Sin policías, y con homenaje a Álvarez Garín, miles conmemoran el 68
Conmemoran 46 años de la matanza de Tlatelolco. Foto: Germán Canseco |
Como parte del homenaje al líder estudiantil, Félix Hernández Gamundi –quien ahora dirige el Comité—, pidió un minuto de silencio que los presentes respetaron con el puño en alto. Después, reivindicó la lucha estudiantil de los politécnicos, la demanda de justicia por la matanza en Ayotzinapa, Guerrero y la defensa del agua y de la tierra de los de Atenco, Estado de México.
Celebró que la de hoy haya sido una manifestación sin presencia policiaca. En días pasados, la Secretaría de Seguridad Pública del DF anunció que tres mil elementos custodiarían la marcha y que se instalarían vallas metálicas frente a inmuebles como el Palacio de Bellas Artes.
El secretario de Gobierno capitalino, Héctor Serrano, afirmó que hubo un acuerdo con los organizadores para que llegaran al Zócalo sin problemas.
“Por primera vez hemos marchado sin la presencia de la policía. Y es una gran marcha, enérgica y ordenada. Vemos el reencuentro de compañeros y contingentes que hace muchos octubres no veíamos en esta plaza”, destacó Hernánez Gamundi, quien recordó el apoyo del pueblo de Topilejo al movimiento del 68.
Reconoció la lucha de estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) por la educación pública a nivel superior. Se solidarizó con el movimiento, así como la presencia de universitarios de escuelas públicas y privadas, de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Hoy venimos a conmemorar 46 años del movimiento del 68. A recordar a los camaradas asesinados. Venimos con la tristeza que nos embarga por la partida hace seis días de Raúl Álvarez Garín. El legado que nos dejó es su ejemplo de lucha. Venimos a plasmar el compromiso de la Generación del 68 de nunca dejar de estar codo a codo con las generaciones nuevas y que las represiones no queden en el olvido y en la impunidad”, afirmó.
Hernández Gamundi destacó que no olvidan al represor expresidente Luis Echeverria, quien estuvo en arraigo domiciliario por genocidio, pero fue liberado; aunque tiene en su historial 54 averiguaciones previas, de las cuales está implicado en 52, tanto por la masacre del 2 de octubre, como “El Halconazo” del 10 de junio de 1971. Finalizó su discurso comprometiéndose, junto con el Comité, a “romper con la impunidad”.
“Dios nunca muere”
Los líderes del Comité del 68 y sobrevivientes a la masacre se reunieron en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco desde temprana hora. Los contingentes se formaron de la siguiente manera: Primero el Comité del 68, luego los líderes Yaquis, seguidos por los politécnicos, los universitarios, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y al final el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
Unos jóvenes llevaron enormes pancartas para pedir la libertad de los presos políticos Abraham Cortéz, Alejandro Bautista y Mario González, detenidos durante la protesta del 2 de octubre del 2013.
Como antaño, los líderes del Comité del 68 marcharon codo a codo, mientras una adolescente, alentada por su mamá, les mostró de frente una pancarta con la leyenda: “Ustedes son mi orgullo”. Los manifestantes corearon: “¡Peña, Echeverría, la misma porquería!”. Sobre el Eje Central Lázaro Cárdenas, a la altura de Garibaldi, cargaron una manta con un mensaje: “¡Y marcharemos cuando se nos dé la gana!”.
Alrededor de las 17:30 horas arribó el contingente a un pequeño templete prestado por el SME, ubicado frente a Palacio Nacional, en el Zócalo capitalino. Arriba ya los esperaba el líder de los electricistas, Martín Esparza, quien habló hasta el final del evento.
Como primer acto, dedicaron a Álvarez Garín el vals oaxaqueño “Dios nunca muere”, del compositor Macedonio Alcalá, pero con música de banda.
Luego, colocaron una de las mantas-homenaje con la letra de la canción “Al vent” de Raimon, que dice: “La cara al viento/ El corazón al viento/ Las manos al viento/ Los ojos al viento/ Al viento del manto.
Los representantes de los contingentes hablaron. La del Poli leyó su pliego petitorio, los yaquis demandaron la libertad de sus líderes Mario Luna, Fernando Jiménez y Tomás Rojo. Los del SME llegaron al final al Zócalo y los recibieron con aplausos.
