Militarización, para asegurar despojo contra los pueblos indígenas: Marichuy
El despliegue
de la Guardia Nacional por todo el país, ordenado por López Obrador,
tiene como principal objetivo asegurar la imposición de los
megaproyectos y el sometimiento de los pueblos que se resistan, señala
la vocera del Concejo Indígena de Gobierno, María de Jesús Patricio. Los
pueblos darán la vida, si es preciso, pero no claudicarán, advierte.
Abasolo, Guanajuato. Ningún presidente
anterior a Andrés Manuel López Obrador ordenó un despliegue militar por
todo el país como el que ya se ha puesto en marcha. Las naciones,
tribus, pueblos y comunidades aglutinadas en el Congreso Nacional
Indígena (CNI) lo tienen claro. Consideran que el nuevo gobierno
adquirió compromisos con el gran capital que no puede eludir, entre
ellos el Tren Maya, el Corredor Transístmico y el Plan Integral Morelos.
La nueva administración se empeñará en imponer estos “megaproyectos de
muerte” a como dé lugar.
María de Jesús Patricio Martínez, médica
tradicional nahua, originaria de la comunidad Tuxpan, Jalisco, es
vocera del Concejo Indígena de Gobierno, una iniciativa del CNI para,
“desde abajo y a la izquierda”, construir un gobierno para México.
Si bien la llegada de una supuesta
izquierda a la Presidencia de la República, con Andrés Manuel López
Obrador, “confundió a muchos hermanos” indígenas –como reconoce María de
Jesús–, también es cierto que el CNI creció como no lo había hecho
nunca. Hoy tiene presencia en 25 estados de la República, en 60 pueblos,
tribus y naciones y en 89 regiones indígenas con cientos de
comunidades.
El CNI, abiertamente anticapitalista, es
desde la izquierda una de las oposiciones frontales al nuevo gobierno.
De manera destacada, las comunidades bases de apoyo del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) son integrantes fundadoras de la
organización.
La voz del Concejo Indígena de Gobierno
se escucha dulce, pausada, clara, sencilla. No hay estridencias,
engolamiento del tono ni grandilocuencias. Pero se advierte firme,
coherente, inequívoca. Recibe a Contralínea en una pausa de la
gira trepidante que realiza por las comunidades más apartadas de las
metrópolis del país. Un recorrido sin cámaras, micrófonos ni medios de
comunicación que no ha parado desde que fue nombrada vocera y candidata
de los pueblos indígenas a la Presidencia de la República para el
proceso electoral pasado.
Los pueblos indígenas “no vemos el
cambio que se anunció”, señala María de Jesús, a quien sus compañeros de
lucha le llaman con afecto Marichuy y, su círculo más cercano, simplemente Chuy.
“Vemos que es lo mismo que han dejado
los anteriores gobiernos. Todo eso que se anunciaba de que iba a haber
un cambio, de que primero los pobres y ya luego los ricos, no es cierto.
Estamos viendo que todo es una simulación; que hay acuerdos que [López
Obrador] tiene que continuar.”
Menuda, de tez del color de la tierra y
con 55 años de edad, considera que la administración de Andrés Manuel
López Obrador no es de ruptura con el sistema político mexicano, sino de
continuidad. Reprocha la tergiversación que emplea el nuevo gobierno de
algunos de los principios de la lucha indígena y zapatista y, sobre
todo, la simulación de consultas indígenas para imponer una decisión
previamente tomada.
María de Jesús se refiere a la
“aprobación” de tres proyectos: el Tren Maya, el Corredor Transístmico y
el Plan Integral Morelos. Para los tres, se organizaron “consultas” que
no cuentan con las características siquiera del Convenio 169 de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), que obliga a los gobiernos
a reliazar consultas libres e informadas, previas a cualquier toma de
decisión que involucre los territorios de las cominidades originales y
que atente contra sus culturas.
“Entonces no vemos el cambio. Estamos
viendo una continuidad. Estamos viendo que es lo mismo y, quizás, un
poquito peor porque las formas que están usando son algunas formas que
nosotros hemos llevado, pues, y que las están usando en contra de
nuestros pueblos.”
—¿Como cuáles?
—Algunos comentarios que dicen del
“mandar obedeciendo” o de que vamos a consultar a las comunidades. Y no
es cierto. Son consultas amañadas. Están engañando a la gente. La gente
que soñaba que se venía un cambio y que tal vez ahora sí iba a ser
realidad que se les tomara en cuenta a los pueblos, pues vemos que no.
