Glasgow, el ex primer ministro británico Gordon Brown dio lo que según algunos comentaristas fue el mejor discurso de toda su carrera política ante el público del barrio de Maryhill. “No es menos patriótico votar por el no, Escocia no le pertenece a al Partido Nacionalista Escocés (SNP por sus siglas en inglés)”.
Al afirmar que la mayoría silenciosa no permanecerá silenciosa más tiempo, el ex premier laborista agregó: este voto no tiene que ver con el Parlamento escocés, eso lo tenemos ya. No tiene que ver con una moneda compartida, que también tenemos ya. El objetivo de los nacionalistas es romper todo lazo constitucional con el Reino Unido y no lo vamos a permitir. Somos una nación: ayer, hoy y mañana.
Esta noche, la encuesta de Ipsos Mori sugería que Escocia rechazará la independencia por un mínimo margen, con 51 por ciento del voto por el no y 49 por ciento a favor del sí. Esta previsión no incluye a los indecisos.
Un estudio separado de la agencia Panelbase tuvo resultados similares, con 52 por ciento de los encuestados a favor del no y 48 por ciento decididos a emprender el camino de la independencia. Ambos sondeos indicaron que 5 por ciento de los votantes, o uno de cada 20, permanecen indecisos y podrían darle vuelta a la tendencia.
Blair Jenkins, el jefe ejecutivo de la campaña Sí Escocia señaló que las encuestas demuestran que la campaña por la independencia está a una distancia mínima de la victoria y agregó que la afluencia a las urnas favorecía a su bando.
Las tácticas agresivas de los que apoyan el recibieron más críticas hoy, debido a que una serie de políticos indicó que el tono del debate no favoreció a la imagen de Escocia.
Nick Clegg, el primer ministro británico adjunto, afirmó que la campaña fue escenario de incidentes bastante desagradables. Nigel Farage, líder del derechista Partido Independiente de Reino Unido (Ukip, por sus siglas en inglés), acusó a Salmond de haber regado con ácido las calles. Vemos intimidación y un creciente sentimiento antibritánico, escribió Farage en Twitter.
También notamos una aborrecible conducta que puede llevar a disturbios. Es lamentable cuando los políticos golpean tan bajo, añadió.
Jack McConnell, ex primer ministro escocés, dijo que la policía es culpable por su impactante ineficiencia para prevenir la intimidación durante las campañas. La gritería durante los actos públicos, las amenazas de agresión contra automóviles y hogares y las agresiones en poblados y plazas eran evitables, aseguró. Me sorprende que no hubiera mayor esfuerzo de la policía escocesa; más presencia durante los fines de semana en los actos públicos, uno o dos arrestos simbólicos de personas que se mostraron agresivas desde un principio.
En respuesta, la Federación Escocesa de Policía aseguró que el nivel de agresión que tuvo lugar en las calles es exagerado por los políticos. El debate ha sido rudo, pero mayoritariamente bien intencionado, aseguró el director de la federación, Brian Docherty.
Mientras tanto, las aseveraciones de Salmond de que una Escocia independiente sería admitida rápidamente dentro de la Unión Europea fueron contradichas por los españoles.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, afirmó que puede llevarle ocho años a Escocia el trámite para volverse miembro de la comunidad.
© The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca

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