La victoria estudiantil
El movimiento estudiantil que los miembros del Instituto Politécnico
Nacional están gestando, ha puesto de manera inverosímil como “sedita” al gobierno federal encabezado
por Enrique Peña. Ya que: organizar, convocar y marchar de la manera que lo
hicieron en un lapso de tiempo tan corto es de llamar la atención de propios y
extraños.
El sumar más de 60,000 estudiantes en
su marcha; obligar a salir al mismísimo chinito de Bucareli Osorio Chong y exhibirlo
como si fuera un cachorrito frágil e indefenso, dejó a más de uno con la boca abierta.
Pero el titular de la Secretaría de
Gobernación no tenia de otra, la ingobernabilidad en el país sube de tono día a
día, a diario aparecen notas periodísticas donde funcionarios de todos los
niveles son denunciados por actos de corrupción y nexos con el crimen
organizado. Si sumamos a ello, el factor de la implantación de las mal llamadas
reformas estructurales y de los resultados económicos negativos que ha tenido
nuestra nación en los últimos meses, no era de esperarse otra postura por parte
del gobierno federal. Están pisando la delgada línea del descontento, y por
consecuencia, el desbordamiento de la protesta social; el movimiento de los
estudiantes politécnicos ha puesto a temblar a los arquitectos de la desgracia
nacional; ya que no sólo cuentan con el apoyo de toda la base estudiantil
nacional, sino que además cuentan con una amplia aceptación de la sociedad
civil, de algunos medios de comunicación, y de organizaciones sindicales como
el Sindicato Mexicano de Electricistas, que conciben sus demandas como justas e importantes para el futuro de
los estudiantes y para el propio desarrollo del país.
No olvidemos que la visión del Gral.
Lázaro Cárdenas al crear el Instituto Politécnico Nacional era, abastecer de
mano de obra calificada las industrias nacionalizadas, como es el caso de
PEMEX. También era generar ingenieros que se desarrollasen en todas las áreas
productivas del país para generar desarrollo económico y que la renta fuera aprovechada por los
propios mexicanos.
Hoy con la subasta de bienes
nacionales que el PRI y sus aliados del PAN y PRD están concretando, los
recursos naturales y las empresas que otrora fueron los motores del desarrollo
nacional están pasando a manos extranjeras, pero el repudio a la visión
Cardenista no quedó allí; sino que quieren borrar toda memoria de su modelo
nacional, atentando contra el último icono de su estructura: el Instituto
Politécnico Nacional, para convertirlo ahora en una fuente de mano de obra
barata al servicio de las transnacionales.
¡Un huelum por los Jóvenes mexicanos!
¡Un huelum por los estudiantes!
¡Un huelum por los Politécnicos!
¡Un huelum y 60 mil más por el futuro
de México!
HUGO GARRIDO
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