Hemos analizado en esta asamblea [del CNI] y sentimos que esta situación
es la misma. Está disfrazada ahora de “izquierda”, pero es lo mismo que
ya se venía trabajando.
Ante el gobierno de López Obrador, la
respuesta de los pueblos indígenas “está clara”, dice María de Jesús:
“Los pueblos que hemos caminado en el Congreso Nacional Indígena vamos a
seguir organizándonos. Vamos a seguir resistiendo. Vamos a seguir
impidiendo que acaben con la vida, con la existencia de nuestras
comunidades, que sigan acabando con nuestro territorio, que sigan
acabando con los bosques, con las formas propias de organizarnos.
Entonces, pues, va a seguir la resistencia”.
Pero también, asegura, ven con claridad
la “respuesta” del gobierno a esta resistencia. Cita el asesinato de
“nuestro compañero Samir [Flores]”, ocurrido el 20 de febrero pasado
luego de que recalcara la oposición de su comunidad al Plan Integral
Morelos, ahora impulsado por la adminustracion de López Obrador.
Otros dos asesinatos ocurrirían después
de la entrevista: los del concejal nahua del Concejo Indígena de
Gobierno, José Lucio Bartolo Faustino, y el delegado del CNI Modesto
Verales Sebastián. Ambos de comunidades indígenas de Guerrero.
Pero “las comunidades se van a seguir
organizando –reitera María de Jesús–; van a seguir resistiendo, fueron
claros nuestros hermanos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Ellos son parte del Congreso Nacional Indígena. Y ellos fueron claros y
dijeron: por aquí no va a pasar el Tren Maya”.
Y ante el empeño del gobierno federal y
los gobiernos estatales, “no queda más que resistir, seguir oponiéndonos
a estos megaproyectos que son proyectos de muerte, que solamente
benefician al que tiene el dinero, al capital. A las comunidades
solamente les va a traer destrucción, despojo, envenenamiento de las
tierras, más pobreza, división, confrontación. Y quizás por eso viene la
militarización en las comunidades: para imponer esos megaproyectos”.
—¿Hay capacidad de resistir? –se le
cuestiona–. López Obrador esgrime siempre que ganó con 30 millones de
votos. Y, según las encuestas, mantiene índices de aprobación muy altos,
superiores al 70 por ciento.
—La capacidad está clara. Van más de 500
años desde que los pueblos están todavía resistiendo, a pesar de que
han sido a través del tiempo masacrados, divididos, todo lo malo que
viene desde arriba… Pero los pueblos siguen existiendo. Es una muestra,
pues, de que en las comunidades se tiene esa capacidad. ¿Por qué? Porque
es algo colectivo. No es de una persona, son comunidades completas
donde deciden qué se hace con la comunidad. Son las guardianas de ese
territorio sagrado, que se le da valor sagrado, no un valor de pesos.
Entonces ahí están las comunidades. Sí hay capacidad. Porque son
comunidades completas y van a seguir resistiendo hasta las últimas
consecuencias.
Como los asuntos más urgentes de
atencion para el CNI, señala cuatro megaproyectos que impulsa el
gobierno federal en estos momentos y que, de concretarse, implicarán la
amputación de territorios indígenas: el Tren Maya (en los cinco estados
de la Península de Yucatán), el Corredor Transístmico (de la costa de
Oaxaca a la costa de Veracruz); las instalción de eólicas e
hidroeléctricas en Oaxaca y Puebla, y Plan Intetegral Morelos (que
implica la instalción de una termoléctrcica en ese estado y gasudcutos y
otras afectaciones también en Puebla y Tlaxcala.
“Nosotros lo vemos como un peligro y una
forma de agresión directa a los pueblos que se van a ver afectados con
esta implementación de estos megaproyectos.”
—Con la Guardia Nacional habrá un
despliegue militar como nunca antes se ha visto en el país. ¿Se corre el
riesgo de algún tipo de confrontación con las comunidades indígenas?
—Siempre ha habido esa protesta de las
comunidades [con la militarización]. Porque los militares lo que han
hecho en las comunidades es simplemente llegar y reprimir; a las mujeres
las violan, el robo… No ha traído beneficios. Entonces lo que se espera
con esta Guardia Nacional, que es la militarización de todas las
comunidades, es que trabajen para implementar los megaproyectos. Lo que
van a hacer estos [militares] es servir al amo; no van a servir a la
comunidad. Está claro. Lo hemos visto. Lo hemos vivido. Si desde arriba
[el presidente] estamos viendo que la palabra que dijo y empeñó no se
está cumpliendo, qué se espera con lo que se está queriendo desarrollar a
través de la Guardia. Lo que creemos es que se va a militarizar para
asegurar un despojo de las comunidades.
