4 pasos para una estrategia de retorno seguro a los centros de trabajo

 

El regreso a los corporativos debe considerar un plan específico para evitar un repunte en los contagios. Preparación, información, prevención y recuperación son los pilares de este proceso.

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A medida que el semáforo epidemiológico permita la apertura de negocios, cada vez más personas retornarán a los centros de trabajo, pero en un contexto donde el riesgo de contagio de covid-19 no está totalmente extinto. De ahí la importancia de contar con planes de regreso seguro para minimizar los repuntes de contagios.

Esta semana, la Ciudad de México retornó al semáforo amarillo de alerta covid-19 después de reportar un alza de 24% de contagios, de acuerdo con la Secretaría de Salud. La capital del país permaneció en color verde durante dos semanas, ampliando las actividades, horarios y aforo permitido en establecimientos.

El interés de los líderes para que los trabajadores vuelvan a las oficinas va en aumento conforme las medidas sanitarias permiten la operación de actividades presenciales y mayor número de personas en los espacios laborales. De acuerdo con el Best Practice Institute (BPI), el 83% de los directores ejecutivos desea que su capital humano regrese a tiempo completo al centro de trabajo.

“Recomendamos ampliamente a las empresas realizar además una evaluación de riesgos de covid-19 y compartir los resultados con todos los colaboradores dentro de la organización, también contar con procedimientos de limpieza, lavado de manos e higiene de acuerdo con las pautas del gobierno, tomar todas las medidas para ayudar a las personas a trabajar desde casa y para mantener la distancia mínima requerida en el lugar de trabajo y hacer todo lo posible para mitigar el riesgo de transmisión”, explicó Ricardo Alvarado, director ejecutivo de Riesgos de Lockton México.

La firma aconseja contar con un plan para el regreso al lugar del trabajo, el cual se compone por cuatro etapas:

1. Preparación

En este punto, la organización prepara el edificio para su ocupación con inspecciones previas al regreso, un programa de limpieza profunda, capacitación a gerentes y equipos de limpieza. Además, establece las medidas de higiene y cómo minimizará el riesgo de contagio.

Esta primera etapa también contempla la identificación de las personas que regresarán al centro de trabajo, tomando en cuenta la disponibilidad del espacio, el distanciamiento, grupos vulnerables, colaboradores con demanda de cuidados infantiles y el uso del transporte público.

Durante la preparación para el retorno seguro, es necesario definir los protocolos sanitarios basados en las medidas dictadas por las autoridades, como los horarios escalonados, filtros sanitarios y las reuniones internas y con clientes.

En un plan de retorno, la empresa no puede perder de vista que pedirle a un trabajador que regrese a la oficina, puede generar mayores niveles de ansiedad debido al contexto actual o incluso, un contagio. Es por ello que se debe contar con un protocolo de respuesta para ambas situaciones.

2. Información

En esta etapa será importante designar a un líder para dirigir la comunicación con el personal y posteriormente organizar un programa de bienvenida al trabajo para informar a los colaboradores sobre los nuevos protocolos del lugar del trabajo, los cuales deben de incluir los puntos trabajados en la etapa de preparación.

El regreso a la oficina no será bajo la misma dinámica a la que estaban acostumbradas las personas trabajadoras; por ejemplo, en algunos corporativos es probable que el acceso demore por las restricciones en el uso del elevador.

“La necesidad de comunicarse con el personal con absoluta claridad y transparencia en todas las etapas del proceso, es fundamental para garantizar que los colaboradores seguirán las nuevas reglas”, resaltó el ejecutivo de Lockton México.

3. Prevención

Esta es una etapa que se enfoca en garantizar la salud y la higiene, para alcanzar este objetivo, es necesario identificar puntos de contacto clave en el lugar de trabajo y proporcionar estaciones de saneamiento adecuadas para permitir la limpieza de manos; asimismo, la limpieza de los sanitarios y determinar con qué frecuencia se realiza, considerando superficies, sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado, además de proporcionar al equipo de limpieza y protección personal adecuada y ser visible para el personal durante la jornada laboral.

También será importante revisar la eliminación de desechos de tal modo que incluya procedimientos específicos para el equipo de protección personal que utilizan las personas encargadas de la limpieza.

4. Recuperación

Es una etapa clave en donde los líderes deben monitorear la efectividad del programa implementado para asegurarse de que siga siendo eficiente y apoye a los colaboradores y personal que han regresado a las instalaciones, así como para restaurar la confianza en el negocio.

“En esta etapa será importante revisar las lecciones aprendidas y solicitar comentarios al personal, analizarlo y utilizarlo para mejorar el plan. Es importante también actualizar y revisar el plan de continuidad de negocio y por último repasar los aprendizajes que ha dejado la pandemia durante el periodo de tiempo que se ha trabajado desde casa, resaltando, sobre todo, lo positivo”, detalló Ricardo Alvarado.

La voz del empleado

El 67% de los mexicanos afirma tener miedo a perder su empleo debido al contexto económico actual, un temor que supera al del contagio de covid-19 (49%), de acuerdo con el Barómetro de Confianza de Edelman. Esta tendencia pone en una situación de desventaja a los trabajadores, quienes podrían aceptar condiciones inadecuadas de trabajo con tal de no perder su puesto.

Jorge Gutiérrez Siles, socio senior de Kaysa Soluciones Integrales, expuso que el contexto actual incrementa el temor a perder el empleo. Este panorama puede desencadenar en mayores afectaciones a la salud mental de las personas. “Desafortunadamente se presta a que, algunos empleadores puedan ejercer mayor exigencia más allá de lo que debiera tener para estos momentos”, subrayó.

En ese sentido, el retorno al lugar de trabajo debe contemplar la voz del empleado para conocer sus inquietudes, gestionar la ansiedad que puedan presentar y que el personal se sienta cómodo con todas las decisiones operativas que se tomen, apuntó Ricardo Alvarado.

“Es probable que el regreso al lugar de trabajo después de un largo periodo de tiempo sea un desafío para muchas empresas desde una perspectiva psicológica. Algunos pueden temer que el transporte público esté demasiado abarrotado para permitir el distanciamiento social o que las medidas implementadas por la empresa en el lugar de trabajo no los mantengan seguros”, señaló el especialista.

Una encuesta de Ipso MORI identificó que el 61% de las personas no se siente cómoda usando el transporte público en el contexto actual, esto implica un desafío para las organizaciones y enfatiza la importancia de escuchar a los trabajadores para el diseño de los planes de retorno seguro. 


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