Turbios antecedentes de Aguilar Morales
SME, consultas populares…
Martín Esparza Flores
Para desgracia del vapuleado Estado de
derecho, la llegada a la presidencia de la Corte del ministro Luis María
Aguilar Morales no anuncia buenas nuevas: su perfil y su proceder lo
ubican como un jurista sin vocación de servicio al pueblo de México,
alejado del sentir y el respeto a los derechos humanos y laborales de la
clase trabajadora.
Llama la atención su doble discurso en
su mensaje de toma de protesta del pasado 2 de enero, cuando sin el
menor recato de conciencia expresó: “Especialmente quiero dirigirme a la
ciudadanía, a nuestra sociedad, para hacerle la reiteración de que este
órgano supremo de la nación tiene como objetivo principal el respeto de
los derechos humanos, el evitar la arbitrariedad de cualquier autoridad
a sus personas, a sus derechos”.
No puede concebirse que Aguilar Morales
olvide su ominoso proceder cuando fue él quien elaboró el proyecto de
dictamen que revocó al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), el 30
de enero del 2013, el amparo emitido a su favor por los magistrados del
Segundo Tribunal en Materia de Trabajo del Primer Circuito, el 13 de
septiembre de 2013, que reconocía la obligación de la CFE a asumirse
como patrón sustituto de los trabajadores despedidos injustamente el 11
de octubre de 2009, devolviéndoles su materia laboral.
En uno de los peores desaseos cometidos a
la técnica jurídica en la historia contemporánea y considerada como un
insultante atropello constitucional por parte de maestros eméritos en
derecho, el hoy ministro presidente invistió la paraestatal Luz y Fuerza
del Centro y a la propia CFE de una anticonstitucional autonomía para
justificar la extinción de la primera, y negar la obligación del Estado
para asumirse como patrón sustituto, en la segunda.
El arbitrario fallo dejó en claro que el
ministro ponente actuaba con la marcada línea del Ejecutivo. Debemos
preguntarle ahora que inocuamente asume tal compromiso con la sociedad:
¿por qué no evitó hace dos años la arbitrariedad cometida a los
trabajadores del SME? ¿Qué acaso el derecho al trabajo no es un derecho
humano?
En los últimos años, el desprestigio del
máximo órgano de justicia del país ha ido en aumento no sólo por su
falta de autonomía e independencia hacia el Poder Ejecutivo sino por la
inoperancia del Poder Judicial en su conjunto —275 mil expedientes
rezagados en los juzgados federales— y los exorbitantes sueldos que los
propios ministros se han autorizado a sí mismos, 350 mil pesos
mensuales, más viáticos, compensaciones y bonos extras de fin de año,
que representan un verdadero insulto a los 63 millones de mexicanos que
apenas y pueden comer una vez al día.
Por si esto no bastara, Luis María
Aguilar fue también de los más férreos opositores a la validación de la
consulta popular planteada por partidos políticos como Morena y el PRD,
en torno a la reforma energética, por considerar que podría “afectar los
ingresos y egresos del Estado”, y votó en contra, borrando de un
plumazo la voluntad y derecho de petición de cinco millones de
mexicanos.
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