—Luego de haber tomado posesión en
Palacio Nacional, López Obrador hizo una supuesta ceremonia indígena en
la que le recibió un bastón de mando. ¿Se generó división en las
comunidades o en el propio Congreso Nacional Indígena?
—Hubo una confusión de algunas
comunidades, o miembros, de algunos hermanos indígenas que consideraron:
“Bueno, tal vez de veras va a haber ese cambio que nos están diciendo”.
Sí hubo algunos que se fueron con la idea de que el cambio ya se dio:
“Qué estamos haciendo acá, vámonos para allá”. Otros, pues, agarraron a los líderes, que es la forma como ha venido actuando el gobierno: de agarrar
a algunos líderes que tal vez no están muy claros y que no saben lo que
trae esto. Entonces, pues es normal. Siempre en estos procesos, en este
caminar de una organización desde abajo, siempre va a haber gente que
se va con la idea de que desde el poder podrá ayudar. Y no es cierto,
porque ya estando ahí, pues ya tiene patrón y ya le van a dar órdenes de
qué tiene que hacer. Entonces sí, un poco afectó, pero creemos que los
que estamos y continuamos somos los que tenemos claridad de que
solamente la organización y el estar firmes en nuestras comunidades, de
lo que queremos, es lo que más allá nos va a hacer salir adelante.
Pero, por otro lado, desde que inicio la
gira por las comunidades indígenas se han sumado más comunidades al
CNI. Señala María de Jesús Patrcio que siempre tuvo claro que “este
caminar era un llamado”. Nunca tuvo como prinicipal objetivo recolectar
votos para el pasado proceso electoral. “Un principio era denunciar toda
la problemática que se vive en los pueblos. Y por eso nuestra idea era
llegar a todas las comunidades, sobre todo a las más lejanas y a las que
no han estado en el Congreso Nacional Indígena”.
Señala que siempre la finalidad era
escucharlas y darles a conocer en qué consiste el CNI: “Invitarles a que
teníamos que organizarnos ante todo esto: el despojo que se está
llevando a cabo; y de que tenemos que unirnos para, juntos, parar
percisamente todo este despojo que está causando el capitalismo”.
En ese primer recorrido Marichuy
visitó 29 estados. Acudió mayoritariamente a pueblos indígenas que no
tenían relación con el CNI. Aquella gira se interrumpió luego de un
accidente en Baja California, en el que ella resultó lesionada junto con
otros concejales indígenas y en el que murió la activista Eloísa Vega.
Días antes, en Michoacán, un grupo armado había interceptado e
intimidado a la caravana en que viajaba. Además, la recolección de
firmas requerida por el Instituto Nacional Electoral (INE) para que la
vocera del Concejo Indígena de Gobierno apareciera en las boletas
electorales avanzaba lentamente. Lo anterior porque en la mayoría de
comunidades indígenas visitadas no se contaba con credenciales de
elector ni con teléfonos inteligentes ni cobertura de red para
“capturar” las firmas.
Para nada fue una derrota, señala María
de Jesús. “Para nosotros fue una ganancia haber visitado comunidades
hermanas que jamás las hubiéramos visitado si no se da esa iniciativa,
de ir y recorrer el país con esta propuesta, que para nosotros fue
clara: no tanto de mirar arriba sino de escuchar a la gente de abajo,
visibilizar esa problemática e invitar a que tenemos que organizarnos
porque es lo único que puede parar todo este despojo”.
—El CNI es la organización de toda
historia del país que ha congregado al mayor número de comunidades
indígenas. A cuáles pueblos falta incorporar.
—Pues siempre nos ha dado un poquito más
de trabajo con los hermanos indígenas que están en Hidalgo, San Luis
Potosí, Veracruz, que consideramos que son pueblos importantes. Toda esa
parte, que es donde generalmente son más reprimidos, despojados y que
consideramos que es importante que caminen junto con nosotros. Un poco
se han acercado y creemos que es una primera iniciativa de caminar. Lo
más importante es que ellos sean el motor por allá en esas regiones para
que se integren y caminemos juntos, porque nuestra lucha es a nivel
nacional, no es para unos cuantos, sino para todos: así como han dicho
nuestros hermanos de Chiapas. Consideramos que esa es nuestra lucha:
integrar a la mayor parte de nuestros pueblos de México; que caminemos,
porque juntos solamente podemos parar esto. Somos hermanos aunque
estemos en diferentes regiones. Somos hermanos y tenemos ese compromiso
de cuidar lo que nos han heredado nuestros antepasados para dejárselos a
los que vienen atrás de nosotros.
