Osorio Chong dialoga con estudiantes, pero desdeña a madres de Juárez
Madres de desaparecidas en Juárez en un plantón en la Segob. Fotos: Miguel Dimayuga |
Esta tarde, atrás del templete donde el priista se dirigía a los jóvenes y cercadas por una valla de seguridad, estaban Berta Alicia García, Malú García Andrade y Silvia Banda Pedroza, integrantes de la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa. Esperaban hablar con el funcionario federal para entregarle, como los estudiantes, su pliego petitorio.
Este jueves las mujeres chihuahuenses fueron citadas por funcionarios de la Segob –de quienes omitieron sus nombres– a las dos de la tarde en las oficinas alternas de la dependencia ubicadas en el Paseo de la Reforma. Sin embargo, nadie las recibió.
Sin perder la esperanza, se trasladaron a la sede de la avenida Bucareli, donde se encontraron con el contingente politécnico que esperaba la respuesta del titular de Gobernación a sus demandas.
Al terminar la reunión con los politécnicos, Osorio Chong bajó del templete y cruzó la valla que separaba a la multitud de las madres de Ciudad Juárez.
Berta Alicia sacó las pocas fuerzas que le quedan –ha tenido que ser asistida por paramédicos debido al deterioro de su salud por el prolongado ayuno— y corrió entre los la multitud de jóvenes y reporteros para alcanzar al funcionario. No obstante, elementos de seguridad que acompañaban a éste impidieron que se le acercara.
Así se desvaneció la oportunidad de pedir al segundo hombre más importante del Poder Ejecutivo que se sumara a los compromisos que hace un año la Fiscalía Especial para Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra) de la Procuraduría General de la República hizo con ellas para crear una base nacional de datos de personas desaparecidas, un banco genético, la contratación de peritos argentinos para la identificación de cuerpos y dar apoyos para las familias de las víctimas.
El pasado 23 de septiembre, Berta Alicia García –cuya hija fue desaparecida y asesinada en 2006 en Ciudad Juárez–, junto con Malú García Andrade y Silvia Banda Pedroza instalaron un plantón afuera de la residencia oficial de Los Pinos e iniciaron una huelga de hambre para exigir que autoridades federales cumplieran con los acuerdos signados en 2013 en demanda de justicia por los casos de feminicidio en la urbe fronteriza.
Ante la indiferencia del presidente Enrique Peña Nieto, las mujeres llevaron su protesta a las inmediaciones de la Segob el pasado 1 de octubre. Quisieron aprovechar la “voluntad” de Osorio Chong con los estudiantes politécnicos para ver si a ellas también las atendía, pero no fue así.
Entonces lamentaron que el funcionario priista sólo atienda llamados “cuando se trata de miles de personas” y no de tres madres que viajaron desde Chihuahua en representación de todas las víctimas de feminicidio en la entidad y en el país, y que llevan 11 días en huelga de hambre.
Recordaron que el pasado 1 de octubre, la titular del Consejo Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), Alejandra Negrete Morayta, y el de la Unidad de Derechos Humanos, Víctor Manuel Serrato Lozano –ambas instancias de la Segob–, prometieron iniciar el jueves 2 de octubre mesas de negociación para que hoy pudieran levantar el plantón, pero incumplieron lo pactado.
No obstante, advirtieron que a pesar de los múltiples engaños e indiferencia que padecen, continuarán en huelga de hambre hasta que las autoridades federales se comprometan a cumplir cada una de las 10 demandas que conforman su pliego petitorio.
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