Crece cooperativa de jaiberos de Oaxaca; ya exporta a EU

Foto
Integrantes de la cooperativa oaxaqueña Jaiberos de Playa Vicente muestran el producto que exportan a la compañía SeaFood Pacific en TexasFoto Diana Manzo
Diana Manzo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 26 de enero de 2016, p. 27
Juchitán, Oax.
El amor por su oficio y la necesidad de mejorar sus condiciones de vida llevó a un grupo de productores a fundar la cooperativa pesquera y agrícola Jaiberos de Playa Vicente, que desde hace cerca de tres meses vende más de una tonelada de jaiba al día a una empresa de Chiapas y a SeaFood Pacific, en Texas.
Fernando Santos y Mariano Rosado López impulsaron este proyecto que tiene 55 socios en Playa Vicente, comunidad de alrededor de 800 habitantes, todos dedicados a la pesca.
Tomás Jiménez Sánchez, de 68 años, ha trabajado durante más de 30 en la recolección de camarón y jaiba azul. Heredó de su padre el oficio de la talabartería, pero la manutención de sus hijos lo condujo a tomar las redes.
Antes de salir el sol comienza su rutina: coloca en el mar entre 10 y 15 jaulas que él mismo elabora con red pequeña. Después de cinco horas retorna para ver cuantas jaibas han caído. Regularmente obtiene cuatro kilogramos de crustáceos por trampa.
Al llegar a tierra, estiba su producto en un triciclo prestado y se enfila hacia la cooperativa. En un bastidor de madera separan las jaibas chicas de las grandes con pinzas de acero; el precio oscila entre 12 y 10 pesos por kilogramo.
Posteriormente se pesan en una báscula, donde el secretario de la cooperativa, Mariano López Cruz, con la lista de los socios, anota las cantidades de producto, que se pagará al tercer día. El horario de recepción es de 10 a 14 horas.
María, de 32 años, junto con su esposo y sus dos hijos menores se dedican a la pesca. Juntos colocan unas 60 jaulas para jaiba azul y por la mañana obtienen al día entre 40 y 50 kilogramos.
Las jaibas hembras no se venden. Si entran a la jaula se devuelven al mar. Tenemos prohibido capturarlas. Esta tradición viene de nuestros padres y abuelos, porque si la capturamos se acaba la reproducción y no tendremos cómo vivir, explica.
María es zapoteca y desde hace 15 años se dedica a la pesca. Con las ganancias compró un televisor y un refrigerador. Los de la cooperativa me dicen que ahorre, y eso hacemos: gastamos lo justo, porque no sabemos si el contrato seguirá, comenta.
Mariano, pescador desde niño, se graduó de la universidad y ahora es agente municipal. Explica que la siguiente etapa de la cooperativa Jaiberos de Playa Vicente es dar trabajo a las mujeres y que sean los propios productores los que exporten la pulpa de jaiba.
Roberto López Sánchez, presidente de la cooperativa, informó que está en trámite un permiso de la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca). Sabemos que tardan; ya hemos avanzado mucho. Contamos con nuestro permiso ante (la Secretaría de) Hacienda; tenemos nuestra acta constitutiva y estamos por conseguir el registro público marítimo, señaló.
En dos meses podríamos lograrlo. No ha sido fácil. Al principio nadie nos creía. Por fortuna la cooperativa funciona muy bien y los compañeros tienen dinero seguro para sus familias.
 
 
Fuente 

Comentarios