Indígenas de Chiapas denuncian amenaza constante de megaproyectos y ambición de trasnacionales

 
PROCESO 
 
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- Más de ocho mil indígenas choles, tzeltales y tzotziles se congregaron este lunes en Chilón y Sitalá para exigir respeto a la libre autodeterminación de los pueblos indígenas y a los usos y costumbres para elegir a sus gobiernos comunitarios.
Desde la noche de ayer, cientos de pobladores de las parroquias de Palenque, Salto de Agua, Yajalón, Chilón, Sitalá, Ocosingo, Altamirano, Oxchuc, San Juan Cancu, Tenejapa, Huixtán y San Cristóbal de Las Casas arribaron a la cabecera municipal de Chilón, y cientos más se enfilaron a Sitalá, encabezados por sus líderes.

Agrupados en el Movimiento en Defensa de la Vida y el Territorio (Modevite), los indígenas ratificaron su unidad en el marco de la lucha organizada “en defensa de la Madre Tierra” y por la vida digna de todas las comunidades y pueblos originarios.
“Somos un solo pueblo que hoy se quiere expresar en cada uno de los 12 frentes en donde estamos. Denunciamos la amenaza constante de los megaproyectos extractivos trasnacionales y demandamos nuestro derecho a la libre autodeterminación de los pueblos, para así cambiar el sistema caduco y opresor que nos gobierna”, señalaron al arribar a la plaza central de Chilón, luego de caminar varios kilómetros.
Con consignas y estandartes de sus santos patronos, destacaron que la marcha-procesión se realizó este lunes, precisamente, porque hoy se cumplen 107 años del inicio de la Revolución Mexicana, y subrayaron que el grito de Emiliano Zapata, “Tierra y Libertad”, sigue resonando en todos los pueblos originarios de Chiapas y del resto del país.
De acuerdo con los manifestantes, siguen resistiendo a la ambición de las empresas de construir represas hidroeléctricas en los ríos Chakté (Cancuc) y Florido (Huixtán), así como a las exploraciones de pozos petroleros en la comunidad de El Jardín, en Ocosingo, y el proyecto del cuartel militar en Patria Nueva.
También denunciaron la intención de las trasnacionales de construir la fábrica de Coca Cola en la comunidad de Río Molino Xel, del municipio de Huixtán, y la vigencia del proyecto de la supercarretera Palenque-San Cristóbal.
“Al sistema político mexicano y al sistema capitalista no les basta con devorar la tierra, también pretenden borrar la historia, la tradición, la cultura y la vida que hoy clama libertad A 107 años de la Revolución”, subrayaron.
Además, recalcaron, persiste la marginación y la miseria en todos pueblos originarios. La violencia es el pan de cada día, la inseguridad es lo que se respira en el ambiente, y el “circo colorido” de los partidos políticos, que se aprovechan de la pobreza, divide a las poblaciones.
De igual manera, responsabilizaron a los gobiernos federal, estatal y municipales de patrocinar y ser cómplices del sufrimiento de los pueblos indígenas en Chiapas y en todo el país. “Son cómplices del despojo, de los abusos, de la violencia y las injusticias que pasan los hombres y mujeres que habitaron estas tierras desde antes de la llegada de los españoles en el Siglo XVI.
“Hoy venimos con el corazón abierto, revolucionario y profético a denunciar que la descomposición del tejido social es provocada por este sistema que favorece las reformas estructurales por encima del bien común. Denunciamos la complicidad de los políticos con el crimen organizado; su corrupción y deseos de poder sólo dejan muertes emblemáticas como Acteal y Ayotzinapa. Constatamos que los robos, secuestros e intimidaciones que vive nuestra gente es una estrategia política para golpear y desalentar la organización comunitaria por la defensa de nuestro territorio.
“Nuestra realidad tan lastimada nos exige crear otro sistema que promueva la comunidad antes que la individualidad, que mire a la tierra como Madre y no como mercancía, que abrace la diversidad cultural enraizada en la espiritualidad de los antepasados para darle paso a la reconstrucción del tejido social comunitario”.
El Modevite, añadieron, está comprometido con su pueblo en cada municipio y parroquia donde está presente, comprometido a colaborar en la reconstrucción para sanar la fractura social ocasionada por los partidos políticos.
“Por eso promovemos gobiernos comunitarios que renueven las relaciones sociales entre indígenas, mestizos, diversas religiones, adultos y jóvenes; gobiernos comunitarios que renueven la política mediante el ejercicio del derecho a elegir a las autoridades según los sistemas normativos indígenas propios de cada pueblo, para combatir la corrupción y división de los malos gobiernos y así garantizar la defensa de nuestra Madre Tierra y la armonía comunitaria”, señalaron los oradores en el mitin.
Exigieron a las autoridades correspondientes dar respuesta positiva a la solicitud que se hizo al Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) de Chiapas, el pasado viernes 17, para que se reconozca el derecho a la libre determinación de los pueblos originarios en los municipios de Chilón y Sitalá, y que puedan nombrar un concejo de gobierno comunitario, tal como lo busca el pueblo de Oxchuc y lo vive actualmente el pueblo de Cherán.
Los miles de indígenas que marcharon este lunes se pronunciaron a favor de las luchas de los pueblos de Tila, Chicomuselo y el Pueblo Zoque en Defensa de la Tierra y el Territorio (Zodevite), que luchan en la zona norte del estado en contra del despojo de la madre tierra.
De igual forma, declararon su respaldo al Concejo Indígena de Gobierno (CIG) creado por el Congreso Nacional Indígena (CNI) y por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), y se adhirieron al proyecto impulsado por la vocera del CIG, María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy.

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