Los de Atenco, machete en la mano derecha y una mazorca de maíz en la izquierda, rechazaron el proyecto del nuevo aeropuerto presentado recientemente por el gobierno federal. “¡Tierras sí, aviones no!”, corearon.
René Núñez, de la sección 22 de la CNTE de Oaxaca se refirió a la lucha social después del mensaje desde la cárcel enviado por Néstora Salgado, líder indígena de la zona de La Montaña de Guerrero, presa desde hace más de un año, acusada de delitos que no cometió, como el secuestro.
Esparza, líder del SME, celebró que este 2 de octubre se haya conmemorado con una movilización –tradición anual–, reivindicando la lucha de los politécnicos que, dijo, apoyarán.
“México sin PRI”
A la marcha conmemorativa del 2 de octubre se sumaron los simpatizantes de René Bejarano, agrupados en el contingente de Movimiento Nacional por la Esperanza y en el de Izquierda Democrática Nacional (IDN), quienes gritaban consignas en memoria de los caídos de 1968.
El río de gente partió del Ángel de la Independencia, pasadas las tres de la tarde. Iban en la vanguardia de la manifestación y detrás de ellos les seguían las banderas rojas del Frente Popular Francisco Villa (FPFV) escoltados por la retaguardia de más perredistas, quienes marchaban con gorras y banderas amarillas.
Eran más de 500 personas quienes desde su arribo a la columna de la Independencia, no ocasionaron más desmanes que el cierre del Paseo de la Reforma, donde los comercios estaban vacíos o cerrados; sólo algunos empleados que tomaban fotos y videos.
Ya sobre la Avenida Juárez, se detuvieron por unos momentos para lanzar consignas como “¡México sin PRI, México sin PRI!”, “¡2 de octubre, no se olvida!”, “¡De norte a sur, de este a oeste, ganaremos esta lucha, cueste lo que cueste!” y “¡El que no brinque es Peña, el que no brinque es Peña!”… Sólo atraían las miradas de quienes transitaban por las grandes avenidas de la ciudad.
No hubo más a su paso. Las vallas metálicas que se colocaron a lo largo de los comercios, restaurantes, bancos y hoteles de la avenida Juárez ni siquiera fueron requeridas por actos violentos, tampoco hubo la necesidad de que contingentes de granaderos resguardaran la manifestación.
Eso sí, cuando los militantes perredistas llegaron al Eje Central, a la altura del Palacio de Bellas Artes, evitaron encontrarse con los miles de estudiantes quienes partieron de la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, lugar donde fue ejecutada la matanza hace ya 46 años.
La mancha amarilla y roja de gente decidió doblar en sentido contrario en el también llamado Eje Lázaro Cárdenas, para introducirse en el Zócalo por la calle Venustiano Carranza, que estaba vacía, pero al escuchar el estruendo de las consignas, los comerciantes se apresuraron a cerrar las cortinas y ventanas, a poner seguros en las puertas, a esconderse como si el contingente fuera hueste de la Revolución Mexicana. Fue más el miedo, que el tiempo en que pasaron por esa calle.
Por fin la marcha desembocó en la plaza mayor del país, donde pasaron lista a los manifestantes, doblaron sus mantas y se empezaron a dispersar. Ya no importó tanto el discurso de quienes se subieron al templete instalado frente al Palacio Nacional.
Desde el templete se observó que los militantes de las corriente liderada por Bejarano no eran tantos en comparación con los estudiantes presentes quienes no paraban en el grito “¡2 de octubre no se olvida!”.
Saldo blanco
Por la noche, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) informó que en la marcha participaron unas 25 mil personas.
En un comunicado, aseguró que ésta se desarrolló “con incidentes menores, como pintas en algunas calles y cristales rotos en las sucursales bancarias ubicadas en la calle de Flores Magón esquina con Sabino, y 5 de Mayo esquina con Palma. Estos daños fueron originados por un grupo que se asume como anarquista”.
El GDF agregó que para garantizar la seguridad de los manifestantes se implementó un operativo con personal de las secretarías de Gobierno, Seguridad Pública y Protección Civil.
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal confirmó que desplegó un operativo de acompañamiento y observación con 65 visitadores y cuatro unidades de ombudsmóvil. Al final de la jornada “no se reportó alguna queja recibida”, dijo.
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