—¿Hasta dónde llegar con la resistencia? ¿Hasta dónde decir: ya no?
—No, de mi parte está clara nuestra
posición. Llegar hasta donde nos presten vida nuestros ancestros. Hasta
ahí vamos a llegar. Hay un compromiso grande, lo hemos dicho y hay que
seguirle hasta que tengamos vida. Si no cumplimos con lo que decimos,
pues estaríamos nada más simulando también. Estamos claros, convencidos,
de que nuestra lucha va a ser mientras que tengamos vida. Y que los que
vienen atrás vean ese ejemplo que tienen que seguir, hasta dónde se
tiene que luchar. Porque este despojo no se va a parar ahorita y tenemos
que estar preparados para lo que sea.
Sobre los siguientes pasos que darán el
CNI y el Concejo Indígena de Gobierno, María de Jesús señala que ambas
instancias buscarán incorporar a más comunidades.
Con respecto del Concejo, “la tarea
principal es llevar la palabra que dimos, que empeñamos y que dijimos
que íbamos a continuar trabajando por nuestros pueblos. Entonces es
seguir en eso, en la articulación de las demás comunidades y seguir
apoyándonos para juntos hacernos fuertes; hacernos fuertes para detener
todo este despojo y todo lo malo que se avecina para nuestros pueblos”.
Por su parte, el CNI, seguirá
“integrando a nuevos hermanos indígenas de otros pueblos y seguir
fortaleciendo estas luchas en las regiones donde vemos que hay más temor
a ser más reprimidos y hasta exterminados. Esa es nuestra lucha. Ese es
nuestro trabajo. Se dijo en la Asamblea que vamos a seguir
fortaleciendo este espacio como la casa de todos. Ahí vamos a seguir y a
fortalecerlo desde las comunidades, desde las regiones y a nivel
nacional. De esa manera estaríamos fortaleciendo al Congreso Nacional
Indígena.
—Acerca del Concejo Indígena de Gobierno, se había comentado que no sería ya sólo indígena ni sólo nacional –se le inquiere.
—Todavía está en análisis cómo se hace
esto, porque no es que decida el CNI o decidan las redes, sino que se
tiene que preguntar y consultar. Y entre todos ver cuál es la manera.
Sí, claro, se cree que no solamente tiene que ser el Concejo Indígena de
Gobierno sino que tiene que haber más fuerzas, que sea más amplio,
donde agrupe a otros hermanos que también luchan y que se sienten parte
de esta lucha. Eso quedó claro luego de que acabó lo de la levantada de
firmas. Vimos que quedó mucha gente que está dispuesta a continuar
trabajando y seguir fortaleciendo desde donde están. Por eso se cree que
el Consejo Indígena de Gobierno podría ampliarse y ahí cabrían más:
otros hermanos que se organizan desde las ciudades, de organizaciones y
que también sienten la necesidad de estar articulando esas fuerzas para
juntos poder hacer frente a todo este despojo del campo y la ciudad,
porque los trabajadores también están padeciendo esos despojos y creo de
esa manera estaríamos siendo congruentes con lo que dijimos en ese
caminar, de que esta lucha es una lucha de todos los trabajadores: del
campo y la ciudad.
Como vocera del Concejo Indígena de
Gobierno, María de Jesús Martínez Patricio tiene algunas palabras para
el presidente del República, Andrés Manuel López Obrador: “Respete a las
comunidades: su forma de vida. Deje de estar imponiendo otras formas
externas de protección a los capitalistas. Escuche primero la voz de
dos, tres y de las comunidades enteras. Todo lo que digan. No solamente
escuche lo que le conviene; no solamete escuche a los que vienen a
despojar. Escuche a los que han estado por años en las comunidades, que
las están cuidando y que quieren a la tierra”.
Marichuy señala que “respetar a
esos colectivos, a esas comunidades, esos territorios, esas aguas, esos
bosques, es respetar la vida de todos, porque no solamente son de las
comunidades, sino que son de todos”.
No vacila, apenas se detiene para
demandar: “Respeto a las comunidades. Dejen de estar despojando a
nuestros territorios, porque las comunidades van a seguir resistiendo”.
Zósimo Camacho/EnviadoFuente
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