Los pasivos de Luz y Fuerza
Reforma inconclusa
Martín Esparza Flores
El tema de los billonarios pasivos
laborales de Pemex y CFE, que de acuerdo con lo establecido en las leyes
secundarias serán asumidos por el gobierno federal para transformarlos
en deuda pública, son parte de una historia contada a medias al pueblo
de México donde aún faltan por contabilizar los casi 350 mil millones de
pesos que representan los compromisos laborales incumplidos con los
trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), aun antes de
la ilegal liquidación de Luz y Fuerza del Centro, en octubre de 2009.
Si se quiere sanear financieramente el
sector energético y las ahora empresas productivas del Estado, como
plantearon los legisladores en el Congreso, deben asumirse de manera
uniforme todos los pendientes laborales aún por zanjar, siendo
obligación de la Secretaría de Hacienda reconocer tales rezagos.
Hasta el momento, ni los funcionarios
del sector ni los diputados y senadores que aprobaron la reforma
energética han dilucidado el origen y naturaleza de tales pasivos.
Se han guardado bien de desmenuzar los
inflados pasivos donde, tramposamente, insertaron las millonarias
jubilaciones de los altos funcionarios, engañando a la nación con
cantidades que no corresponden a la realidad de las pensiones de los
trabajadores sindicalizados de tal modo que, por ejemplo, mientras los
datos de la Auditoría Superior de la Federación indican que el pago de
las pensiones de los jubilados de Pemex asciende a 22 mil 517 pesos
anuales, los legisladores en el Congreso elevaron tal cantidad a 53 mil
millones de pesos; en el caso de CFE la situación es similar, pues
mientras el organismo auditor ha establecido que tal concepto representa
una erogación de 13 mil 827 millones, en el proyecto de “rescate” se
pidieron 35 mil millones de pesos.
Tal desproporción obedece a que los
impulsores de la reforma se cuidaron de garantizar los excesivos
privilegios que desde hace décadas vienen usufructuando los altos
funcionarios de las exparaestatales, los cuales fueron salvaguardados en
el contenido de las leyes secundarias.
El monto de los Pidiregas tampoco puede
seguir ocultándose, sobre todo si se considera que, por este rubro, la
CFE contrajo deudas del orden superior a los 700 mil millones de pesos y
en el caso de Pemex superan la cifra de 1.2 billones de pesos.
Es imprescindible explicar al pueblo de
México que los pasivos laborales no son deuda ni responsabilidad de los
trabajadores, sino obligaciones no saldadas del gobierno, en su función
de patrón, derivadas de un contrato colectivo de trabajo.
Es éste el fundamento por el cual el SME
ha demandado al gobierno ante la Junta Federal de Conciliación y
Arbitraje para que pague y asuma todas las obligaciones derivadas de
nuestro contrato colectivo de trabajo, que son estos pasivos laborales y
que suman, en promedio, 350 mil millones de pesos, los cuales pueden
ser sufragados con el valor de los activos de Luz y Fuerza del Centro,
en liquidación.
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