Con apuros para llenar gradas y sillerío, el PRI unge a Meade como su candidato presidencial
Minutos antes de que empezara la convención nacional de delegados, Claudia Ruiz Massieu y Rubén Moreira llegaron furiosos ante los organizadores que estaban a un lado de cientos de sillas vacías, para ordenarles que pusieran a los que apenas llegaban al evento.
Nadie de los organizadores se daba cuenta de la falla de tener vacíos en el acto de unción del candidato presidencial, como ocurrió en el 2000 y 2006 cuando algo similar pasó con Francisco Labastida Ochoa y Roberto Madrazo, quienes perdieron.
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Muy temprano camiones del Estado de México, Veracruz, Jalisco, Tlaxcala y otras entidades trajeron a la gente vestida de blanco y rojo, como la marea roja que organizó desde el 2006 Arturo Montiel cuando tenía aspiraciones presidenciales.
Por más de dos horas la dirigencia del PRI esperó a que llegara la gente para llenar el Foro Sol que lucía vacío en algunas partes de las gradas y en el sillerío instalado en la planta baja.
Con el tiempo encima y a cuentagotas llegaron los priistas traídos de todo el país. A los de Hidalgo los colocaron hasta arriba por orden de los organizadores.
Fue hasta las 10:15 cuando la convención integrada por 28 mil 920 delegados dio su aprobación con la mano arriba para que Meade fuera su candidato.
Lo mismo tendrán que hacer el Partido Nueva Alianza y el Partido Verde Ecologista de México el lunes y martes: ungir a Meade como su candidato en la alianza Todos por México.
Quince minutos fueron suficientes para que Meade tomara posesión como candidato a presidente de la República gritando “¡lo hago por México!”.
Tras protestar como candidato presidencial del PRI, dijo que hará una campaña de voluntad y entusiasmo, y exultante lanzó su grito de batalla “¡Yo mero!”, con el compromiso de que ganará la elección de julio próximo.
Afirmó que será implacable en la lucha contra la corrupción y luego de lanzar su compromiso por mejorar al país, exhortó a los que no quieren participar a salirse de su proyecto.
Vestido de saco negro y camisa blanca, diferente a las chamarras y camisas rojas que traían todos los militantes priistas, Meade pidió el apoyo de todos los integrantes del partido bajo el compromiso de que escuchará a todos.
Meade dijo que hay que darle un nuevo rostro al país, que haya tranquilidad, desarrollo con equidad, quitarle los bienes y las armas a los criminales, darle respeto a las fuerzas armadas, apoyo a los jóvenes y a las mujeres, y agradeció a la estructura seccionar del PRI que está en todo el país, con la cual insistió que ganarán.
José Antonio Meade agradeció además a la dirigencia del PRI por el apoyo y a la secretaria general Claudia Ruiz Massieu, encargada de realizar el evento; también a los exdirigentes del partido.
Al rendir protesta reconoció la trascendencia del encargo: “Va nuestra palabra de por medio” y a quienes no compartan el compromiso se pueden ir, advirtió Meade.
Cuando Meade dijo esto, una parte de las gradas comenzó a vaciarse, principalmente los asistentes que traían pancartas del Estado de México, Jalisco y de los sindicatos de burócratas. Mientras que en los lugares más cercanos a él, le aplaudían.
El exsecretario de Hacienda pareció no darse cuenta de la salida de decenas de priistas en las partes altas del Foro. “Quiero ser presidente para que México sea potencia”, gritó al ofrecer que hará un país de talento, con tranquilidad y que los sueños se hagan realidad.
“Vamos a darle a cada mexicano una respuesta a la medida de sus necesidades. Vamos a hacer un cambio sin precedentes de la política social”. Para esto propuso realizar un registro de cada uno de los ciudadanos con sus demandas para ser cumplidas.
Agregó que esta elección será decisiva para las próximas generaciones porque se trata de decidir entre ir hacia adelante o ir hacia atrás cuando se ataca la libertad de expresión, corrupción en la política, privilegios y ataques a las instituciones, cancelación de la educación de excelencia, impunidad a los criminales.
“¡Vamos hacia adelante!”, exclamó Meade mientras pedía a los priistas mantenerse de pie para dar la batalla.
Además los llamó a que regresen confiados a sus estados de que ganarán con sus candidatos y también la presidencia de la República. “Regresen con la frente en alto, seguros de que vamos a ganar. Ustedes meros, yo mero, vamos a ganar por México”, dijo al terminar su discurso.
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